viernes, 30 de noviembre de 2007

I



Caminando, siempre me encuentro caminando, ahí es el único momento que tomo conciencia de mí, camino como si desoyera las leyes de la naturaleza. Pasé por enfrente de la extraña y humilde iglesia en la cual siempre me detenía por que era la mas solitaria de todas, hace tiempo, cuando la hacia mía, la fotografiaba, pasaba el calor dentro de ella, incluso leía el diario, me tiraba gotitas de agua bendita en la cara, como si la gracia de dios se alejara con la aplastante temperatura de la inexperiencia. Miro esos tiempos ahora con un dejo de inocencia, ahí esta esa pobre iglesia arropada en los humos de la ciudad, para mala suerte de ella, su costado sobresale del perfil de la cuadra así que los borrachines en la noche la riegan incesantemente. Con mi cerveza en lata pasamos por enfrente, bebo eucarísticamente, mi lata es de un color no llamativo, más bien parece bebida (y es bueno que así sea). Ya casi llegando al forestal pasó por mi lado un joven pegándose unas delicadas fumadas a su pulcro pito. Me miró sonriente como queriendo decir: “somos desobedientes, pero pacíficos”. Hasta en esos ridículos gestos uno rompe el pacto social, y el Estado que ronda por ahí puede llevarnos, castigarnos y decirnos: “No te creas un desobediente civil solo por que te tomas una lata de cerveza por la calle”. Aunque si se multiplicara por diez la sociedad pudiera peligrar. Seguí la estela de la yerba, apuré el paso, el olor del joven causó un pequeño gesto de molestia en las ancianitas del sector, y sus perros fieles a sus amas apuraron el paso mecánico, orgullosos de peluquería.
Es básicamente esto, el hombre rechazó sus libertades naturales de hacer lo que le plazca, por la protección de su propiedad privada, sus derechos, sometidos a una voluntad general, ese es el pacto social, el contrato de los primeros liberales, que se rompe en esos pequeños humitos verdes de jóvenes que necesitan la yerba para relajarse un poco y que aquejan a miles de viejas por todo el mundo y sus perros.
Cuando fui la otra noche a la fiesta de la Earthdance me tome una lata al lado de un paco, y el me ignoraba (y parecía disfrutar haciéndolo) esas obligaciones quedan suspendidas, el no estaba atento a mí, ni yo era un ciudadano, era una especie rara de indígena paria ,o campesino experto en trillas del infierno, me vino el recuerdo que en la infancia lo mas alucinante era escuchar esas historias de mi abuelo que se le apareció ya desde muy joven el diablo, al igual que a mí un tiempo atrás , yo le gritaba Jehová , Jehová , para ahuyentarlo ya que mi abuela me lo había recomendado muy tenazmente cuando sucediera , el vagabundo (el diablo ) se retorcía , se sacó la placa dental y bramó furioso. Jehová es un tipo de nombre judío para dios solo que las vocales no están consideradas en su alfabeto hebreo, debe haber venido algún impaciente luterano y le agrego la E la O y la A, (gracias a dios se las agrego o sino no hubiese podido pronunciarla con la facilidad y urgencia que ese momento requería), todo grupo de ángeles tiene un Lucifer , cada sindicato de amigos lo posee, siempre hay alguien a quien se le aparece y debe enfrentarlo, aunque yo prefiero el tigre del cereal matutino al tigre de William Blake.
El policía de la earthdance, (por que en eso iba hasta que el demonillo convirtió las piedras en pisco esa noche afuera del la discoteque), de hecho estaba en otro mundo, quizás pensaba en su hijita recién nacida y se preguntaba que hacia ahí tratando de controlar a un montón de hippies burgueses que arremeten con sus autos entusiastas. Lo cierto que termine de tomarme con jolgorio angelical mis cervezas mientras el policía meditaba. Agradecí a Dios poder contar con una luna tan cálida como la de aquella noche, y Dios escondido tras esas montañas precordilleranas sonreía con su acostumbrada indiferencia dorada. Borracho envalentonado me dije -saldré a defender tu nombre, pero luego me dio sueño y me tire en el pasto. Luego camine, el MC Chico Claudio , gritaba cosas como “somos de la vieja escuela, estamos en el 94” mientras la juventud deliraba con Cypress Hill su duro hip hop junto con el psy trance es lo mas honesto que esa noche escuche. Luego de un rato les dije a los Krishnas de suvenires ,- ya no creo en las vocales muchachos, ellos miraron con asombro, con su paciencia escuchan cualquier frase, hasta la mas estúpida, con tal que les compres su comida. El campo es tan grande que me perdí hasta el amanecer , no encontré mi campamento, todos o estaban borrachos o drogados, tomando esos hongos silocibinicos extraños y además ofreciéndolos a destajos, se alegran de que participes , aunque no saben que la realidad es la cruz con la que cargo, mi psiquis es un trozo de papel de chocolate (Siempre recordare que Kerouac tras recibir una dosis de silocibina del gurú hippie Timothy Leary para curarle su tristeza eterna, había confesado que había quedado peor, y para siempre). Los jóvenes ríen y lloran, pero lo único que esos hongos traen a la vieja mente cansada son colores más vivos y una paranoia paquidérmica, yo a lo mas tomo tranquilizantes, solo para calmar al corazón que se pone tremendo a veces, por mí que no latiera, soy de esos que toman esas drogas que te dejan mirando el horizonte y no la billetera.
Volví y el viejo Dios había puesto la Luna al otro extremo de las montañas, recorrí por horas el campamento, estaba realmente perdido,- los ángeles seguirán cayendo mientras se sientan suspendidos en la molesta orden: “nada de cuerpo”-pensé en mi interior- y me arropé cerca de un árbol. Los Krishnas bailaban alabanzas a su dios, que al parecer ama a los tambores, mi viejo dios estaba descansando, se tomó con seriedad el séptimo día de respiro que es en realidad el hombre-.Ya no alcance a dormir, la noche brillaba como queriendo decir: -déjenme en paz, no me molesten ni me honren, disfruten el sufrimiento que es lo único real, disfruten la música, no necesitan de mis vocales. Las estrellas dibujaban en ese cielo huraño la frase “no hay nadie”. El cielo es sólo una frazada para los aventureros…

