viernes, 1 de abril de 2011

Diario

Wittgenstein remando de Skjolden a su casa



“Creer en Dios quiere decir ver que con los hechos del mundo no basta”. Nos dice Wittgenstein.
La gente se ha preguntado por cientos de años si dios existe o no … eso es irrelevante…la verdadera pregunta es: ¿solamente con los hechos del mundo basta?



Me imagino el grado infinito de absurdo y trascendencia en el que se debe mover un soldado mientras esta siendo tiroteado en su trinchera…sin la aceptación de ambas sensaciones la guerra no existiría… el Tractatus surgió entre silbidos de balas…



Ese extraño minuto de sentir que el pensar rebasa al cuerpo… esa adicción al desdén orgánico, ese peligro constante con que nos seduce el espíritu…esa constante amenaza al animal saludable que somos, esa “insolencia” para con nuestra vida…



La desesperación y la angustia son las únicas fuentes reales de sentido, el cual nunca será logrado con la ficción de la política…un sentido no sagrado es siempre anémico.



El error de la religión que cae en la modernidad: creerse una teoría, ahí con razón hay que ajusticiarla con firmeza , pero la religión fundamental, lo sagrado, no es teoría.. Por ende no puede ser falsa…




En rigor el monoteísmo duró unos pocos cientos de años, ya que los mismos Hebreos tuvieron que depurarlo aún mas cuando se enfrentaron a la majestuosidad del panteón tecnológico en su cautiverio Babilónico (antes gozaban con la superioridad de su dios no su exclusividad), lo entiendo ya que el monoteísmo es insoportable… No hay nada más bello que ver una batalla de dioses..



Cuando Hume nos enseña en sus teorías sobre el origen de la religión como el hombre llegó al monoteísmo por una especie de complejización del pensamiento, pone como ejemplo , que para llegar a hacer mansiones previamente hubo que hacer chozas , pensar en que las mansiones puedan haberse creado antes que las chozas es absurdo tal como pensar que el monoteísmo pudo crearse antes del politeísmo dado su complejidad intelectual …Discrepo… piensa como el típico europeo encapsulado, ha dado compromisos de complejidad al observador privilegiado, los aparatos simbólicos de la construcción primitiva están en intensa relación con el medio circundante, con un mundo, instigarlos a enfrentarse con la complejidad arquitectónica de una mansión no tiene sentido …, esto me recuerda la pugna Frazer- Wittgenstein...





Con el mismo entusiasmo del hombre de ciencia del XIX encerrado en el laboratorio… pero sólo para engendrar epifanías.




No entiendo un mundo con dioses ni sin ellos tampoco…




‎"Respeto por la locura...eso es propiamente todo lo que digo..." (Wittgenstein. Diarios. 23 de febrero de 1937)




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