martes, 16 de septiembre de 2014

Diario



“Llevaba tiempo trabajando en el libro, pero no encontraba la forma adecuada de tirar adelante. Un día me puse a escribir de manera embarazosamente confesional, contando cosas íntimas de las que nunca había hablado antes…
Había en el texto una energía infrecuente. Abordaba una intimidad de la que se supone que no debe hablar una novela...
Existe placer en el hecho de leer sobre vidas ajenas, pero también en el de contar la tuya. Narrar tu propia existencia resulta casi lujurioso. Y, como toda lujuria, viene acompañada de culpa y de vergüenza. Por lo menos, eso es lo que he sentido yo…” (Karl Ove Knausgård)





El domingo salgo a caminar al parque forestal para controlar un poco la misantropía . Creo que el sistema cada vez entrena mejor a las personas para ser más solitarias y aburrirse rápidamente con cualquier acto repetido y gregario, lo prepara para ser un individuo radicalizado, exigiéndole al universo su propio poder sobre las cosas y la historia , fantasía que solo el moderno se permite.
Por ejemplo, uno ve las mismas batucadas domingo a domingo, las jóvenes colgando de sus telas , hippies vendiendo accesorios para fumar mejor marihuana, familias felices que inundan el barrio cultural con niños en sus hombros , los helados que se encuentran entre los 25 mejores del mundo y que se llenan de novios que quieren sentir ese récord, imitadores de orientales ensayando sus coreografías que les avergonzarán cuando adultos , bandas de música folclórica aplaudidos ordenadamente por la misma gente que sigue aplaudiendo cosas durante el día, anticuarios expertos en soltería , libreros serios y vanidosos , gente queriendo participar, aunque sea de extra, en el colorido mundito del arte. El museo se llena de padres entusiastas que pretenden dar de pequeños una educación cultural a sus hijitos, que solo quieren correr, jugar y mear. Los miramos con envidia, no podemos creer que con sólo esas tres cosas tan simples ellos puedan ser felices, y entonces sentimos que ya no se necesitan museos.
Es como si la realidad, lejos del flexible mundo virtual que se moldea plásticamente , fuese una sola y la misma semana tras semana. Y además, esta realidad rígida y grisácea, solo se pudiese arrendar unas pocas horas para parecer más humanos. El domingo justamente es el día donde se arrienda realidad.
En la antigua mitología del amor se le llamaba "Nonchaloir" , “los indiferentes” a esos seres llenos de libertad egoísta y amor propio, pocos preocupados de lo que el vulgo realizara, hiciera o dejara de hacer. Hoy se ha extremado este asunto, en Japón están los “Hikikomori” personas que sufren de un llamado "aislamiento social agudo", estos pierden completamente las habilidades sociales y viven totalmente recluidos. Así Tokio está lleno de enfermos del síndrome del individuo, un invento de un francés del siglo XVII que filosofó, con un poético juego gramatical, que nada externo es seguro. "Je pense donc je suis".Pienso luego Tokio...
Recuerdo a Peter Handke cuando escribe en sus diarios, que le daba una especie de ataque cuando veía a alguien conocido en la calle, o Claudio Bertoni que protestaba por que la playa donde vivía se llenaba en verano de turistas , ya que a él le servía en invierno, donde sólo habían gaviotas. La muchedumbre violenta, la soledad fortifica.
Le pregunto en un almuerzo a un joven pintor , ¿y cómo va la amistad a los cuarenta años? Me dice: "no tengo amigos (uno quizás que se rehabilita y eso lo hace apegarse) , es que amo tanto estar solo"... con una expresión de orgullo infinito en su rostro. Me encuentro con otro amigo en el GAM que me dice sonriente “aquí ando, matando el domingo y como tengo vacaciones esta semana tendré que matarla también , por lo menos este domingo ya lo tenemos medio muerto”, anoto esas maravillosas frases, parecieran venir de Jean Dezert, esa novela que habla de los domingos de un suicida. En esta novela su autor Jean de la Ville de Mirmont , escribe : "Cuando Jean Dézert resolvió suicidarse, escogió un domingo a fin de no faltar a la oficina"