Cioran - A modo de confesión




Sólo tengo ganas de escribir cuando me encuentro en un estado explosivo, enfebrecido o crispado, en un estupor metamorfoseado en frenesí, en un clima de ajuste de cuentas en el que las invectivas sustituyen a las bofetadas y a los golpes. De ordinario, la cosa comienza así: un ligero temblor que se hace cada vez más fuerte, como tras un insulto que se ha soportado sin responder. Expresión equivale a réplica tardía o a agresión diferida: yo escribo para no pasar el acto, para evitar una crisis. La expresión es alivio, venganza indirecta del que no puede digerir una afrenta y se rebela con palabras contra sus semejantes y contra sí mismo. La indignación es menos un estado moral que un estado literario, es incluso el resorte de la inspiración. ¿Y la sabiduría? Es precisamente lo contrario. El sabio que hay en nosotros arruina todos nuestros ímpetus, es el saboteador que nos disminuye y paraliza, que acecha al loco que hay en nosotros para calmarle y comprometerle, para deshonrarle. ¿La inspiración? Un desequilibrio repentino, voluptuosidad irresistible de armarse o destruirse. Yo nunca he escrito una sola línea a mi temperatura normal. Y sin embargo, durante largos años, me consideré como el único individuo sin defectos. Ese orgullo me resultó benéfico: me permitió emborronar papel. He dejado prácticamente de escribir en el momento en que, al sosegarse mi delirio, me he convertido en la víctima de una modestia perniciosa, nefasta para esa febrilidad de la que emanan las intuiciones y las verdades. Sólo puedo escribir cuando, habiéndome repentinamente abandonado el sentido del ridículo, me considero el comienzo y el fin de todo.
Escribir es una provocación, una visión afortunadamente falsa de la realidad que nos coloca por encima de lo que existe y de lo que nos parece existir. Rivalizar con Dios, superarlo incluso mediante la sola virtud del lenguaje: ésa es la hazaña del escritor, espécimen ambiguo, desgarrado y engreído que, liberado de su condición natural, se ha abandonado a un vértigo magnífico, desconcertante siempre, a veces odioso. Nada más miserable que la palabra y sin embargo a través de ella uno se eleva a sensaciones de dicha, a una dilatación última en la que uno se halla totalmente solo, sin el menor sentimiento de opresión. ¡Lo supremo alcanzado mediante el vocablo, mediante el símbolo mismo de la fragilidad! Pero lo supremo se puede también alcanzar, curiosamente, a través de la ironía, a condición de que ésta, llegando hasta el extremo de su obra de demolición, dispense escalofríos de un dios autodestructor. Las palabras como agentes de un éxtasis al revés... Todo lo que es verdaderamente intenso participa del paraíso y del infierno, con la diferencia de que el primero sólo podemos entreverlo, mientras que el segundo tenemos la suerte de percibirlo y, más aún, de sentirlo. Existe una ventaja más notable aún, de la que el escritor posee el monopolio, la de poder desembarazarse de sus peligros. Sin la facultad de emborronar páginas, me pregunto qué hubiera sido de mí. Escribir es deshacerse de nuestros remordimientos y de nuestros rencores, es vomitar nuestros secretos. El escritor es un desequilibrado que utiliza esas ficciones que son las palabras para curarse. ¡Cuántos malestares, cuántos arrebatos siniestros no he superado yo gracias a ese remedio insustancial! Escribir es un vicio del que puede uno cansarse. A decir verdad, yo escribo cada vez menos, y acabaré sin duda por dejar de escribir totalmente, pues he dejado de encontrar el menor encanto a ese combate con los demás y conmigo mismo.
Cuando se aborda un tema, sea cual sea, se experimenta un sentimiento de plenitud, acompañado de una pizca de altivez. Fenómeno más extraño aún: esa sensación de superioridad cuando se evoca una figura que se admira. En medio de una frase, ¡con qué facilidad se cree uno el centro del mundo! Escribir y venerar se dan juntos: quiérase o no, hablar de Dios es mirarle desde arriba. La escritura es la revancha de la criatura y su respuesta a una Creación chapucera.
1984

jueves, 29 de noviembre de 2007

Kerouac--Fragmento de “El viajero solitario”

