El Terminal de Valparaíso es un témpano, estornudo tres veces me tapo la boca dos, ya me siento contaminado, el cuerpo ha girado mi atención. Suena la radio “Imagina”, la radio de las mamás, el locutor cita a Epicuro mientras una vieja en el negocio compra pan, a esta le remece tanto la frase que queda atónita y se distrae. La voz del locutor señala segura y ronca: “La muerte no es nada para nosotros. Cuando se presenta nosotros ya no somos”. ¿Por qué esta radio de hits melosos se da el tiempo de citar filósofos en los terminales de buses y dejar a viejas atónitas que quizás se compliquen un poco mas a la hora de hacer el almuerzo? La señora giró su pensamiento, yo también y la radio "Imagina" ahora segura y tranquila de hacer bien su trabajo, pone un disco de The Carpenters.
“Allí donde huele a excremento
Huele a ser
El hombre pudiese haberse abstenido de cagar
Mantener cerrado el bolsillo anal
Pero eligió cagar
como elegir vivir
en lugar de consentir el vivir muerto
…en la existencia hay una cosa realmente tentadora
Para el Hombre
y esa cosa es
Sólo podemos ver acá en Artaud un giro fisiológico, patología literaria. Nuestro amigo Bolaño no es tan excéntrico pero si mas inteligente y mas urgente, el hígado se le destroza y el lo sabe y su literatura sí o sí va a ser contaminada por esas toxinas que su pobre hígado no puede asimilar. Su literatura esta en su nivel fisiológico mas alto. Y se confunde con esas toxinas, sus colegas latinoamericanos se verán fuertemente afectados por estas. Ahora Bolaño es su hígado y hace boom.
Bolaño se mueve de aquí para acá, el tema es la enfermedad y el viaje ¿Cómo Mallarme recomienda viajar? Si viajar enferma y bien lo sabe el escritor (y yo lo confirmo desde un horrible terminal de buses sonando los Carpenters de fondo). Pero, ¿Hay algo más absurdo que la muerte? Sí , saber que uno se va a morir. Que absurdo es el saber, la conciencia, el hígado, los escritores y Susan Sarandon negándose casta e compasivamente al sexo del condenado.
Al final la literatura no sirve para nada. Cuando uno se muere lo único que quiere es follar. Y lo único que no quiere es haber sabido. Es fisiologizar nuestro arte, que al principio tenía una apariencia tan pura, pero se transformó al final en pura mierda, en esa caca de Artaud , que destinada a extinguirse no le queda otra que fundirse en el texto. ¿Quien es Bolaño? nada mas que algo que ya no esta. Hay tantos que no están que es sospechosamente miserable que nosotros sí estemos, es tóxico. Porque la escritura se vuelve cuerpo, se confunde con este que ya va en baja y que sólo puede o morirse o fundirse, Kafka -dice Bolaño- comprendió esa unión el día que por primera vez tosió sangre.
Hay un gesto, un giro, una kehre de condenado, de patíbulo que nos enferma, por que ya hace tiempo tosemos sangre y aún no tenemos el coraje suficiente para fundirnos con nuestro texto. Nos vamos a morir, ¿acaso no lo sabemos? Hagámonos los hueones como Epicuro, o dejémonos describir por la enfermedad.
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