Sería un buen título para otro libro: “La soledad que no avergüenza”
La realidad no basta, esa es la consigna, nunca ha bastado, solo que ahora la técnica ha dado una mano, por eso en el centro comercial veo cuanta gente consulta su teléfono móvil y con qué frecuencia , es impresionante y no dan ganas de seguir investigando por que genera una especie de angustia.Pensar con horror , que todas esas mentes no están completamente allí, y que sólo se desactivan del mundo virtual para desear y comprar…
El universo paralelo cada día está más sano, mientras la realidad solo parece un viejo VHS que se arrendó a un Blockbuster casi en quiebra. El domingo dice la leyenda , los hombres actuaban de reales…





Es increíble el lenguaje de Instagram. Profundizo mas sobre el. Es como la revolución que instauró la revista Life en los cincuenta.Quitando texto escrito por el relato de la imagen misma. Por ejemplo veo una joven culta, lee libros increíbles, pero tambien es bella , entonces no pierde la oportunidad de tomarse fotos con el libro cerca de sus hermosas piernas. En Instagram el texto ya perdió. Todo es puro cuerpo narrándose a si mismo. Es todo bello.Es Epicuro en su jardín, es placer sin necesidad de ser narrado.





El otro día caminando de madrugada cerca de San Diego, vi que en el segundo piso de un antiguo edificio, habían luces de colores y un grupo de jóvenes cantaba esta canción, locura total, pero se la sabían. “Tienen cultura Beatles” , me digo, sino no se sabrían las letras del disco RAM de McCartney . Pienso que es una fiesta comercial, ¿quién pone luces de colores en un simple cumpleaños?, pero no, es solo un grupo de jóvenes, amigos y amigas, amantes , felices . Pequeña nostalgia y melancolía de fiestas así. Ganas de entrar, pero me doy cuenta que uno no puede participar de todas las fiestas maravillosas que pasan por el lado. Ya fue mi tiempo quizás , muchas fiestas , ¿para que una más? Pero antes de alejarme solo en la noche silenciosa, me detengo en el coro, sonrío solo, para mí mismo y escucho:

“Hands across the water, heads across the sky….”

Qué lindo que todos tengan derecho a los coros que forman amores , a la locura que salva la vida…





Llego hasta Lo Curro en bicicleta y me apuno , yo fui criado en la cota -200 , además de sufrir pequeños infartos con las mujeres. Un ciclista en el semáforo me comenta con una honestidad brutal: (los ciclistas siempre sienten que tienen el derecho y el deber de entablar conversaciones con otros ciclistas en los semáforos) “Ni una weona fea por aquí weon” (sic) me dice , yo no puedo más que confirmar y apoyar su tesis con un simple, alegre y cómplice “eee” . Llega el verde y él se va con una sonrisa maligna en su rostro , como quien ha lanzado una verdad milenaria y siente que no tiene por qué decirlo con delicadeza de tan verdad que es…



"Hago por la familia lo que tengo que hacer: es mi deber. Lo único que me ha enseñado la vida es a soportarla, nunca a cuestionarla, y a quemar en la escritura los deseos generados. Se me saltan las lágrimas cuando veo una hermosa pintura, pero no cuando miro a mis hijos. Eso no significa que no los quiera, porque sí los quiero, con todo mi corazón, sólo significa que el sentido que proporcionan no puede llenar una vida..." (Karl Ove Knausgard. "La muerte del padre")


