lunes, 23 de junio de 2008

Edgar Degas


E. Degas, La bebedora de ajenjo, 1876


"Me gustaría perder el juicio con una sola condición: tener la certeza de ser un loco jovial, sin problemas ni obsesiones, jocoso durante todo el día.

A pesar de mi deseo vehemente de éxtasis luminosos, si estuviese loco no los desearía, dado que tras ellos siempre se producen depresiones. Por el contrario, me gustaría que un manantial de luz brotase de mí para transfigurar el universo -un manantial que, lejos de la tensión del éxtasis, conservara la calma de una eternidad luminosa, que tuviera la ligereza de la gracia y el calor de una sonrisa. Quisiera que el mundo entero flotasen ese sueño de claridad, en ese encantamiento transparente e inmaterial. Que no hubiese ya obstáculos ni materia, forma o confines. Y en ese paraíso, yo muriese de luz."

Cioran


Vean como Degas , y lo intuyo (aunque no es difícil hacerlo) se servía de la fotografía para sus trabajos, lógicamente sin restarle méritos a su carácter profundamente experimentador (uno de los mayores a mi juicio junto a Turner , Picasso , Giotto, etc) la primera pintura de las que prefiero de su trabajo es "los bebedores de ajenjo" (o puede ser absenta , ese licor de los poetas parisinos de fines del siglo XIX que tenia efectos narcóticos, Verlaine lo sabía , era su leche matutina) pero es improbable que algún pintor haya hecho ese encuadre anteriormente, totalmente revolucionario , eso de cortar a ese borrachín por los brazos (también ponía músicos en primer plano casi tapando el escenario del ballet, una locura). La mujer esta totalmente ida (algo evidente tanto como sus zapatos, lo más tristes de la historia). La absenta se prohibió por considerarlo un narcótico enloquecedor, pero ¿no fue todo el siglo XIX un gran trago de absenta?

A pesar de ser tildado de impresionista, (estuvo en la primera exposición de ese grupo mágico), no se consideraba tal (y hay razones para pensar eso). En "La lección de baile" tenía un cuidado sumo de la composición contrastando a la preocupación impresionista, en rigor, me refiero a la línea, porque la composición siempre esta, no necesita preocuparse uno demasiado de ella. El gran fotógrafo Walker Evans dijo que la composición es intrínseca al artista, o sea no hay una pregunta elaborada a priori en cuanto a una ley compositiva, la composición se vive, no se calcula, uno lleva (con la experiencia, el trabajo y el tiempo) a "sentirla", tal como uno no se pregunta antes de caminar por la ley de gravedad, Degas compone, pinta. Irónicamente cada ves ve menos por culpa de la luz.

Degas además y es un punto importante (por lo menos para mí) prefería los interiores al contrario de los demás impresionistas que se inclinaban por el plen air. Como todo pintor tenia su motivo favorito, (como los cipreses de Van Gogh , las manzanas de Cézanne, la mierda para Warhol. etc , etc) Para Degas ese motivo estaba en las bailarinas de Ballet. Aunque este en los tiempos de Degas no era lo que hoy significa en cuanto a pulcritud social y estatus, era más bien una oportunidad para las niñas de bajo rango, las llamadas "petits rats". Con el ballet buscaban escapar de la pobreza y los hombres en el teatro, (a excepción de los honestos que disfrutaban del arte), iban solo a mirar piernas y brazos desnudos como también la oportunidad de interactuar con las bailarinas en un espacio llamado foyer de danse. El ballet como esperanza de ascenso social era lo más parecido a lo que es el fútbol hoy para el pobre.

Degas era asiduo a ese espacio, pero paradójicamente nunca tuvo mujer e hijos (no se le conoció ninguna, era célibe diría un juicio apresurado) Decía que no se había casado por que no soportaría vivir con el miedo de que cada vez que terminara un cuadro esta le dijera "que preciosidad".

Su singular paleta, las combinaciones improbables y las sublimes direcciones de la luz, es esa "fotología" la que me cautiva, como se va seduciendo por la luz artificial ,.Anhelaba captar un gesto, la pose precisa (tal como lo percibí en las pinturas bíblicas de Rembrandt). Es solo mirar a esas bailarinas exhaustas, con sus madres como chaperonas al lado, a veces sin rostros, tristes, ambiciosas o quizás solamente buscando un sueño, el sueño que el gran voyeur célibe retrató. Como Beethoven pierde la audición, él ya no ve, es todo color, o sea luz violando todo contorno. Todo luz, toda carencia del órgano amigo. Apolo nos regala las formas, a veces lo olvidamos, las formas surgen de la luz, no hay mayor metáfora de la creación , sin luz no hay forma, no hay moderación de las formas. Degas con la visión destrozada en su último periodo sólo soporta la luz artificial tenue, enfermedad de luz, loco se aprieta los ojos, sólo, sin amigos, sin esposa. Tal como tantos artistas vive su propia "absentización" de la vida. ¡Edgar tanta luz tiende hacia la nada!


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