Unas pocas semanas más tarde, fui a ver mi primera corrida de toros, que confieso era una novillada, y no el espectáculo que se suele dar en el invierno, que se supone tan artístico. El interior es una redonda cuenca, con un redondel de tierra al que le pasan un rastrillo expertos y amantes rastrilladores, como el hombre que rastrilla la segunda base en el Yankee Stadium, sólo que éste es el Estadio de Muerde el Polvo. Cuando yo me senté, el toro acababa de salir y la orquesta se sentaba de nuevo. Unos trajes finos y bordados ceñían a unos muchachos situados detrás de una barrera. Se mantenían solemnes, mientras un toro hermoso, negro, y brillante, salió de un rincón que yo no había visto, donde aparentemente mugía en demanda de piedad, con negras narices, grandes ojos blancos y cuernos extendidos, pecho ancho y vientre enjuto, patas finas y poderosas que se hundían en la tierra, sosteniendo un peso de locomotora. Algunos reían, y el toro corría mostrando el juego de sus músculos en su piel perfecta. Salió el matador, invitando al toro, que le embistió; el matador hizo un lance de capa, dejó que los cuernos pasase a un pie o dos de su ingle, dio un quite al toro y se alejó como un noble, quedándose de espaldas al perfecto y mudo toro, que no embestía como en Sangre y arena, y lanzó al torero por el aire. Entonces comenzó el espectáculo. Salió el viejo caballo pirata con un parche en el ojo, montado por el CABALLERO picador que lleva una lanza, para asestar unas cuantas puñaladas en la espaldilla del toro, que responde tratando de voltear al caballo, pero el caballo está acorazado (gracias a Dios); es una escena de locura histórica, excepto cuando, de repente, uno se da cuenta de que el picador ha producido al toro una sangría interminable. La confusión del pobre toro en insensato vértigo la continúa el bravo hombrecito con las piernas torcidas, que lleva dos banderillas adornadas de cintas, y se acerca directamente al toro, y el toro hacía él; pero no hay choque, pues el banderillero ha clavado su banderilla y huido en un periquete. ¿Es que el toro es difícil de evitar? Bastante, pero las banderillas hacen sangrar al toro como el Cristo de Marlowe en el cielo. Sale un viejo matador y prueba al toro con varios lances de capa, luego vienen nuevas banderillas, que brillan en los sangrientos costados del toro que resopla y padece, y todo el mundo se alegra. Y entonces la embestida del toro es vacilante, y por ello el matador serio sale a matar; mientras toca la orquesta, se produce un silencio semejante a una nube que ocultase el sol y se siente el ruido de la botella de un borracho que se estrella a una milla de distancia en la comarca española, verde, aromática y cruel -los niños dejan de comer sus tortas-, el toro permanece al sol, baja la cabeza, jadeante, con los costados realmente azotando sus costillas y los brazuelos aseteados como San Sebastián. El matador joven, cauteloso, lo bastante bravo por derecho propio, se acerca, maldice, y el toro se vuelve y embiste vacilante la capa roja, se embala, chorreando sangre por todas partes, y el torero se limita a hacerlo pasar por un imaginario aro, y gira de puntillas, patituerto. ¡Ah, Dios mío, yo no querría ver su ceñido vientre desgarrado por cuerno alguno! El torero hace ondear la capa nuevamente hacía el toro que permanece en pie como pensando "¿por qué no puedo volver a casa?" y el matador se aproxima y entonces el animal junta las cansadas patas, disponiéndose a correr, pero una de ellas resbala, levantando una nube de polvo. Más el toro baja la cabeza y se queda parado, descansando. El matador saca la espada y llama al toro humilde, de ojos vidriados. El toro alza las orejas, pero no se mueve. El cuerpo del matador se pone rígido como el madero que tiembla bajo la presión de muchos pies: en sus medias se marca un músculo. El toro avanza débilmente
tres pies, y gira en medio del polvo, y el matador arqueando la espalda frente a él, como el hombre que se inclina sobre una estufa caliente para alcanzar algo que hay en otra parte, hunde su espada entre las espaldillas del toro . El matador se aparta a un lado, el toro al otro, con la espada clavada hasta el mango, vacila, comienza a correr, alza la mirada hacía el cielo con humana sorpresa y luego -¡eso hay que verlo!- lanza por la boca diez galones de sangre que salpican en torno suyo, y cae de rodillas, ahogándose con su propia sangre; escupe, dobla el cuello y de repente cae al suelo como una muñeca blanda: Aún no está muerto y un idiota más sale y le hiere con un puñal en el nervio del cuello y el toro hunde la boca en la arena y masca la sangre derramada. ¡Sus ojos! ¡Oh, sus ojos! Unos idiotas ríen porque la espada hizo aquello, cuando no debía. Una pareja de caballos histéricos salen con una cadena para arrastrar al toro, pero a la mitad la cadena se rompe y el toro se desliza en la arena como una mosca muerta, lanzada inconscientemente de una patada. ¡Afuera! El toro desaparece y lo último que se ve son sus ojos blancos y muy abiertos. ¡Otro toro! Primero unos mozos quitan con unas palas la arena manchada de sangre y se la llevan en una carretilla. El rastrillador vuelve con su rastrilla. "Olé!", las muchachas arrojan flores al asesino del animal, que lleva los calzones bordados. Y veo cómo muere todo el mundo, sin que a nadie le importe, y siento lo terrible que es vivir, sólo para morir como un toro dentro de una vociferante arena humana…
¡Jai Alai, México, Jai Alai!

martes, 27 de noviembre de 2007

Ballenas y Krishnas ¿que puedo comer?



