martes, 25 de enero de 2011

Diario

"Todo lo que se hace por amor, se hace más allá del bien y del mal..." nos dice Nietzsche.

NO ESPERAR QUE TRAS LA CORTINA DE LAS PASIONES EXISTA UNA LEALTAD , UNA NOSTALGIA, UN BIEN . ADMIRAR A LA QUE TIENE LA CAPACIDAD DE REPONERSE y herir de muerte al agonizante. No hay bien y mal en la guerra amorosa y eso hay que cultivarlo y adorarlo. Pedir con grito agónico que nos sacrifiquen sin moral , sin valor, como el instinto que dice: Los escenarios amorosos son los que lucen mejor la sangre del vencido.. PERO EL VENCIDO NO ES EL SOLITARIO EL VENCIDO ES EL QUE CREE...


Ganar un enemigo (a) es ganar un motor de fuerza para la vida, estar pendiente de esquivar sus estocadas, sus fraudes y sus movimientos , ¿que mas fuerza se le puede pedir a un corazón? , ahí esta todo... como Rafael envidiando a los enemigos artísticos de Florencia, se crece con las estocadas y el daño da una forma que el bien y la camaradería bonachona ni siquiera pueden vislumbrar...

En estos momentos al igual que los adolecentes que sufren por que su estructura ósea no los deja en paz y crece por las noches, la musculatura espiritual crece de tal forma que ya planea como va a ser la siguiente víctima , ¿Bailaremos con sus bienes y reiremos de sus huesos? ¿que daño le serviremos en la próxima mesa? ¿Como le estiraremos el espíritu?

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Sabe demasiado de Nietzsche y lo interpreta, pero el saber no puede llegar a las cimas de la interpretación..Sólo se puede ser a lo más músico no conocedor...




"Según avanzo por esta vida, día tras día, me voy convirtiendo cada vez más en un niño pasmado; no puedo acostumbrarme a este mundo, a la procreación, a la herencia, a la vista, al oído; las cosas más corrientes me son fuente de azoro. La regulada, desmochada y cortés superficie de la vida y sus desenfrenos, obscenos y orgiásticos - o menádicos - cimientos, forman un espectáculo con el que ninguna costumbre logra reconciliarme". (R. L. Stevenson)

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"Sólo el gran dolor, aquel largo y lento dolor que se toma tiempo, en el que nos quemamos por así decirlo, como una madera verde, nos obliga a los filósofos a ascender hasta nuestra última profundidad y a apartar de nosotros toda confianza, toda benignidad, encubrimiento, clemencia, medianía, entre las que previamente habíamos asentado tal vez nuestra humanidad. Dudo si un dolor de este tipo “mejora”; pero sé que nos profundiza. Ya sea que aprendamos a contraponerle nuestro orgullo, nuestra burla, nuestra fuerza de voluntad" (Nietzsche . Nietzsche contra Wagner)

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