Que horrible y cansador es escribir, como destruye toda la vida que uno ha construido sobre símbolos simples, para ficcionarlo todo, para después caer en una incertidumbre feroz de la propia autodenominación. Conócete a ti mismo- dice el mandato griego ¿Qué soy? antes no lo sabía. Ahora no solo no lo sé, si no me obligo a no saberlo jamás, a esconderlo. Texto y tejido viene de la misma raíz etimológica. No hay posibilidades de conocerse jamás, téjete a ti mismo, textualizate que es a lo más que puedes llegar…Abrigarse, trenzarse, entrelazarse con la vida, esta no adquiere coherencia hasta la narración, y cuando uno cree ver personas caminando día a día por la calle , no ve más que apariencias , historias, narraciones, intentando enlazarse a algún soporte. La vida nuda , en bruto, previa a la narración , no pertenece más que al reino mineral.
Un hombre me dice- la otra vez peleamos, pero quizás nos sigamos viendo en eventos literarios o cosas en la ciudad, arreglemos las cosas. Le contesto no hay problema, guerras necesarias para la auto comprensión de los límites , además este que ves enfrente tuyo no es real. Soy real en otra parte, un texto por ejemplo.
La presencia es tan cansadora, la personalidad tan miserable, incluso la marca de vivir ya está fatigada, la identidad no comparece si no hay burocracia de por medio: económica, romántica o educacional, pero burocracia al fin y al cabo , uno vez sumido en ellas , la identidad, siempre estructurada con crueldad, se relaja y se deja ver . Transcribir sería lo mejor , pensamientos de otros, ideas de otros, como un conductor eléctrico, como la naturaleza que no crea nada sino es la creación misma deviniendo , adquiriendo herencia, desarrollando supervivencia a través de conductas extrañas, desapariciones , explosiones, oscuridad, fuerza . No más filosofías, que son estados de ánimo de gente solitaria, no mas escritura que son atolladeros espirituales del yo. Solo algunos reportes de guerra, recuentos de fumadores de opio comunales, escritura sin puntos y comas, como el jazz de los beat. Vida solucionada, cálculos, deporte cívico, sentimientos seguros , esperan siempre al escritor que renuncia y le tientan . La ficción devora y uno no arregla nada, termina perdiéndose. El cosmos es la propia habitación histórica, soportando los embates literarios anónimos de miles de escritores que creen que desde allí pueden timonear al mundo. Pero en la habitación solo se puede dormir. Dormir por cientos de años, el sueño de la gran obra…La culpabilidad y la escritura son incompatibles. Todas nuestras ordenes históricas las hemos recibidos de textos. Quizás podamos hacer cosas nuevas, directamente de la conciencia, sin mediaciones, éxtasis, suspensión del juicio, juego. El ego no muere pero se puede arrendar a la locura...
Cada vez que me pienso en Jack Kerouac recuerdo mi misión, ingenua de tan simple: pon atención a las palabras…son santas…






"Ayant peur de mourir lorsque je couche seul." "Con miedo de morirme cuando duermo solo...” (Stéphan Mallarmé. "Angustia")





Como se ha dicho, el amor y la tos no pueden ocultarse. Incluso una pequeña tos. Incluso un pequeño amor, -dice Anne Sexton …Pero el nuevo tipo de monacato dice : amar a alguien en silencio, estudiar cómo se desarrolla ese silencio, como sobrevive y se inmiscuye en la vida, sentir la belleza interna que se produce al soportarlo...