Para eso se acomoda el útero para decirte: ve y ayuda a la gente, el nacimiento es posibilidad , acción pura .
¿Que me puede ofrecer Krishna? le pregunto a su discípulo. Aparte de los galletones exquisitos que hacen y las restricciones incomprensibles para mí. Para ellos el nacer ya es algo cargado. Y el Yo o como le llaman ego, es nefasto. Increíble, todo el gran descubrimiento de Descartes, su método se basó, en el “yo existo”, como un grito, una inauguración, la verdadera invención del Hombre, parece obvio. Pero no lo es.
En mi niñez me preguntaba hasta cuando seguiría llorando con las pesadillas, seguramente hasta que muera. Cuando uno se sumerge en los sueños (y Descartes también lo ocupa de ejemplo) no reconoce que esta en un mundo imaginario, “no real” en su estricto sentido, por eso uno seguirá por años despertando de por vida con el corazón agitado (sobre todo en sueños más radicales como las pesadillas) ¿y quien dice que ahora mientras escribo esto esté sumido en la realidad? ¿Que me asegura que esto no es un sueño? Nada, lo único cierto es que existe alguien que sueña. Igual pasa en el cogito , en el pensamiento (que incluye todo , juicios valores , etc.) Existo por que pienso, la realidad o la ilusión se confunden, lo que no, es que alguien las esta pensando.
Los budistas sugieren que la realidad es una ilusión, en eso pueden tener razón, ¿como ser certero?, pero lo que estoy seguro que si es ilusión, esta tiene que ilusionar a “algo”.
Negar la realidad es negar la supervivencia, y eso no lo niegan los Hindúes , ¿para que nacer?, para sufrir. No nazcamos por que padecemos. Los griegos trágicos hasta Sócrates, nuestra cuna cultural, nos dijeron: hay que ver el dolor cara a cara, afirmar la vida. Los budistas por su parte nos dijeron no pienses, Buda cuando le preguntaban por la filosofía del universo respondía que lo importante es quitarse el dolor y daba el ejemplo del hombre herido con una flecha, que lo único que quiere urgente es quitársela y no preguntarse por el tipo de madera con que había sido construida. La disciplina del mundo oriental surge entonces en el banquillo de la tortura, su respuesta denota urgencia. Su solución es salirse del ciclo de nacimientos, salirse de la naturaleza. El occidental en cambio razona, filosofa, sale de la naturaleza a través de la razón , se sale del constante ciclo para dominarla y verla desde fuera. La abandona y se crea la Historia. Para el hindú impaciente, necesitado de un analgésico definitivo, la Historia es un estorbo.
"El karma es verdadero", una enunciación así lo único que trata de ser, es ser un postulado científico, la verdad es tan indubitable que mi vida tiene que ceñirse a ella, contrariamente la Ciencia moderna surge en gran parte de la duda, Descartes duda de todo conocimiento anterior a él , incluso duda de realidad, pero concluye. Todo pensamiento religioso oculta ser científico, sus error no estriba en si es la verdad o no, sino en pretender serla. Toda ciencia en cambio es duda, las leyes universales temen hoy por hoy de su vitalidad infinita, son las reglas del juego, en ese sentido es honesta.
Si Dios dijo no hagas esto (cualquier Dios) ¿que se puede responder a eso? Adoramos cosas que desconocemos. El “misterio” es atrayente e indispensable para la vida, el mito y la imaginación, pero el misterio no puede engullirse la vida. Las reglas morales deben ser pensadas y no acatadas desde un balcón de misterio. “No sabemos que no sabemos”, que puede llevarse también al “no sabemos que defendemos”, ese es el aporte de Sócrates, este método mayéutico es exasperante, tanto como para condenar a la muerte. El Krishna me dijo que no comía carne porque respetaba la vida, a lo cual contesté ¿Qué es la vida? ¿Por que no comes vaca y si soya?, para tal argumento no es necesario traer un biólogo aunque nos daría quizás una pista, sino un mandato divino que dijese, hay organismos superiores, la soya es permitida el conejo no. ¿Cuan poca diferencia nos separa de la soya? ¿Que es lo que determina lo complejo? A nivel celular pocas, en apariencia muchas. Y en estricto rigor ¿es la diferencia un argumento para tan problemático dilema? Para razonar así hay que jerarquizar la mesa. Lo que se parezca menos a mí me lo puedo comer. Todo se enfrenta en una estructura de organismo, quizás los terminales nerviosos del conejo son diferentes a nivel de receptores que el de una lechuga, la cual recibe el medio no con esa estructura nerviosa, aunque igual reacciona, padece.
El humano no sospecha lo egoísta que es cuando se trata de ciertas causas éticas (entiéndase egoísta no en su sentido peyorativo sino en el etimológico, como “práctica del yo”). Ahora bajo esta misma lógica surge contingente otra pregunta ¿Por qué protegemos las ballenas?
Las causas pueden ser: Su número es reducido, su reproducción es mas dificultosa, un argumento de peso. Pero decepcionante, el argumento más sólido se disipa en su vulgaridad, las ballenas no se defienden por que son pocas, hay que buscarles un plus , su conservación no pasa por la simple matemática. Si hubiese pocos pollos tendríamos que protegerlos con la misma dedicación, o sea dedicación matemática. Percibo que la gente protege a la ballena, por que inconscientemente quiere proteger al hombre, el razonamiento más profundo nos lleva a una ecología invertida. La ballena la protegemos, aparte de las razones cuantitativas, es decir la verdadera (por respeto a los pollos), por que es superior, es bella, canta, se comunica de una forma evolucionada, y entiéndase la contradicción- se acerca más a lo humano, se acerca a lo que el hombre mediante miles de años con trabajo a conquistado y valorado (no olvidemos que veníamos todos de allá mismo). Algo parecido oí por ahí, a una niña cuando valoraba que los lobos fueran monógamos, ¡amaba al lobo extrañamente por que participaba de una acción moral conquistada por el hombre del siglo XX!, ignoraba que la acción del lobo no tiene nada que ver con ética, es sólo un comportamiento de supervivencia y adaptación. Similar caso pasó con los chimpancé, Hollywood ayudo a la imagen de seres amables y cariñosos, a la manera de la Chita de Tarzán, el hombre se sentía más tranquilo de tener unos parientes así, luego las últimas investigaciones dan cuenta de seres de veras feroces sanguinarios, armas de matar. Pero ni lo uno ni lo otro, los chimpancé son lo que son. Ni amables ni sanguinarios, es el hombre el que no puede salirse de si mismo. (Temo que si fuésemos más rigurosos, la imagen idílica de la India se caería tal como la del chimpancé)
La ballena se ha ganado su espacio en nuestros corazones (claramente cosa que no se ganó el pollo que esta servido en la mesa) por que nos muestra nuestro egoísmo, nuestra obsesión (inconsciente) por lo humano, igual que los Krishnas que razonan desde el hombre (¿de donde más podrían razonar?). Respetan la vida, aunque no tengan claro que es. Hay que inventar un Dios (siempre se inventa un dios primero que nos diga que hacer) para que nos ordene las especies, para que nos ponga la mesa.
Nosotros dada nuestra naturaleza occidental debemos pensar, igual que los chimpancé deben masacrar, debemos seguir nuestra estructura humana que es variable y rica , por eso se habla de oriente y de occidente, negarse a pensar las cosas es no afrontar nuestro orden.
"No como nada que tenga rostro" dice un slogan ecologista por ahí. Cuando lo vio una lechuga se tomó la cara. Cada vez que defendemos una ballena con pasión y ternura (y no con matemática) es cuando más afirmamos el cogito ergo sum y paradójicamente es cuando más nos distanciamos de su mar.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

354'857

Vivir en Con Con escuchando a John Coltrane por el resto de la vida

46565

Crear otros mitos en la población aparte de que la cocaína es pura
(Reemplazar la chicago chica, por la Florencia chica)

5445

Jamás entrar a una conferencia sobre Heidegger

3278346

Ser un comerciante minorista
aguantar hasta lo imposible el precio del pan
vender el fideo suelto.
Morir piola
sin gritos
ni micros ni banderas de clubes infantiles

36475

Amar a los comunistas.
Comprarles empanadas en su fonda

46540

No olvidar jamás que uno es hijo del overdrive.

