jueves, 14 de abril de 2011

Diario


Albert Robida, "La salida de la Ópera en el año 2000" , (1882)


Cuando se muere alguien ya no buscamos ninguna explicación y ese desierto de explicación genera una desesperación científica, de donde se desprende que cualquier fenómeno natural es necesario, sin embargo nuestros amigos que fallecen nos desesperan y obligan a romper ese rigor científico. La desesperación es suspender la necesidad y entablar la explicación como soporte, pero sabiendo en nuestro interior que no la hay.


Día a día ¿cuantos rezos se esparcen volando en el vacío...?




Nadie puede soportar morir por pura necesidad natural…el sentido en la era de la gravedad sigue intacto…lloramos de sentido.




‎"En lo que hace a mí, que siento a veces el ridículo propio del profeta, bien sé que ahí no encontraré jamás la caridad que es típica de un médico. Perdido en la vileza de este mundo y rodeado por las multitudes, soy un hombre cansado cuyo ojo, vuelto atrás, a lo hondo de los años, ve sólo desengaños y amarguras, y, delante de él, una tormenta en la que nada nuevo se contiene".(Baudelaire. Obras)





La idea de Víctor Hugo, sobre el profeta que quiere la soledad no el aislamiento , ya que en el desierto desea las multitudes y en la hierba rabea contra el tirano. Es simplemente pensar que para preocuparse de los otros, los otros estorban. La idea del eremita del desierto y del primer cristianismo es un sopor geográfico.



Aún no nace el artista que rompa absolutamente con el público, el que lo intentó primero, Baudelaire, terminó con mas público del que rechazó…



Y cuando el gran pensador de la modernidad ya nos parece un poco antiguo...



“Por vez primera en la historia, con la fundación de los grandes almacenes, los consumidores empiezan a sentirse como masa (antes sólo se lo imponía la escasez). Con ello el elemento circense y teatral del comercio aumentará de modo extraordinario”. (Walter Benjamin. Libros de los pasajes)




Estudiar el coleccionismo, el orden urbano de Haussmann, las exposiciones universales, los grandes almacenes, la propiedad publicitada. Todo en deuda con la pasión que infringe Walter Benjamin en su obra del pasaje. Todo por un puñado de familias hilanderas, totalmente ignorantes en filosofía, que parieron una era temible, que culminó en el mundo como un gran invernadero burgués- proletario , con sus caras flores y sus fatigados jardineros.




La Jugendstil (Modernidad) no es capaz de soportar una sola definición, ya que la interiorización del yo a pesar de su muerte, permanece, ya que si hay muerte, hay flores y hay tumbas… una era que pierde su yo , igual conserva algo dentro y eso es lo misterioso…




Hay poetas del campo y de la ciudad, ambos confiados en la organización del espacio y de la producción, y después de esa lírica basada en el orden geográfico ¿Hay espacio para el poeta de la poesía?




“Salir cuando nada te obliga y seguir tu inspiración, como si el solo hecho de torcer a derecha o a izquierda fuera en sí mismo un acto esencialmente poético”. (Edmond Jaloux. «El último flâneur», Le Temps, 22 de mayo de 1936. Cit. en Obra de los pasajes de Benjamin)




En un museo me siento en cualquier parte menos en el pasado…el pasado no llega en la tranquilidad de los pilares y los restos arqueológicos, el pasado surge del arbitrario azar del objeto como gasto, de la bella polución de los juguetes…incluyendo en estos también al amor…




Un espacio que concentre el futuro sin ser ridículo: imposible…

El espacio heterotópico y heterocrónico de Foucault…museos, cementerios, ferias y demás espacios desembocan en la significación de los espacios desesperados...

Un espacio futuro, adivinatorio, se pervierte en magia y la magia devuelve a lo sincrónico.



“…La idea de acumular todo, de establecer una especie de archivo general, la voluntad de constituir lugares de todos los tiempos que están en sí mismos fuera del tiempo e inaccesibles a sus estragos, el proyecto de organizar de esta forma un tipo de acumulación perpetua e indefinida en un lugar inmóvil, esta idea total pertenece a nuestra modernidad. El museo y la biblioteca son heterotopías que son propias de la cultura occidental del siglo XIX”. (Michel Foucault.”Los espacios otros”)


El corazón como archivo, como museo, para la distracción de un futuro que esta siempre al aire libre. El corazón como verdadera heterotopía…se juntan espacios, se juntan tiempos, y el corazón bajo ese panorama desea su único objetivo la constante victoria…



¿Y como se disfrazara una elección de amor cuando se sabe que en realidad es una elección de seguridad biológica? ¿De apareamiento más eficaz? , es incompatible las ciencias naturales con el estudio literario de las pasiones .En el instante mismo que se romantiza una relación, los genes eligen lo bastardo, lo necesario, la procreación segura y natural, la perpetuación de la especie. Pero el amor, construcción espiritual, tapa la senda genética y emborracha tranquilamente a los amantes para hacerlos invisibles a su animalidad.




El hombre que se siente observado por todos pero paradójicamente no cree en la multitud.. es mas que un error aritmético, es un hombre borracho de modernidad, pero la modernidad moribunda no potencia su óptica, él espera de los teatros vacíos el mejor de los aplausos, y de los corazones pasados ya totalmente vacíos, la desmesura del amor imparable.



"En los terrenos de que nos ocupamos, conocemos sólo al modo del relámpago. El texto es ese trueno que después retumba largamente". (Walter Benjamin. Obra de los pasajes)


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3 comentarios:

Pierre Muaddib dijo...

Con todo lo ridícula que es la mirada al futuro; con todas las posibilidades de que cada paso sea el de la caída o que ni la mayor distancia re-corrida nos libere de ser alcanzados por la ola; con todo eso en contra creo que es mejor moverse a ser una estatua de sal. Pero Hamlet siempre sabe más que Fortinbras.

Gran blog! Saludos desde la Suite.

Coctelmarx dijo...

Profeta es la profesión más inútil del mundo decía Ortega, aun así es un oficio demandado, cosa que prueba que lo inútil aún puede ser codiciado.Pero que nos puede hablar un hombre que dibuja el futuro , nada sobre este, pero mucho desde donde dibuja. El futuro cambia según el origen de su perspectiva.Por ejemplo nosotros pensando que bailamos en él... y sólo hacemos gestos para que otro futuro nos analice ...saludos ..

Pierre Muaddib dijo...

Tengo la impresión que la desconfianza a todo proyecto es lo que caracteriza al profeta cuya mirada esta mas bien puesta en el pasado.

Comparto una pequeña glosa

http://suitedsastre.blogspot.com/2011/04/1.html

Saludos desde la Suite