viernes, 20 de mayo de 2011

Diario



La idea del astronauta solitario le debe haber rondado toda su vida al hijo de David Bowie, Duncan Jones (escuchando constantemente “Space Oddity” en pañales) director de la película "Moon".

La figura del astronauta me fascina, encerrado en portentosos trajes, conquistado lo inconquistable, alguien me dirá: contextualiza, el español que cruza el Atlántico en busca del oro de las indias y descubre América sintió lo mismo, América era la luna. Sí puede ser, pero lamentablemente no hay comparación, el horizonte es el mismo, el suelo es el mismo, América es exótica pero superficial, ver la tierra en su totalidad como globo humano es lo tenebroso e inaceptable incluso. Ningún astronauta vuelve cuerdo…sacar el pensar y la matemática fuera de la atmósfera para probar su universalidad es curioso. Por que ambas necesitan oxígeno, son órganos humanos, no leyes inmutables. El universo pierde sentido si se lo piensa como algo “grande”.



Nada puede desmentir que podría haber nacido hace cinco minutos con los recuerdos implantados de toda una vida: familia, amigos, esposas, hijos, trabajos. Racionalmente es difícil desechar de inmediato esa hipótesis y hasta la puedo creer con fuerza. ¿Que diferencia habrá entre recuerdos experimentados y recuerdos implantados? ...¿acaso no existirá la tecnología cerebral para lograr algún día eso?


Y reclamamos nuestra vida incluso si fuera una gran ficción armada y soportando incluso que cada sentimiento que se ha brindado durante ella fuese una farsa mental…
Exigimos con desesperación que nos devuelvan a esos recuerdos, aunque sean falsos. Pareciese que es necesaria la memoria no importando su fidelidad…esos recuerdos fortalecen el camino futuro… y luego cuando nos damos cuenta de que la memoria podría ser “implantada” cada cierto tiempo no renunciamos a ellos, acariciamos la foto, olemos el pasto, fijamos nuestra vista en los horizontes…el pasado es nuestro, es lo único. Pero hoy hemos caído en la ilusión de que el futuro puede ser dado, que se proyecta el ser, que “se planifica”, pero ese deseo no duele si no entusiasma, pero es nebuloso e ingenuo que a las vidas podamos cerrarlas, concluirlas, guiarlas milimétricamente,…el pasado aún con su carácter falso y enigmático nos impulsa siempre a volver a casa. Pero sabemos en nuestro interior que jamás volveremos. La memoria como elemento de tortura, el pasado como nuestra casa que se muestra, pero a la que nunca podemos llegar totalmente…



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Por que cuando deja de funcionar nos paraliza... no creo en el cerebro como centro del espíritu... las explicaciones de Stephen Hawking demuestran la inutilidad del conocimiento de punta en el pensar ...¿Este científico jamás reflexionará sobre la raíces epistemológicas de su compleja ciencia? (Descartes , Kant , Newton y así sucesivamente para llegar a creer en las cosas “en sí”)

‎"El saber cruza los brazos y se apresta a combatir. El saber resignado le da náuseas, y él lo vomita. Pero ¡Cómo le atrae el saber vestido de enemigo!". (Elias Canetti. La provincia del Hombre)



Saquemos al hombre como centro, dueño y controlador de los "objetos": la gran tarea del futuro, pero habrá que anunciarle esto hasta el último ser humano de la tierra, que el sujeto no existe y eso es como volar todas las ciudades del mundo en un minuto…


"Ciertamente que la Edad Moderna ha provocado, como consecuencia de la liberación del hombre, un subjetivismo e individualismo. Pero no menos cierto es que ninguna época anterior a ella ha creado un objetivismo comparable, y que en ninguna época precedente se ha hecho presente ni se ha impuesto lo no individual en figura de lo colectivo. Lo esencial es aquí el necesario juego recíproco entre subjetivismo y objetivismo. Pero, precisamente, este recíproco condicionarse señala hacia procesos más profundos."(Martin Heidegger. La época de la imagen del mundo)
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