4645

No encontrar razones,
sólo callar,
no hablar, ya se ha hecho mucho, y tampoco no hay nada que hacer.

45678

Tratar incluso bajo hipnosis de acordarse de algo de la escuela
saludar siempre de mano a los vagabundos

37545869

Amar a los verdaderos patriotas.
Los comediantes

86543

No temer por la indiferencia a Fellini.
Leer con delicadeza
un poema de Michael Stipe

4645

No sobrevalorar los puertos
Ni minimizarlos
El sonido es lo único que navega.

343748

Tratar por enésima vez que el organismo tolere la marihuana
Probar métodos naturistas,
Cualquier cosa que denote urgencia.
desconocerse a nivel celular.

5674546

Dibujar siempre, a cada instante como si fuera lo único cuerdo
Reposar en los balcones de la química.
Administrar las metáforas con la misma precaución del contador de una firma irresponsable

566868

No asociar a los muertos las ideas.
Cuidar las plantas.
Escuchar a Oasis solo dos veces al año.

90854

Jamás tomar la Universidad en serio.
Una especie de alojamiento para pasar la nubada.
No creer en el cero maya.

12895

Jamás involucrarse en el arte.
Ni pintar paredes. Si romper el cristal, de preferencia con una guitarra prestada.
Hacerse el cuerpo de nuevo.
No temer al útero. No tener jamás automóvil. Ni casa. Ni JABÓN TERAPEUTICO.

8989898

No creer en las lluvias, disfrazarse de pascuero y monetizar la navidad, inflar globos.
Reír (sólo)
Ser capitán

{---]

No subirse a las micros. No destruir más que su propia casa. No pedalear. No acariciar. No secuenciar amores. No Fustigar perros irritables. No componer. No resucitar.
Si nadar, con blue jeans y al coro del punk infantil.

sed

Valparaíso. Cerro Esperanza, al lado del salón de los Testigos de Jehová, en la botillería, me compro una Heineken. A veces invierto la ecuación, al lado del salón de las cervezas me compro un Jehová.

Amigable a la radio



Día no sol. Auto. Favor. Aquí, Roma. foul. Terapia stalinista.scout oculto del espejo ya dice fuera ya dice sol. Arte de poca monta. Manual Para atrapar peces. Drinking. Vendaval médico. Entrañas saludables. Pequeño asesinato, partiendo por las hormonas. Interior. Rojo, glándula. Mareo de maldad------#”#$%&$%/(.colapso intestinal omeprazol. Cáncer amigable. Descansa. Odio al empire state. Jamás una película de wwwarhol antes de mear. Nuestra sopa maggi , nuestro control, nuestra sal , nuestro organismo. Fumo nuevamente. Comprender=ridiculez. El idioma me lo trapeo, y entonces cago todo.

Radiohead - The Headmaster Ritual (The Smiths cover)

martes, 20 de noviembre de 2007

God




Dios es un concepto por el cual medimos nuestro dolor
Lo diré otra vez
Dios es un concepto por el cual medimos nuestro dolor

No creo en la magia
No creo en el I Ching
No creo en la Biblia
No creo en el tarot
No creo en Hitler
No creo en Jesús
No creo en Kennedy
No creo en Buda
No creo en mantras
No creo en el Gita
No creo en el yoga
No creo en los reyes
No creo en Elvis
No creo en Zimmerman
No creo en los Beatles

Sólo creo en mí
En Yoko y en mí - ésa es la realidad

El sueño terminó ¿qué puedo decir?
El sueño terminó
Ayer yo fui el tejedor de sueños pero ahora he renacido
Yo fui la morsa pero ahora soy John

Y entonces, queridos amigos,
Van a tener que soportarlo
El sueño terminó

sábado, 17 de noviembre de 2007

Helados Americanos: Robert Frank y Jack Kerouac




"Es suficientemente fácil entender que yo, como artista, necesite soledad y una cierta filosofía del 'no hacer nada' que me permita soñar todo el día y trabajar capítulos de ilusiones olvidadas que emergen años después en forma de historias. A este respecto es imposible, ya que es imposible que todas las personas sean artistas, recomendar mi forma de vida como filosofía que se ajuste a cualquiera. En este sentido soy un excéntrico, como Rembrandt. Rembrandt podía pintar a los obreros mientras reposaban el almuerzo, pero a medianoche, mientras ellos dormían para recuperar fuerzas, el viejo Rembrandt se hallaba en su estudio poniendo rayos luminosos de oscuridad en sus lienzos. Los obreros no esperaban que Rembrandt fuera alguien más que un artista, y por lo tanto no le iban a tocar la puerta a medianoche para preguntarle: '¿Por qué vives de esta forma? ¿Por qué estás solo esta noche? ¿Con qué estás soñando?' De la misma forma que ellos tampoco esperaban que Rembrandt se volteara y les dijera: 'Ustedes deben vivir como yo, en la filosofía de la soledad, porque no hay otro modo de hacerlo'.
Así mismo yo estaba buscando una vida tranquila y dedicada a la contemplación y la delicadeza de las cosas, en busca de mi arte (historias, en mi caso) (ensayos narrativos de lo que he visto y cómo lo he visto), pero era también una búsqueda de mi forma de vida, es decir, ver el mundo desde la soledad y meditar sobre él sin verse envuelto en el mismo y en sus acciones, las cuales ya se han vuelto famosas por su horror e infamia. Yo quería ser un hombre del Tao, que mira las nubes y deja atrás la furia de la historia (algo que ya no es permitido después de Mao & Camus) (pero llegará el día).
Pero vamos a los detalles, que son los que dan vida a todo esto.”
(Jack Kerouac)



