lunes, 2 de junio de 2008

¿Porqué mas bien la no-verdad?


No hay ni hombre ni sujeto, sólo Frónesis, la verdad en el saber práctico. En el martillar se ilumina el martillo, todo esta actuando.

Las palabras no son más que lazos tratando de atrapar toros invisibles. ¡Que empresa mas exasperante con la que tiene que lidiar el hombre!, ¡El logos!

Todo lo criticable me supera infinitamente, por eso me recibe, sólo distribuyo panfletos contra mi inconsciente. Lo único valioso en sí, es haber desenchufado ese aparato eléctrico que me acongojaba hasta hace poco, la Theoria. Entonces es cuando la vida respira en toda su originalidad.

Toda representación agarra un significado imborrable, el Cristo de niño, -por lo demás el único válido- ese de la película de Zeffirelli , se transmuta en el diabólico y agudo amigo de Nietzsche: Paul Ree, en la película de Liliana Cavani “Más allá del bien y el mal”. ¿Que hace mi Cristo sufriente corriendo ahora tras Lou Salome?, admirando al gran profesor de Basilea, todo es actuar de "imagen", yo no percibo esto, me quedo, con un Cristo-Paul Ree. Justo en estos momentos de mutación judía de Nazaret a Ree, no puedo dejar de admirar a la gran Lou Salome dueña de ambos. He terminado su libro “Friedrich Nietzsche en sus obras”. De primera fuente, algo asombroso y extraordinario. Lou escribe:


“Nadie es menos capaz de aplicar la justicia con tranquilidad y ponderación que quien acaba de mudar sus propias opiniones; y ello no en virtud de puros motivos intelectuales, sino desde la profundidad del elemento “Humano, demasiado humano” que se halla en su propia naturaleza. Ningún pensamiento arrojamos más lejos de nosotros ni con más rabia que aquel del que acabamos de separarnos después de un doloroso conflicto, y frente al que nos encontramos, todavía malheridos y temblando, cubierto de heridas secretas que nuestro orgullo esconde: hay en todo ello un odio que es como eco de un amor inolvidable”



En “el cuerpo” ninguna “idea” genera más fuerza que el, puro fenómeno estético, lo particular e ilusorio ahora es “lo confiable” en tanto que recupera su valor inicial, infantil, bello.

Ya me es tan ajeno argumentar, volviendo todo mito en una pequeña angustia de domingo. Estoy inconexo, pura pasión, instintos, afectos, desde ahí se arma una especie de teoría de la vida, la razón aletea como pez fuera del agua, todo abunda , ¿es mi deber devolver ese extraño pez a su agua? Al "jaquecoso" no le queda más que deambular, porque si hay resaca de embriaguez lo propio sucede con una especie de resaca de Razón.




No hay comentarios: