lunes, 16 de agosto de 2010

Los ejemplos de Kant.



Que lejos y locos veo los alegatos poéticos de Nietzsche enfrentándose al viejo Kant. Sus argumentos son a lo más dramáticos y el viejo de hielo ni se inmuta, alegatos de un borracho de cantina a un empleado público de la humanidad. Kant ha hecho un salto extraordinario y en una época crucial.

“Lo que no es condición de nuestra vida la daña: una virtud practicada meramente por un concepto de "virtud", tal como Kant lo quería, es dañosa. La "virtud", el "deber", el "bien en sí", el bien entendido con un carácter de impersonalidad y de validez universal -ficciones cerebrales en que se expresan la decadencia, el agotamiento último de las fuerzas de la vida, la chinería konisberguense [...] Nada arruina más profunda, más íntimamente que los deberes "impersonales", que los sacrificos hechos al Moloch de la abstracción.- ¡Qué la gente no haya sentido como peligroso para la vida el imperativo categórico de Kant[...]¿Qué destruye más rápidamente que trabajar, pensar, sentir, sin necesidad interna, sin una elección profundamente personal, sin placer? ¿Como un autómata del "deber"? Esta es precisamente la receta de la decadencia, del idiotismo... Kant se volvió idiota”. (F. Nietzsche. El Anticristo)


Kant sabe (quizás internamente) que su proyecto no goza de éxito práctico como cualquier deber abstracto. ¿Quien alguna vez ha escuchado el deber moral a priori para obrar? Jesús el hombre mas condicionado a la felicidad y las causas materiales de sus actos es el ejemplo contrario del imperativo kantiano (curiosamente el cielo es el lugar que mas estimula pensamientos materiales) . ¿Como se le predica a un pueblo hambriento de pan y de justicia un imperativo categórico?

Pensar en los ejemplos de Kant (podría hacerse un libro entero solo pensando en los ejemplos que ocupa Kant, a pesar que critica formular ejemplos para analizar la moralidad)

El peor servicio que puede hacerse a la moralidad es querer deducirla de determinados ejemplos, porque cualquier ejemplo que se me presente en este sentido tiene que ser previamente juzgado, a su vez, según principios de la moralidad para saber si es digno de servir de ejemplo originario, esto es, de modelo, así que el ejemplo no puede ser de ninguna manera el que nos proporcione el concepto de moralidad. El mismo Santo del evangelio tiene que ser comparado, ante todo, con nuestro ideal de la perfección moral antes de que le reconozcamos como tal”. ( Immanuel Kant “Fundamentación de la metafísica de las costumbres”.)

Ejemplos de Comerciantes: (ejemplo idéntico al de Adam Smith) No hay altruismo en que el panadero me abastezca de pan, hay dos conveniencias egoístas que se sincronizan.

“...No es de la benevolencia del carnicero, el cervecero o el panadero de lo que esperamos nuestra cena, sino de sus miras al interés propio, y nunca les hablamos de nuestras necesidades sino de sus ventajas”. (Adam Smith,“ La riqueza de las naciones” ,1776)

Por ejemplo, es conforme al deber, desde luego, que el comerciante no cobre más caro a un comprador inexperto, y en los sitios donde hay mucho comercio el comerciante avispado no lo hace, en efecto, sino que mantiene un precio fijo para todos en general, de forma que un niño puede comprar en su tienda tan bien como otro cualquiera. Así pues, uno es servido honradamente, pero esto no es ni mucho menos suficiente para creer que el comerciante haya obrado así por deber o por principios de honradez: lo exigía su provecho”. ( Immanuel Kant “Fundamentación de la metafísica de las costumbres”, 1785.)



Siguiente ejemplo el del Hombre que recibe el resguardo de un dinero que el dueño por su muerte no podrá recoger y que su familia ignorante de tal dinero (y además esa familia es rica, egoísta y despilfarradora) jamás le cobraría . El, por el contrario, un hombre de familia necesitada. ¿Debería devolver ese dinero? Seria como botarlo al mar. Que hace la devolución del dinero a unos patanes y que mejor que dejarlo en manos realmente necesitadas.