Con mi escaso tiempo al hombro partí al museo de Bellas Artes a la exposición de uno de mis fotógrafos favoritos Robert Frank. Es extraño encontrarse con esas fotos, las he visto cientos de veces , ahora estoy enfrente, soy un simple admirador alejado de la opinión estética. Frank no parece tanto un beat como un hombre sufriente, si todos los fotógrafos por entonces buscaban el instante decisivo de Cartier Bresson (yo también lo hice a veces por pura entretención) Frank buscaba el “instante intersticial”. “Intento atrapar de nuevo lo que he visto y oído, lo que he sentido, ¡ lo que sé !.No existe un momento decisivo. Hay que crearlo. Tengo que hacer lo necesario para que aparezca delante de mi objetivo "-Dice Frank en los Americanos.
Los artistas se repelen por naturaleza, a veces eso si, sintonizan casi automáticamente, Robert Frank y Jack Kerouac lo hicieron, miraban su país de forma similar. (Me recuerda también la unión de Richard Avedon y Truman Capote en el espléndido libro “Observations”)
La palabra “triste” en Kerouac se pule, no se define con su significado primario, se encumbra, ya parece un mantra personal que surge en los momentos que quiere coronar. Esa palabra recurrente y musical que Kerouac deja caer sobre el piso solitario y extenso de la nada , es retomada por Frank , ahora la palabra triste se ve. “no se que es mas triste, si un Wutlitzer o un ataúd” dice Kerouac en el prólogo del celebre libro de Frank “Los Americanos”.
Diane Arbus hablaba de él como un tipo desgarbado, con sus rollos fotográficos desparramados en sus bolsillos. Caótico. En ese sentido Frank da un giro a la fotografía de su tiempo, la desgarba , la desenfoca , la desencuadra , la despreocupa. No en el afán de la ruptura fácil , sino en un ejercicio de deconstrucción de la imagen fotográfica. Frank fue para la foto lo que John Cage para la música.
Me zambullí en ese barrio del parque forestal, que esta tan obsesionado con el arte que lo hace parecer un poco ingenuo. Fui , vi y me vine. Un acto . Una foto que se borra (ahorra). Me enfrenté al poema gris.
La gente andaba ansiosa, los jóvenes trataban de explicarles a sus mujeres con chistes fáciles de la actitud que se debe tomar en un museo. Los ancianos se sentaban aburridos, los niños pulían el piso. Escribí esto sencillamente por que le debo a Kerouac el postre de la vida o sea mi presente.
Se hace tarde ¿Por qué terminar esto con un bello violín de palabras que cierre con coherencia Aristotélica? Vi a Frank héroe de la fotografía, tal como yo descalzo con mis amigos pisando el asfalto hirviendo de la juventud, solos, locos y protegidos solamente con nuestras botellas del camino (y una cámara de vez en cuando que registraba los ceños despreocupados de vida). Si una fotografía esta de por medio, todo esta dicho.

galería de fotos


viernes, 16 de noviembre de 2007

Fotografiar



Yo quiero el olvido, cuando me olvido de mí, fotografío. Buda es una mantequilla al sol, un ángel voyeur.
Disparo el obturador, nunca se lo que se, encuadrar es dolor. Un guillotina visual. Una natura geométrica. La realidad pide desbocarse. Atraparla es una ingenua insolencia. El hombre juega al tiempo, juega a que nace. Ver un retrato infantil es decir: al paraíso se llega sin córneas, o sea se llega niño. Las personas piensan que atrapándose vivirán, verse viendo, atraparse atrapando, pero uno cuando realmente se ve, pierde lo que sujeta al sujeto.
La poesía visual es más que una difícil flagelación al pacto del hombre con sus dioses. Creer para ver. El ciego hace de las “ideas” sus ojos, en rigor nunca ha existido un ciego. Todo al final se ve.
La fe es de linaje fotográfico. Pide no ver. Esencialmente pide prescindir de los instrumentos básicos de la vista. El fotografiar es diametralmente opuesto al ver. La fe odia la vista -tacto.
La luz es el mandato, la vista la monarquía. El conocimiento el ejército. Con los ojos derretidos por el sol se cae a la “imagen”. El cielo es pura luz sin contexto. Cada fotografía transmigra, reencarnarse es básicamente reencantarse.
La fotografía entra justo en el momento del agotamiento total del hombre, que a su vez es el agotamiento total de dios. Imagen y semejanza quiere decir Imagen y desconfianza. El Apocalipsis es sólo una ventana abierta. El hombre fue solo una fotografía de un ciego obsesionado con la luz.
Morir es saber.

Radiohead- All I Need



Soy el próximo espectáculo
esperando en el ala
Soy un animal
Atrapado en tu auto nuevo
Soy todos los días
que eliges ignorar

Eres todo lo que necesito
eres todo lo que necesito
Estoy en la mitad de tu cuadro
acostado en las hojas

Soy una nube de polillas
que solo quiere compartir tu luz
soy solo un insecto
tratando de escapar a la noche

tu solo estás a mi lado
porque no hay nadie más

eres todo lo que necesito
eres todo lo que necesito
Estoy en la mitad de tu cuadro
acostado en las hojas

está todo mal
está todo bien
está todo mal

martes, 13 de noviembre de 2007

Edwyn Collins - A girl like you



Nunca había conocido a una chica como tu
Como una canción de tiempos pasados
Llegas tocando a mi puerta
Y nunca conocí a una chica como tu antes
Me diste a probar y ahora quiero más y más
Ahora mis manos sangran y mis rodillas heridas
Ahora me tienes arrastrándome por el suelo
Y no había conocido una chica como tu
Me hiciste conocer el demonio en mi
Espero en dios estar hablando metafóricamente
Espero hablar alegóricamente
Se que estoy hablando de la forma en la que me siento
Y nunca conocí a una chica como tu antes
Nunca, nunca, nunca, nunca
Nunca había conocido a una chica como tu
Este viejo pueblo ha cambiado tanto
No siento que pertenezca aquí
Hay demasiados cantantes de protesta
Demasiadas canciones de protesta
Y ahora llegaste tu
Si, llegaste tu
Y nunca había conocido a una chica como tu

