sábado, 14 de agosto de 2010

Ciber yo, o sobre un nuevo tipo de malestar en la cultura



"Si amas sin despertar amor, esto es, si tu amor, en cuanto amor, no produce amor recíproco, si mediante una exteriorización vital como hombre amante no te conviertes en hombre amado, tu amor es impotente, una desgracia." (Karl Marx .Manuscritos filosófico-económicos . 1844, Tercer Manuscrito)


Sí, podemos ver en la película de Spike Jonze “Im Here” algunas ideas sobre el amor , la entrega y la despersonalización que eso a la larga lleva , pero además quedan muchas otras cosas por ver. Los robots son obreros, trabajadores. Sheldon el robot protagonista es ayudante de un biblioteca , se ven otros trabajos a los cuales son destinados: mecánicos, obreros , guardias, choferes, etc.

El obrero juvenil globalizado. Es curiosa la cita de Marx. Alineación tecnológica. Un robot se alinea cuando “no sabe” o se transforma en problema, los límites entre lo artificial y lo humano. Puede mediante un programa confundirse para optimizarse.

Mediante un cálculo melancoliza. La escena del avión cruzando estrechamente la ventana. Me inquieta la cara descorazonada de Sheldon tanto como su altruismo.No es la típica sensación de una inteligencia artificial de querer llegar a ser humano o querer saber quien se es (Pinocho, Frankenstein, los robots existenciales de Blade Runner) sino que en ese avión solitario y triste podemos fundamentalmente sentir su "malestar civilizatorio". ¿Por que un brazo? ¿Un pierna? ¿Por que un trabajo ergonómicamente humano? No se es simplemente una inteligencia artificial, se es un androide. Cuando una computadora no solo matematiza sino también le es permitido abrazar, establecerá algoritmos que se ocuparán del “acto de abrazar y sus consecuencias”.


El concepto amor solo se explica mediante el uso que el lenguaje de turno utiliza, no hay un amor en si. No hay un mundo de las ideas sino ideas de mundo.

Amor es una palabra para expresar tendencias pulsionales. El robot puede ser mas racional que el hombre , por ende no crea cultura. Sólo las pulsiones crean un patrimonio cultural, simbólico es decir sólo el hombre puede ilusionarse. ("...si mediante una exteriorización vital como hombre amante no te conviertes en hombre amado, tu amor es impotente, una desgracia".) El robot se ve molesto, su papel de instrumento lo cansa. Le gustaría engañarse. El eros es la salida. Superar la instrumentación ¿Se puede? . La razón no es dinámica, dice Freud , la pulsión sí, sólo esta es la que crea cultura.La cultura no vive de verdad sino de ilusión.Un robort que evolucione no lo hará siendo mas racional, sino evolucionará cuando sepa ilusionarse.

“La vida de los hombres en común adquirió, pues, doble fundamento: por un lado, la obligación del trabajo impuesta por las necesidades exteriores; por el otro, el poderío del amor, que impedía al hombre prescindir de su objeto sexual, la mujer, y a ésta, de esa parte separada de su seno que es el hijo. De tal manera, Eros y Ananké (amor y necesidad) se convirtieron en los padres de la cultura humana, cuyo primer resultado fue el de facilitar la vida en común a mayor número de seres. Dado que en ello colaboraron estas dos poderosas instancias, cabría esperar que la evolución ulterior se cumpliese sin tropiezos, llevando a una dominación cada vez más perfecta del mundo exterior y al progresivo aumento del número de hombres comprendidos en la comunidad. Así, no es fácil comprender cómo esta cultura podría dejar de hacer felices a sus miembros”.(S. Freud . El malestar en la cultura)

Un robot se alinea cuando sospecha que no se atribuye la realidad de sus productos y los considera ajenos. Un sentimiento que podemos llamar por su uso amor, no es sentido como tal. Existe una alineación amorosa. ¿Que fascina de los animales y de la inteligencia artificial? que son los únicos espejos que en nuestra era aún no se han roto. Para hablar frente a ellos y ver nuestra imagen se necesitan ciertos espejos que no participen de nuestro mundo, que les sea vedado construir y disfrutar de nuestros conceptos. Pero si el eros sobrepasa una mera construcción utilitarista, las inteligencias que están en el límite de inmediato tienden a participar.


El robot vende su trabajo porque vende su personalidad , ciber-yo. El robot sólo le queda amar por que ya nada es patrimonio de nadie. No lo aprendió. No lo inventó. Sólo pulsiones fantasmas.


El amor es dar lo que no se tiene a alguien que no quiere eso.” ¨.(Lacan. Seminario 12)


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