"La publicidad nos hace desear coches y ropas, tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos. No hemos sufrido una gran guerra, ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seriamos millonarios, dioses del cine o estrellas del rock, pero no lo seremos y poco a poco nos estamos dando cuenta , lo que hace que estemos muy, muy cabreados." Tyler Durden…
Vuelvo a ver el “Club de la pelea” (o de la lucha en España) solo la he visto dos veces, en el cine en periodo de estrenos y ahora muchos años después. Es extraño, en la búsqueda del sentido se tarda años y entre esos años nace desear verla. Ahora con todo lo que la distancia atrapó retorna ¿y que dice? vigencia absoluta. Estoy cansado que esto se le llame postmodernismo , sería mejor identificarlo con un primitivismo anarquista, a esto sumémosle la teoría jungiana de la sombra ¿y que tenemos?, disgusto , la película disgusta de principio a fin, pero es la ola que ya se anunció en las filosofías de la sospecha del siglo XIX y que pocos en el siglo XX lograrían asumir, la falta de sentido total , la muerte de Dios de los hermanos Karamazov y Nietzsche , la absoluta falta de horizonte disfrazado en un mundo lleno de luces e imágenes. Donde la ciencia definitivamente no alcanzó a llenar las expectativas positivistas y el consumo se transformó en el analgésico existencial de la sociedad. ¿Que hace a los hombres actuar de este modo?, la desesperación de la maquinaria. Si los ludistas de comienzos de la revolución industrial pensaron que destruyendo las máquinas tendrían la seguridad y el confort de antaño, los hombres actuales detectan esa maquinaria o sus resortes en su misma vida , la individuación no activa sino pasiva del mundo actual ha creado seres desarraigados y sin motivaciones mas allá de su bienestar material artificial. Se necesitarán nuevos ludistas que con el lenguaje de hoy destruyan la máquina, eso es lo que intentan hacer los que asisten al Club de la lucha, hombres que desean el antaño, que por medio de la destrucción pretenden recobrar el sentido, pero para esto necesitaran un mesías, pero un mesías que sea capaz de asumir el gran riesgo, este Zaratustra no podrá sólo, tendrá que desdoblarse, tendrá que soltar su sombra. No es casual que todo esta maquinaria consumista se derrumbe cuando soltamos nuestro mas oscuro rostro, lo que en Jung se denomina la sombra. Paradójicamente el hombre que libera y que destruye es un hombre escindido y fabrica jabón. La sombra simboliza el "otro aspecto", el "oscuro hermano” de la individualidad humana, Jung dice en Psicología y Religión : “Es, por desgracia, innegable que considerado en forma total, el hombre es menos bueno de lo que se figura o desea ser. A todo individuo síguele una sombra , y cuanto menos se halle ésta materializada en su vida consciente, tanto más oscura y densa será”.
El sin sentido de la existencia humana tan anunciada en siglos anteriores vino a caer con toda su fuerza en la generación de los Mass media , ellos se encargaron a través de la publicidad , la televisión y el dinero de consolidar esa falta de sentido. Es por esto que a fines del siglo XX sólo se perciba un constante entretenimiento asistido y como la película declara, una generación que no ha sufrido catástrofes como una gran guerra o una gran depresión económica, sentirá toda esa energía ausente, que al fin y al cabo anestesiada se trasladará al interior y este abrumado y prisionero todo lo que podrá hacer es gastar, es entonces cuando la alineación y la falta de sentido se hacen grito, se hacen lucha , es necesario entonces actuar, Tyler Durden , la sombra, nos dice:
“No somos nuestro trabajo. No somos nuestra cuenta corriente. No somos el automóvil que tenemos. No somos el contenido de nuestra cartera. No somos nuestros pantalones... Somos la mierda cantante y danzante del mundo”.
Dándole un beso al dolor es que combatimos al nihilismo, la sociedad va al revés de esta sentencia, entonces hay que pelear, quemarse las manos, soltar al monstruo interior y cobrar sentido, diagnosticar los valores y encumbrarse. El “Club de la pelea” será la sinfonía de fin de siglo tal como lo fueron en su tiempo las películas, “Semilla de maldad” , la “Naranja mecánica” o "Taxi Driver".
La clave existencial de la película nos dice que “no se trasciende suprimiendo” por esto es que Tyler quema la mano de Jack , es decir quema sus propias manos ¿no será el progreso una quemadura química?, se sienten plenos haciendo un club de peleas callejeras o destrozando una “obra de arte”. Por esto se encuentra la película tan cercana a las sentencias del filósofo primitivista John Zerzan que nos dice:
“Resiste. Rompe filas. Confía en tus deseos. No eres tú el que estás jodido. La cancerígena dominación de la tecnología y el capital debe ser parada y desmantelada. Después de treinta años una corriente de oposición radical se está desarrollando y te necesita. El nuevo movimiento es la anarquía, que trata de la libertad, la salud, la autenticidad. Cruzando el umbral a tus años adultos, ¿cuánta libertad, salud y autenticidad crees que la Megamáquina hará posible que tengas? ¿No hay alguna otra oferta en vez de una “vida” de mediación, jerarquía y aislamiento en un planeta moribundo?”
Cuando todo se ha caído y la vida cobra sentido con un balazo en la boca, Jack le dice tomando de la mano a Marla mientras los edificios caen derrumbados: “Me has conocido en un momento extraño de mi vida”. Lo más importante es detenerse a pensar que detrás de la felicidad tal como ahora nos la han regalado, queda mucha vida. Por eso ¿si tuviéramos un tumor como lo llamaríamos?
2 comentarios:
Lo llamaríamos un mal momento, posiblemente con miedo pero según cómo haya sido nuestras experiencias hasta ese momento: saldremos o moriremos en el intento.
Felicitaciones por su blog.
¡Bra-vo!
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