sábado, 10 de noviembre de 2007

De focas y Pokemones



Dos niñas adolecentes se sientan frente a mí en la micro, como sólo había un asiento disponible una arenga a la otra para que se siente en su falda, se coquetean y hablan desvergonzadamente de todo , de la regla, de los pitos o de lo asqueroso de la Nueva Ola. Me miran desafiantes, esperan que a lo menos las repruebe con un guiño , que las aborrezca, pertenecen a esas nuevas tribus urbanas adolecentes, yo las miro sin emitir juicios , en realidad mi cabeza estaba tratando de solucionar otro dilema.
Me acorde que había leído tiempo atrás que ciertas especies de focas árticas duermen a lo mas tres minutos seguidos , ya que su habitad es muy peligroso, o sea su eterno sueño interrumpido las obliga a vivir constantemente afuera .Eso es una de las cualidades que diferencian a los animales de los hombres, mientras los primeros viven en un constante “afuera” ya que el mundo para ellos es un eterno peligro, un eterno sobrevivir que los obliga a estar en una inquebrantable alerta, el hombre puede interiorizarse, relegarse. Irse a su interior, prescindir en parte del eterno mundo hostil. El adolecente es parecido a esa foca de sueño intermitente, necesita, para sobrevivir a ese bombardeo hormonal, residir afuera , constantemente prueba al mundo , tantea reacciones, provoca y trasgrede. Esas niñas necesitaban de su combustible que era mi cara de rechazo, ellas eran lo que llaman curiosamente “Visual”.
Como no notar ese gesto “vichual” como le dicen si yo también tiempo atrás me vestí de todos los colores posibles, que seguía a ese Transformer de Lou Reed que ahora me parece horrendo cuando se pintaba, (al contrario de Bowie que cuando no se disfraza parece precisamente que esta disfrazado).En la música pop el adolecente entre mas visual se va transformando en menos auditivo. ¿Como confiar en su gusto musical, en sus criticas, en su ropa? Recuerdo esa anécdota de Bono que quería nombrar a su disco Pop Pour homme , o sea pop para hombres (en su sentido genérico) , para así alejarse de ese espíritu adolecente, un juego irónico radical que por supuesto ninguna compañía disquera le aguantaría.
Recuerdo con esto mi adolescencia, en mi liceo, cuando con una gran conquista de espacios y en una muy imaginativa jugada para esa época, el centro de alumnos consiguió, en un liceo que no se caracterizaba por otorgar grandes libertades, que los alumnos que quisieran llevaran un casete con su música para, a modo de dj , ponerla en los recreos. Me sorprendían los compañeros que llegaban con su música, desde Danzig hasta Erasure. Desde Motorhead hasta Jimmy Somerville. Cada estudiante que lograba poner su tema en el recreo a todo volumen se sentía orgulloso de su estilo, como cuando en las olimpiadas se entona el himno nacional. Por que mas que escuchar música cada uno predicaba cual era el camino a seguir (y cual pifear). En cada canción se exhibía una declaración de principios, una bandera. Escuchar música, era algo secundario, lo principal era un gesto diplomático, dar a conocer su respectivo “país”, su estilo, su “Vichual”. Ahora comprendo lo que el otro día me dijo un amigo y que yo en primera instancia lo encontré un poco obtuso : “No te puede gustar todo” -dijo, confieso que pensándolo mejor creo que tenia razón, ahora comprendo por que en mis tiempos escolares jamás llegue con mi cassetito para que el encargado del centro de alumnos lo pusiera por los potentes parlantes y esperar que la audiencia fuera benévola con el himno de mi país sónico. Me gustaba todo. Y eso quizás mas que una virtud habla de un gusto estético hambriento pero débil. Me sorprendí tanto cuando escuchaba a DRI como cuando venían los Wailers. Ahora cada vez me gusta menos todo. La música muere sin entusiasmo y el entusiasmo muere sin unos países sónicos debidamente marcados. Ahora ya no soy el pendejo inquieto que devoraba cuanto casete y vinilo coleccionable se me presentaba, que grababa el especial de la radio y lo esperaba con el nervioso dedo atento al REC. Que después se sorprendió con los cassetes regrabados directamente del Vinilo del persa bio bio con una fidelidad celestial con respecto a los cassetes corrientes. Que se gastó lo que no tenia por las Sesiones del señor John Peel. Que adaptó como un carpintero profesional la repisa de cassetes en una nueva para los CD. Ahora se puede llevar todo “nuestro país” , en un ipod, pero ya no interesa, ni el novedoso juego marquetero de Radiohead al comercializar su nuevo álbum sin compañías intermediarias llama la atención. Soy de esos vagabundos que no participa de esos artificiales gestos anti-mercado, de nada nuevo en cuanto a marketing virtual. Solo recojo lo que bota la ola. Bajo música en el tarro de basurero, como lo que puedo y lo demás lo boto.
Cada nueva adolescencia necesita el recreo para poner su música, pero no hay tanta gente como yo que este dispuesta a escandalizarse.
Ya era hora de bajarme de la micro, las adolecentes casi gritando dicen que hoy en la noche se reventaran hasta morir, el bus entero va un poco choqueado, comprendo que es hora de darles una mirada de desapruebo, ellas me miran como satisfechas, como cumpliendo su objetivo. Soy mayor y debo desaprobar los insultos, las drogas y el poquerock. Ellas me miran al pararme y se desconciertan, olvidé que andaba con una polera que había diseñado hace unos días y que sorprendió a las “Vichual”. Olvide por que iba sonriente como idiota todo el camino, había estampado en mi polera la sentencia: “Menos Platón y mas Prozac

jueves, 8 de noviembre de 2007

Pensamiento y Geografía.



