lunes, 21 de febrero de 2011

Desde la cocina un mundo






Estoy solo en mi antigua habitación, la segunda construida después que un incendio destruyó la primera. Ahora esta habitación no tiene jerarquías es una más, parece una bodega de algo que ignoro . Hay cosas, de eso estoy seguro, pero ni siquiera cosas que amo ni odio , solo hay cosas que se desparraman tal como la naturaleza en invierno. El ruido ambiente es exactamente igual que el que sentía en mi niñez, constantes e interminables ladridos de perros que adquieren todo su poderío en la noche. Han pasado generaciones de ellos, pero ese ladrido infernal sigue ahí. La noche me aterra , es como mi pequeño armagedón y esos perros aullando me hacen sentir en un rincón del infierno.
La vida avanza su comprensión se estanca, una vida comprendida sería una obra teatral, por eso esa oscuridad y desamparo son adictivos, los perros no deben detenerse.


Los sueños no soportan mucho los trayectos, uno pasa de un lado a otro, al parecer en la noche se debe ahorrar energía y el sueño es experto en elipsis . Y una vez dentro de ellos no habrá trayectos, sino situaciones como actos teatrales uno tras otros. De una habitación a una playa de una playa a un edificio . En la vida dependemos muchos de los trayectos , no ahorramos energía, incluso hay vidas que son sólo trayectos.


La noche pasó como todas las noches sin trayectos y con perros perfeccionando su concierto del infierno. Por la mañana ,por primera vez compre esos adhesivos que sirven de recordatorios y que inundan la cocina. Es necesario que las cosas se ordenen y no florezcan, me dije...
Comencé con deleite a llenarlas de mandatos y consejos: "Comprar lavadora y saberla utilizar adecuadamente" (¿hay una ciencia del lavar?). "Limpiar los rincones" , "Leer en serio a Chejov" . "Visitar al dentista con los excedentes de la Isapre, y entre paréntesis (hacerse experto en Isapres es mas importante cuando sufres de cálculos renales que ser experto en fenomenología)".

Me volví adicto a esos adhesivos y pasaron ellos de ser una ayuda memoria de un solitario distraido, a una especie de literatura fotográfica .
Todas mis antiguas mujeres, pasados los años de odio y rencor, podrían y están autorizadas, a seguir viviendo conmigo en mis escritos, pensé . Quizás después de algún tiempo ellas dirán al leer y estudiar mis adhesivos : no debería limpiar la cocina con ese producto, le recomendaría este otro... o siempre le he dicho que encienda la estufa a parafina afuera de la casa...y así susesivamente. Es simpático tener una relación así por medio de esos adhesivos domésticos que no exigen nada más que orden y hagan sentir a la mujer también un cierto orgullo lejano, por ejemplo una opinión como: "que bien que esté comprando plantas y las riegue con dedicación" (y todo esto por que los adhesivos domésticos hablan de ello)


Me he dado cuenta y además he impulsado esto, de que estos papelitos no soportan jerarquías, tanto vale anotar que se debe limpiar la tina con un detergente potente como estudiar francés .Y de paso como post data olvidar por completo dedicarse a la deconstrucción filosófica.


En una escribí ..."comprar en la feria una planta que posea estampa y atesorarla como un ser viviente de elite", luego en otro papel escribí "yogurth yogurth y mas yogurth compañero de por vida. esos si, varía los sabores!!!!". Las acciones y el orden estaban en función de los papelitos adhesivos y no al revés , a veces inventaba acciones sólo para escribir primeramente su mandato. No me sentía bien cuando la cocina estaba limpia de ellos o ya se habían vuelto anticuados. Quise y lo empecé a hacer, exceder el campo de actuación de los papelitos ....la cocina era muy poco para su radio de acción.

"No eres filósofo no tienes ninguna obligación con la filosofía, relájate" puse en la última.
, "lo primero una cocina limpia , y acogedora luego tras ese panorama las ganas por aprender a cocinar vendrán solas..." escribí en una de colores 3M que me brindaba estética y posibilidades mejores en sus adhesivos.En otra escribí "John Cheever a esta hora estaría bebiendo yo al contrario me dedico con el fulgor de los dioses volcánicos a restregar el lavaplatos... siente orgullo de eso y sino lo sientes ve y bebe" preferí sentir orgullo.


Le puse nombre a este proyecto (por supuesto en un adhesivo bien ubicado en mi cocina) le llame: " Una teoría para la organización de la vida basada en textos recordatorios pegables específicamente para su uso publicitario personal (donde yo soy a su vez el publicista y el cliente) preferentemente realizados para cocinas y que no sólo consideran lo casero, sino que también recogen reflexiones , sentencias , epigramas, no olvidando que lo doméstico es su objeto científico ".


La relaciones amorosas del pasado podrían mantenerse con estos papelitos adhesivos o sea expandir su campo de acción, mandarse papeles que no necesariamente ofendieran a su novio nuevo , ya que serían solo cosas caseras, esas cosas que enorgullecen a las mujeres como madurez y avance . Ser un buen cocinero , planchar excelentemente, saber hacer mas de 4 distintos tipos de nudos de corbata. Aprender el arte de la buena combinación en los trajes. etc. ¿Montaigne no escribía sobre las vigas de su biblioteca? yo hago algo más valioso , escribo sobre papelitos adhesivos 3M, y con un objetivo mas real y moderno que conocerce a sí mismo: : una cocina ordenada y limpia.


Las papeles adhesivos excedieron la cocina ahora viajan al trabajo, la universidad, se pegan con maestría en los cuadernos, incluso hay pegatinas con símbolos, paréntesis ....dibujos.... y también vacías , sólo pegadas en un lugar por la belleza de verlas pegadas sin codificación, sin mandatos ni ordenamientos. Es un juego oriental que tal como los egipcios , que necesitaban contabilizar su relación con los dioses para una economía sana , lo mismo hacía yo con los adhesivos , jeroglifos, símbolos y orden doméstico, para agradar a los dioses de la cocina.


Los adhesivos no necesariamente se pegaban, servían para marcar hojas de lecturas en los libros (con advertencias tales como: "cuando cierres este libro te olvidarás completamente de él, la cocina espera, es tu campo de batalla ) también hacer cohetitos de papel (eso sí , viajando con el mensaje en su lomo) incluso como cartas para evitar los preámbulos y falsos diálogos con las mujeres, un día le pegue un papelito a una mujer en la cartera, ella sonrió por que no entendió (después al entrar a la cocina comprendió mejor) el papelito decía una larga frase (por que los adhesivos 3M te dan infinitas posibilidades , papeles cortos, redondos, más largos (para recetas o para órdenes de algún oficinista en Navidad , etc), el papelito decía algo así:


"No romantizar el sexo , pero hacerse experto , un buena noche de sexo , supera a miles de conversaciones y ahorra de hablar todas esas tonterías que te ha brindado tu biblioteca y que no sirven para nada con las mujeres".


La noche se acerca ., ella se lleva de recuerdo (o advertencia) el adhesivo en su cartera , le gusta la idea intuyo, por que ni miro mi biblioteca pero le fascino el orden y la disposición espacial de mi cocina .

Los perros comienzan a ladrar, y los sueños me esperan pacientemente , antes de dormir escribí en el papelito adhesivo que pegué en mi velador . "Soñar y no dejar que estos se salten los trayectos". Apagué la luz, el papel siguió ahí , es mi proyecto, mi hermosa vida, un comandante que me guié en el campo de batalla de la vida, esta ahí con esa majestuosidad militar helénica. Esa noche soñé y sólo tuve trayectos.



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