“Por consiguiente la voluntad que se rige por la máxima de la felicidad oscila entre móviles acerca de lo que debe decidir; pues apunta al éxito y éste es muy incierto; hay que tener una buena cabeza para zafarse de la presión de las razones en pro y en contra y no engañarse en el balance. Por el contrario, cuando la voluntad se pregunta cuál es en este caso el deber, de ningún modo se turba acerca de la respuesta que ha de darse a sí misma, sino que en el acto está segura de lo que tiene que hacer”. (Kant . Teoría y Praxis . 1793)


¿No es el mismo argumento (en tono inocente) de la trama de Crimen y Castigo en Dostoievski? El estudiante Raskolnikov juzga que la vieja usurera no vale un céntimo pero él como hombre intelectualmente brillante sí, no sólo merece salir de los apuros económicos sino que el dinero de esa vieja puede salvar a su hermana a punto de perder su vida al casarse por interés con un miserable comerciante sólo por ayudarlo a él , la vieja no merece vivir esa vida egoísta y desgraciada, él y su hermana sí. ¿Por que un hombre superior debe pasar apuros y una vieja insignificante vivir de la renta vital de un hombre superior? ¿Que mal hace un asesinato en este caso? Hay mucha relación entre el ejemplo kantiano y el de Dostoievski, la forma macabra, el grado de la forma las distingue, la esencia es la misma. En Dostoievski no hay deber puro hay sólo propósito, condicionamiento, enamoramiento de la felicidad (enmascarada). Dostoievski cree hablar siempre de la moralidad pero no tiene una ley racional . Los hechos empíricos bailan como protagonistas encubriendo el hecho puro, moral e incondicionado materialmente, el deber moral .

Si Dios no existe todo esta permitido- dice Ivan Karamazov y con eso lo deja claro, sólo lo mueven las inclinaciones.
“Ivan Fiodorovitch añadió, entre paréntesis, que es en eso que consiste toda la ley natural, de suerte que, destruido en los hombres la fe en su inmortalidad, en ellos se exore de inmediato no sólo el amor como también toda y cualquier fuerza para que continúe la vida en el mundo. Y más: entonces no habrá más nada amoral, todo será permitido”. (Dostoievski Los Hermanos Karamazov)

El estudiante de Crimen y Castigo jamás ha pensado en una jurisdicción racional (aunque hace como que razona) pero solo piensa en las consecuencias y necesidades de su acto, es puro egoísmo rebelde a posteriori .


Del tercer ejemplo Kantiano sólo dejare la idea del opúsculo en cual desarrolla sus principios morales: “Sobre un presunto derecho de mentir por filantropía” (Kant. 1797). Unos asesinos vienen a buscar a un amigo a mi casa en la cual se esconde y preguntan si lo he visto ¿Debo mentir para hacer un “bien”? O debo obedecer el deber racional. Es decir no mentir, no condicionar a causas materiales el “factum moral”, universalista y necesario.

“No hay más que mirar los ensayos sobre la moralidad que se han escrito según los gustos de esa moda, y se verá enseguida cómo se mezclan en extraño consorcio, ya la peculiar determinación de la naturaleza humana (comprendida en ella también la idea de una naturaleza racional en general), ya la perfección, ya la felicidad, aquí el sentimiento moral, allí el temor de Dios, un poco de esto, otro poco de aquello, etc., sin que a nadie se le ocurra preguntar si los principios de la moralidad han de buscarse en el conocimiento de la naturaleza humana (que no podemos obtener más que por medio de la experiencia) o si, en el caso de que la respuesta sea negativa, deben buscarse en los conceptos absolutamente puros de la razón, libres de todo cuanto sea empírico y completamente a priori, y no en ninguna otra parte; si, además, debe tomarse la decisión de poner aparte esta investigación como filosofía práctica pura o (si es lícito emplear un nombre tan difamado) metafísica de las costumbres , llevarla por sí sola a su máxima perfección y consolar al público, deseoso de popularidad, hasta la terminación de aquella empresa”. ( Immanuel Kant “Fundamentación de la metafísica de las costumbres”).


Quitémosle el fin al hombre y aullará. Pero se debe obrar sin miramientos a ningún fin ni a ninguna recompensa de felicidad, nos ordena el señor Kant al parecer más que nuestra razón misma , (que nadie sabe donde esta o si se constituye tal como la querían esos hombres neuróticos de salón y paseo) . Una buena voluntad abstracta, seca de vida que sin embargo la rige. El anclaje del deber no mira amigos. Pero la arquitectura de Kant está tan bien construida que al igual que esos grandes edificios marrones que al no poder ya derribarlos, de impotencia los habitamos.


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