Existen dos libros importantes para comenzar el estudio de la influencia geográfica en la configuración del pueblo “La tierra y la evolución Humana” de Henri Lefebvre y “El Mediterráneo en tiempos de Felipe II” de Fernand Braudel , aparte de los aportes de Geógrafos como Vidal de la Blanche, que veía a la Geografía como "verdadera ciencia de las relaciones del hombre y la naturaleza: relaciones presentes o antiguas y pasadas"
Sin caer en un determinismo estricto, el clima, el relieve, la latitud, en suma la geografía influye notoriamente en el pensamiento y el ethos de los pueblos.
Descartes cuando fue invitado a ser el preceptor de la reina Cristina de Suecia deja su tolerante hogar en los Países Bajos, (mucho más confortable y seguro para hacer ciencia que su conflictiva Francia natal), para viajar a Suecia, “el país de los osos, de las rocas y del hielo”. No soportó el frio de esas latitudes y enfermó de pulmonía hasta morir. Su carácter no se acomodaba a esos lugares “donde los pensamientos de los hombres, parecen, como el agua, metamorfosearse en hielo”.
El clima para los pensadores antiguos era de una vital importancia para su desarrollo. Nietzsche era un barómetro humano que necesitaba de la meridionalidad de Europa para aminorar sus ataques de nervios.
Muchos historiadores ven un desplazamiento occidental de los focos de poder, ya sea políticos o intelectuales (traslatio imperium), desde Oriente , pasando por Grecia, Roma y la Francia de Carlomagno hasta la España de Carlos V, (irónicamente esta traslación se establece hoy en la "Nueva Amsterdam Capitalista"). Y de ahí arrojarse al mar Atlántico, el poder dinámico desplazándose de la mano en espacio y tiempo. De hecho el mar Mediterráneo que acogió la civilización antigua pierde en parte su vigencia al abrirse el tráfico ultramarino hacia el nuevo continente.
La Rusia de las estepas que en sus tiempos remotos sirvió de corredor para los pueblos esteparios, indoeuropeos, configuraron su visión cósmica. El Guerrero, siempre al galope tenia como límite en esas grandes estepas solo la bóveda astral, su cabeza siempre erguida le obligó a crear un panteón celestial, que dió posteriormente origen a toda la teodicea, de Zeus hacia abajo (al contrario de las tribus matriarcales, agrónomas) . Posteriormente la Rusia “moderna” siempre un territorio abierto tuvo que redoblar su obsesión por su seguridad, por la constante amenaza de invasión como también su obsesión por una salida hacia los mares cálidos que llevó a Pedro el grande a insistir en una occidentalización técnica y de crear una importante flota marina.
Por otro lado los atenienses tan cosmopolitas, se permitieron el cenit de la filosofía en un pueblo abierto, comerciante, árido en lo agrónomo pero fértil en las transacciones , en su incipiente “industria” .
Existen relaciones complejas en tanto a las posibilidades de ocio en relación con el pensamiento y esto a su vez en relación con la agricultura. Cultivar arroz no es lo mismo que cultivar maíz, el tiempo y dedicación que requieren conforma el ocio, la posibilidad de pensar y de afrontar la existencia en una distinta visión cósmica, así los aztecas y los chinos con el maíz y el arroz respectivamente disparan su pensamiento en divergentes direcciones.´
En Chile ya hable sobre las geniales relaciones que establece B. Subercaseaux entre Geografía y carácter. Chile vive en una especie de pasillo. Acurrucado entre montaña y mar. Padeciendo de casi todos los bioclimas posibles, trata de generar un Estado entre distintas “naciones climáticas”.
Es curioso observar esta verdadera geografía de los pensamientos, da para reflexionar. Por ejemplo Sócrates al contrario de los sofistas que eran unos viajeros natos casi no salió nunca de Atenas al igual que Kant que tampoco salió nunca de su gélida Königsberg, ambos paradójicamente tendieron a pensar universalmente, prescindiendo en distinta forma del mundo. Pareciera que a mayor quietud mayor tendencia a la universalidad. Pero un imperativo abstracto puede aunque tangencialmente tropezar con la geografía. Lo supo Alejandro Magno como también los romanos, que eran autores por esencia. El término etimológico de autor viene de “aumentar el territorio”. El que aumenta. La conquista, como la Pax Romana surgen más que de un imperativo, de una necesidad de exhalación geográfica. Cada pensamiento es una exhalación geográfica, donde el quietismo tiende a la universalidad y el aislamiento al empirismo. Ortega explica genialmente a Kant por su ser septentrional, fruto del temor filosófico, el idealismo surge como un temor al mundo de las cosas, al contrario dice él de los meridionales, los griegos se relacionan con las cosas abiertamente, en una relación mas heroica del mundo, sin temor. El español es heredero de ese clima meridional, el español es un hombre sin imaginación, un esclavo del mundo y de las cosas.
El desarrollo del arte por ejemplo, sería paralelo a la historia del pensamiento, primero pinta cosas, luego sensaciones y finalmente ideas. Curiosamente en Geografía pasamos de una localización efectiva a una localización relativa, que tiende a ser “mas ideal”, la distancia sufre y finge, el término de aldea global representa esa contracción geográfica, la relatividad espacial abierta por los Mass media. Si en su origen el impulso de conquista era exhalación geográfica, territorial, ahora es una inhalación, una virtualidad espacial. Si en el mundo antiguo el capital “viajaba”, ahora se virtualiza, se vuelve impalpable,Metageográfico.

martes, 6 de noviembre de 2007

Syd Barrett- Word Song



Manchado, glauco, glicerina, oro, abrigo, trébol
Oro, local, existencias, estilo, comida, salvaje, nacional, lago, bandera,
Válvula, giroscopio, juego
Calor, helio, plomo, desnudo, estado, invento, medieval
Refracción, facción, ultra-acción,
Cazador, interés, bala, mercado...

Cargas, líquidos, neón, calentadores, mandíbulas, selva
Cañerías, señal, cuchillos, cocina
Lingote, cariñoso, espejo, molde
Miceneo, foso, amapola, goma,
Radar, andrajos, azúcar, hongo
Plata, jarra, hojalata, remolacha,
Zanahoria, ébano, fruta, cobre, seda...

Alfombra, distante, pigmeo, oculto, manada,
Madera, pudín , paja
Lluvia, salpicadura, rampas
fuera del mapa, abertura
Volcán, vano, naufragio, táctica
Maremoto, arcos, valle, mano
Inflexión, impresión, telar, ultimo, fundido
Tú ,abuela, cita
Rayo, señal, Irlanda, coral, frío