Romain Gagnon tío de Stendhal le da el siguiente consejo antes de que su querido y soñador sobrino marche a Paris y que el escritor recordó con gran emoción,, tanto que lo reproduce con un cómico orgullo en su libro “Recuerdos de egotismo” y que yo (el de la foto, feo también-) encuentro fantástico :
“Amiguito -me dijo, tú te crees una cabeza privilegiada, estás lleno de un orgullo insoportable debido a tus éxitos en las matemáticas, pero todo eso a la hora de la verdad no sirve para nada. En el mundo solo se prospera por medio de las mujeres. Eres feo, pero nadie te reprochara tu fealdad, porque tienes expresión. Tus amantes te dejarán; ten sin embargo presente esto: nada más fácil que cubrirse de ridículo en el momento en que una mujer le deja a uno. Después de esto un hombre ya sólo sirve, a los ojos de las demás mujeres, para echarlo a los perros del lugar. Antes de que transcurran veinticuatro horas de haberte abandonado una mujer, declárate a otra , aunque sea a una criada a falta de otra cosa mejor.”
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JAJAJAJA!!!!! ¡1821! Mientras acá en América, las pelucas administrativas del cabildo debatían los destinos políticos de la elite disfrazando la independencia en una meta liberal, Stendhal ya pensaba, reía y jugaba como nosotros...
"Lo más sorprendente en la pasión del amor es el primer paso, la extravagancia que se opera en la cabeza del hombre". (Stendhal . Del Amor)
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