Me veo por cosas del destino en una conferencia, reunión y desayuno, de ejecutivos. Antes de llegar allí, paso por fuera de la librería Takk en providencia y veo en sus vitrinas “El mundo como voluntad y representación” de Schopenhauer, me genera una fuerza invisible, una fuerza que hace cualquier negocio del mundo un acto banal. Me acuerdo esa linda broma de Nietzsche cuando describe una foto de Schopenhauer, al cual vio con un botón mal abrochado del chaleco, porque en el fondo el mundo le importaba una mierda.
Todos los asistentes son mucho más inteligentes que yo (en el sentido de esa inteligencia ingenieril que se adapta a leyes para solucionar problemas prácticos de la vida y principalmente de esa solución extraer los mayores beneficios económicos) , pero no justifiquemos , muchísimo más inteligentes que yo y punto. No hay espacio, ni tiene porque haberlo, a preguntas por el sentido del mundo, como tampoco lo hay cuando uno juega un partido de fútbol, así que no tendría porque exigirlas. Aunque uno siempre cree que las preguntas , las grandes, deben interferir en todo actuar humano. Probablemente soy el más tonto de los asistentes, el más inocente y el más inofensivo, es decir vengo en busca del la pregunta por el sentido.
Es increíble el léxico en que hablan, anoto : inputs, spin off , one man only, star up, momento de verdad, etc. y lo hacen con una naturalidad tal que parece como si estuviesen diciendo “te amo” . Además usan otras frases que parecen filosóficas. “Lo importante acá – dice el joven ejecutivo- es si nos vamos a equivocar, hacerlo rápido y barato...” , y otra: “control implementado, control desafiado”.
Tiempo atrás leí un estudio sobre las virtudes y beneficios del capitalismo, este genera una innovación, diversificación de proyectos y un avance tecnológico que ni el mejor y más ordenado sistema socialista lograría jamás. Pero uno siente que al final de esa compleja ecuación, hay un cuarto vacío sin ninguna pregunta grande, es como terminar un gran desarrollo de algoritmos para responder a una necesidad tan animal como tener beneficios económicos. Igual como los quiere el asaltante, el peluquero, o el vendedor de maní. Eso sí los medios con que se generan riquezas en su avance van dejando una infinita gama de inventos tecnológicos, soluciones magistrales a problemas que nunca se habían planteado antes, y cuando se imponen en el mercado, riqueza económica. Además y esto es importante, generan una mayor “calidad de vida”, desde avances en tratamientos odontológicos, productividad minera, monitoreo de predios de agricultura con droides, utilización de los google glass en las industrias para monitoreo en tiempo real de todos sus funcionamientos , hasta desarrollos de medios de comunicaciones enfocados al ocio y el apaciguamiento de la desesperación como facebook. (Eso sí curiosamente se desarrolla una mejor calidad de vida sin habernos preguntado previamente que mierda es la vida)
Salgo de la conferencia y veo un jardinero cortando el pasto al lado del hotel donde se había dictado. Es emocionante ver a ese hombre solo con su tijera, haciendo de ese jardín una belleza que nadie de la empresa que allí se aloja reconoce como debería.
Pienso, Wittgenstein era ingeniero aeronáutico, luego los complejos problemas matemáticos y la desesperación lo llevaron a la filosofía, pero ni siquiera esta le quitaba la angustia, entonces por un tiempo se hizo jardinero.
Queridos e inteligentes ingenieros, nos pueden decir , en una conferencia o reunión de negocios ¿bajo qué algoritmo ocultaron para siempre el sentido de la vida?...






Bajo corriendo por calle Santa Isabel. En contra, por la ciclovía dos niños se acercan en bicicleta, cuando pasan a mi lado ambos estiran sus manos para chocarlas con la mía al paso. Chocamos las palmas. Para mí eso es el mundo y por eso me encanta , ni mas ni menos, ni trascendental ni hipermaterializado, solo signos de afecto , espontáneos , cotidianos, asombrosos siempre...






Pasar por fuera de un restaurant carísimo del barrio Italia, con sus sillas impecables, baldosas italianas, gente muy hermosa y conversadora, mientras de fondo sonaba "Strangers in the night" de Sinatra, (que llenaba toda esa terraza de un glamour gastronómico sin precedente y yo solo con el ruidito de lentejas en mi estómago de Chaplin ), me hicieron comprender un poco más el mundo , la comprensión radicó en esta frase : "pasar por fuera e igual estar condenado a disfrutarlo"





Es terrible el monstruo del amor, por más que uno tenga un "entrenamiento" sentimental, literario, cinéfilo, experencial, siempre está como en el comienzo , sin armas, sin estrategias, sin defensas. La vida del sentimiento siempre es heroica...


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