viernes, 21 de mayo de 2010

Apeiron


No creo en Dios…frase absurda no menor que decir creo en dios. No hay dios tal como se ha concebido hasta acá sin embargo la necesidad a dado a ese concepto un valor que ni la adecuada ordenación del lenguaje a podido derribar.

Si decimos: “Creo en Dios, sólo si esa creencia se transforma en un ayuda para mi y la humanidad”…esa ayuda consistiría en resguardar mi vida mundana o en el peor de los casos si es que esta vida se transformara en un martirio por una enfermad o un accidente (natural) dios me ayudaría en un lecho eterno. No habría una diferencia radical entre ambos mutualismos…ayuda en el mundo que ayuda tras el mundo. En fin, existe un mutualismo carnal o espiritual pero lo principal es pensar el concepto de “auxilio” idea totalmente absurda, desesperación de un yo con conciencia de su progresivo decaimiento. El hombre racional creo entonces lo que se denomina panteísmo. Hay dioses hasta en la cocina decía Heráclito…y nosotros juzgamos malo o bueno según padecemos. La única posibilidad del panteísmo consiste en olvidarnos de nosotros mismos, de nuestro punto de vista…y pensar en el todo. Un intento honesto de entender el universo…pero tan absurda como la idea de Dios auxiliar es la idea de un yo dormido o suprimido…

Absurdo como la idea de depositar la idea de dios en el tiempo, encarnarse…la idea de que Dios «se vació a sí mismo» (heauton ekénosen) conocida como Kenosis. Una idea de dios en la tierra, en la historia, en un territorio, con hemoglobina y sudor…Cristo solamente fue uno más de estos cirujanos culturales que olfatearon las muchedumbres y vieron cuando una idea social estaba lo suficientemente agotada para luego crear nuevos valores que salvaguardasen la perduración del nuevo orden, sucedió esto desde Grecia hasta la India… en un cordón temporal común. Podemos asociar este cordón temporal de comportamiento más a una necesidad fisiológica que teológica, es decir, esta necesidad de amancebamiento sería igual a la que tiempo atrás llevó al hombre al sedentarismo.

Lo curioso de Cristo; no es fácil caer en la historia, por que no es fácil caer en un mundo de causas…nazco con la fábula de mi pueblo y la asumo, pero mi deber es informarles que el concepto de pueblo se ha expandido un poco más. No hay límites de sangre ni de suelo, sin embargo hablo desde mi sangre y desde mi suelo. No hay límites de tiempo, sin embargo les hablo desde mi tiempo (que para su resguardo debe permanecer intacto hasta cualquier tiempo ), utilizo con gloria lo que desecho. Ya depositándose en el mundo Cristo tuvo un enemigo mas fuerte que los filisteos o los romanos , el absurdo.


Un dios indiferente…Aristóteles extasiado con el nuevo invento…la razón, identificó a Dios como la inmovilidad misma, fue consecuente con lo absoluto, es decir con lo que no requiere nada. Ni hombre ni aplausos, ni preguntas ni respuestas. Un pensarse a si mismo. Causa de todo e indiferente. Un “gnoesis gnoeseos".

Tenemos una idea de perfección, de infinito y de absoluto, alguien la depositó en nosotros…Curioso, Descartes coincide con el Rey Salomón, por ende aunque esas ideas no sean cognoscibles intuimos al jardinero que plantó la semilla. Pero tenemos la idea de infinito, de Dios por una necesidad física, la de sobrevivir, en Wittgenstein esas ideas se simbolizan en un pájaro que choca con su jaula, hay una intención del lenguaje, de volar en el lenguaje, pero el mismo es la jaula, el mundo.

Dios y el infinito se muestran en el lenguaje , sin embargo no quiere decir que tengan sentido…es por esto que vemos a los griegos horrorizados por el infinito, para ellos es un problema delicado quizás para nosotros no, ya que jugamos sin cuidado con el día a día , seguimos siendo absurdos por nuestra costumbre, nuestra cultura. El uso da autoridad.

Con respecto a ese horror de los griegos no hay mayor ejemplo del miedo a la evidencia matemática que Aristóteles resuelve básicamente con poesía lógica: hay dos tipos de infinito….potencial o actual. ¡!!! El potencial se refiere a la sucesión interminable de un número a uno mayor (ese infinito es muy angustiante para los niños) y muestra la imposibilidad de terminar por que siempre existiría esta sucesión. Y el infinito actual , que se relaciona con el todo y no como el proceso del infinito potencial. Este último imposible de conocer a diferencia del primero, que siguiendo la poesía de Aristóteles sería “menos imposible” .



La filosofía de la ciencia introdujo fuertemente en el siglo pasado la idea de paradigma. Nuestra cosmovisión prescinde de dios ya que ha establecido una mecánica que en la práctica funciona, y que no desespera con los vacíos de conocimiento, ya que espera, siguiendo el patrón recorrido, que algún día rellenará ese vacío. “Sabemos como saber por ende sabremos en el futuro lo que hasta hoy no hemos podido resolver.” Esa sentencia puede mantener nuestro paradigma intacto por miles de años. (Tal como Dios siguió intacto hasta Kant).

La naturaleza funciona. El hombre puede conocerla. Al hacerlo no es necesario ningún mutualismo ya que si existen leyes, sólo debemos adecuarnos a ellas y asumir la caducidad y la fragilidad. Aun así el lenguaje permite a Dios tal como el pájaro no se cansa de chocar con la jaula.



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