El lector de Dostoievski - Jan Saudek
“Los libros que se apilan junto a mi cama parecen leerse por sí mismos mientras duermo” (Del diario de lecturas de Alberto Manguel, citado por Vila Matas en Dietario voluble).
Hay muchos lectores por el mundo, como Borges, mas orgullosos de lo que leen que de lo que escriben , al contrario de los que se autodefinen “ escritores” los lectores son humildes, amables , simpáticos, deseando compartir pasiones . Estos lectores no necesitan de nadie, ni de admiradores ni de imprenta, ni de público, intercambian diversas opiniones ya que su virtud no les pertenece implícitamente (aunque si lo vemos bien el que lee es creativo, es un autor inconsciente). Casi nunca vemos al escritor, cuando lo vemos casi siempre nos choca , nos decepciona, nos desagrada…
El lector pierde la desesperación del que ha creado una obra ya que le es indiferente su negocio, es mas su negocio se nutre de conversaciones con otros lectores sin la ansiedad del yo. Es mucho más difícil ser lector que escritor, el lector deberá afinar su escucha para oír los murmullos de la humanidad, aunque el yo del lector esta siempre atento , no se olvida , no es simplemente un sirviente del arte , un cartero de ideas, sino un hermeneuta (hermenéuiei ) del mundo.
Por eso sentimos que los libros se leen solos, no necesitan ya de nosotros ni nosotros de ellos, viajamos juntos, nos desciframos juntos, a no engañarse, porque al final ellos nos interpretan a nosotros. Los libros siguen leyéndose mientras se duerme.
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Hay muchos lectores por el mundo, como Borges, mas orgullosos de lo que leen que de lo que escriben , al contrario de los que se autodefinen “ escritores” los lectores son humildes, amables , simpáticos, deseando compartir pasiones . Estos lectores no necesitan de nadie, ni de admiradores ni de imprenta, ni de público, intercambian diversas opiniones ya que su virtud no les pertenece implícitamente (aunque si lo vemos bien el que lee es creativo, es un autor inconsciente). Casi nunca vemos al escritor, cuando lo vemos casi siempre nos choca , nos decepciona, nos desagrada…
El lector pierde la desesperación del que ha creado una obra ya que le es indiferente su negocio, es mas su negocio se nutre de conversaciones con otros lectores sin la ansiedad del yo. Es mucho más difícil ser lector que escritor, el lector deberá afinar su escucha para oír los murmullos de la humanidad, aunque el yo del lector esta siempre atento , no se olvida , no es simplemente un sirviente del arte , un cartero de ideas, sino un hermeneuta (hermenéuiei ) del mundo.
Por eso sentimos que los libros se leen solos, no necesitan ya de nosotros ni nosotros de ellos, viajamos juntos, nos desciframos juntos, a no engañarse, porque al final ellos nos interpretan a nosotros. Los libros siguen leyéndose mientras se duerme.
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