domingo, 9 de diciembre de 2007

Garabatos

¿Vas a ir a ver a Houellebecq? le pregunté a Michel- mi amigo moral- “no voy a ver a gueones” me contestó . Sonrío, me gustan cuando los garabatos se acercan a ser conceptos inapelables, irreprochables, solo como atajos luminosos que guían a un nihilista a su cama todas las noches.

El auxiliar del bus le dice al chofer un poco ofuscado por la marcha lenta que se llevaba en la ruta en plena carretera de Santiago a Valparaíso – “es el jeep el que va dejando la cagá”- O también en la cancha cuando el jugador prueba al arco fuera del área e incluso se la juega mas y patea desde la media cancha y el hincha del otro equipo angustiado por la suerte del sorprendido arquero comenta : “uhhhhh lo cagó” y la pelota vuela hermosa y elegante por el aire , el arquero retrocede desesperado aunque inútilmente, se cuela en el ángulo, efectivamente lo cagaron.
Me gustan cuando los garabatos se metamorfosean en imperativos, logran el color justo para sorprendernos, ponernos alertas, Michel no ira a ver al gueón, tiene razón, que tiene que andar viendo uno a gueones.
Lo mejor- me dijo - es que leas un par de poemas de Bukowski, me mando estos en una tranquila noche nihilista y fría, estos pequeños versos alcohólicos, gueones.



CONSEJO AMISTOSO A UN MONTON DE JOVENES

Vayan al Tibet.
Monten en camello.
Lean la biblia.
Tiñan sus zapatos de azul.
Dejense la barba.
Den la vuelta al mundo en una
Canoa de papel.
Suscribanse al Saturday Evening
Post.
Mastiquen sólo por el lado izquierdo
De la boca.
Casénse con una mujer que tenga
Una sola pierna y afeitense con
Navaja.
Y graben sus nombres en el
Brazo de ella.
Lavense los dientes con gasolina.
Duerman todo el día y trepen a los
Árboles por la noche.
Sean monjes y beban perdigones y
Cerveza.
Mantengan la cabeza bajo el agua y
Toquen el violín.
Bailen la danza del vientre delante
De velas rosas.
Maten a su perro.
Preséntense al Alcalde.
Vivan en un barril.
Pártanse la cabeza con un hacha.
Planten tulipanes bajo la lluvia.
Pero no escriban poesía.


Conocí A Un Genio

Hoy
conocí a un genio en el tren
como de seis años de edad;
se sentó a mi lado y,
mientras el tren
corría por la costa,
llegamos al océano.
el niño me miró y me dijo:
"el mar no es nada bonito".

Fue la primera vez
que me di cuenta
de ello.


VERDAD

Una de las mejores líneas de Lorca
Es,
«agonía. Siempre
Agonía»
Piensa en esto cuando
Mates una
Cucaracha o levantes una máquina
Para
Afeitarte
O cuando despiertes en la mañana
De
Cara al
Sol.


Perro

Un solo perro
caminando solitario sobre una acera caliente del
verano
parece tener el poder
de diez mil dioses
¿por qué es así?

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