jueves, 3 de marzo de 2011

Diario




Detengo el automóvil para cargar combustible, hay otro adelante…de el baja un joven sereno, su mujer se queda dentro del auto específicamente en el asiento trasero con su niño recién nacido, él me mira mientras escucha la música que esta sonando en mi radio, con un aire pleno, feliz, yo le pongo una cara de aprobación, no le molesta la lenta carga de combustible, sigue observándome. Yo, su antítesis, sin familia, solitario y con un rostro de muerte, pero con algo que esa familia joven no tiene, yo escribo, por ende soy su seguro de vida , soy testigo de su felicidad . Ambos extremos humanos recalamos en momentos que duran lo que un estanque de automóvil soporta. Soy el siguiente en el turno de combustible , el bombero me mira neutro… ahí esta mi turno ¿que me esperara del auto trasero?




Cheever en su diario critica los subterráneos de Kerouac , no le agrada, antepone su esfuerzo de coherencia familiar ante la locura plana e ingenua de Jack . Odia los que buscan el amor en el urinario a pesar de reconocer que el mundo es un caos. Kerouac no le agrada, es simple, ambos son borrachos y los borrachos no soportan tener distintos rumbos…o la familia o el camino. Creo que Cheever envidia la capacidad de Kerouac de mandar a la mierda a sus idiotas mujeres . Cheever sigue con su mujer por que ama su jardín.




‎"Creo que en la formación de todo escritor hay una universidad desconocida que guía sus pasos, la cual, evidentemente, no tiene sede fija, es una universidad móvil, pero común a todos." (Roberto Bolaño. La universidad desconocida)




Profesor: Me gustaría prepararlos para enfrentar la vida que en rigor es como el mito de Sísifo.
Cargar la piedra para luego en la cima caer y empezar eternamente de nuevo..
Alumno: ¿Y si uno se niega a llevar la piedra?
Profesor: tiene nota máxima




Mis pequeños alumnos son surrealistas y yo, como Andre Breton su guía, les promuevo que digan cosas absurdas para que intensifiquen su guerra contra la realidad.



Hacer esculturas de mantequilla y exponerlas al sol... sólo gozaran de su arte los que lleguen a tiempo…



Lo único que se hacer en la vida es escribir, pero tal como Amiel mi único tema es mi ombligo.




Muchos escritores esperan ser bautizados medievalmente, esperan una especie de unción que les señale su categoría, un interés editorial, una aprobación medianamente popular , un aplauso tibiamente sexy del fondo de la sala de lectura… pero el escritor no debe esperar eso el escritor debe asumir su posición en el universo: ocultar con su mano apretada fuertemente al lápiz , su desesperación infinita.





Esa sensación celestial de despertar vivo en la mañana, y divisar, en esos segundos de confusión mientras uno se abrocha a la rápida el traje de la realidad, a esos sueños que siguen persiguiéndolo a uno como animales salvajes.




Vivir en el nihilismo absoluto me hace más responsable frente a mis alumnos. Ver en estos ojos vacíos un enorme mar al cual ellos no deben llegar. Cartografío su futuro.


Como los riscos costeros que se parecen y que surgen de la erosión constante de un clima similar , Claudio Bertoni esta en su playa y yo como un nuevo risco joven estoy en su misma costa, siguiendo ese camino japonés, solo por el simple hecho de oponerle al mar murallas dignas, murallas que puedan desafiar la inmensidad sabiendo de antemano su derrota.




Nada me hiere cuando mi almohada se llena de Séneca.



¿Quien clasifica lo que es simplemente sueño y lo que es pesadilla? Si hay alguien con esa labor tengo problemas con él.




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