miércoles, 4 de mayo de 2011

Diario




Pienso en el clásico "problema de Molyneux" (que Locke, su amigo, toma muy en cuenta para su filosofía)

-Hacerle distinguir mediante el tacto a un ciego de nacimiento una esfera y un cubo del mismo metal y más o menos del mismo volumen. Si recobrara por un milagro de pronto la vista y dejásemos esas figuras sobre una mesa sin que las pudiera tocar, surge la pregunta: ¿podría distinguir ahora cual es el cubo y cual es la esfera?

Leo “Carta sobre los ciegos, para uso de los que ven” de Diderot …me involucro de nuevo en la vieja polémica sensualista y cualquier neurobiólogo actual me miraría como un extraño hombre que se guía por teorías chamánicas y respondería rápidamente con especializaciones cerebrales… y luego los neurobiólogos me dirían: que ingenuo eres ¿no supiste que en Massachusetts se resolvió el dilema del apriorismo? …y yo debería aceptarlo de inmediato sino sospechara que el apriorismo lleva consigo oculto una pequeña cuota de teología


A pesar de que Diderot es genial, todo para él terminaba en la emancipación de Dios (¿y así debería ser no?) ver para creer dice Santo Tomas que no pensó en la radicalidad de los ciegos que dicen: “¡que ingenuos, tocar para creer!, nuestra fe es verdaderamente materialista…y de paso preguntarían ¿que son las ideas?”


El siglo XVIII Ilustrado lleno de obsesiones, los terremotos para estudiar la teodicea, el salvaje para estudiar el origen del Estado, el análisis de ciegos para abrir campo al sensualismo…
¿Que no dejaban estos hombres al mundo un momento en paz…?




*******



Existen escritores que desdeñan la cantidad. Schopenhauer, Nietzsche , Flaubert por ejemplo, podríamos criticar su postura por el poco éxito de sus carreras cuando emitieron esos juicios ...además existen escritores que valoran la popularidad (y curiosamente son populares) me gustaría saber de un escritor que odie la popularidad siendo popular y uno que la ame no siéndolo.

Creo que la contingencia en estos casos contamina los juicios. La pregunta por la aceptación del éxito popular se confunde con la dignidad humana, eso de respetar todas las opiniones y personas, incluso las de un teatro de sordos que aplauden al músico que ha terminado de interpretar su sinfonía. El músico debería quizás valorar a esos hombres como tales, pero ese aplauso irremediablemente carecería de cualquier valor estético. Hoy la masa tiene el poder y hay que aceptarlo, tal como se aceptó un tiempo la monarquía, pero siempre con la interna convicción de que algún día sería decapitada..

No existe diferencia entre Homero y Virgilio- ¡Oh no!- y sin embargo, hay toda una diferencia…es la brecha total entre el hombre que canta por que siente el deseo de hacerlo y el hombre que se propone deliberadamente cantar y canta!...” ( Walt Whitman a su discípulo Horace Traubel)


Confiar en el conocimiento asignado, las lecturas dirigidas, el éxito práctico: todo eso aleja tanto de la sabiduría… ¡conocimiento loco como perro hambriento! , ¡Lecturas de placer!, ¡éxito interno!…




‎"Boten las luces, las definiciones, / y digan de lo que ven en la oscuridad..." (Wallace Stevens."El hombre de la guitarra azul".)




Aunque uno se haga una religión a su medida algún día se ensanchará…¿No es la gran condena de Erasmo? Una inquietud espiritual privada que igual se transforma en un burdo grito de mando. Un cristianismo sencillo necesita de una fe más compleja.




“No puedo evitar el pensar, que un paseo por el campo con el propósito firme de observación sería una útil lección para la mayoría de las personas cuyos deberes la confinan a la ciudad…sal a los bosques, rompe tu horario, lleva una galleta en el bolsillo, y verás el día como un fenómeno astronómico…” (Ralph Waldo Emerson. The Early Lectures of Ralph Waldo Emerson)

El que encuentra la naturaleza "bella" esta a un paso de verla "equivocadamente"...sin embargo nuestro objetivo es el placer superficial y no la verdad...




Autores, autores, autores… por cientos y en migajas, son el impulso tenue de algo que yo debo por obligación completar…son como pequeños golpes de corriente que impulsan toda vida orgánica… sin embargo ahora estoy sumido en la confusión mas temible , cuando veo en los cementerios descender los ataúdes me confundo …no sé que es la literatura…





Lo que esta “afuera” y no se domina, desde un grupo de fieras salvajes hasta un edificio moderno, tiene necesidad de ti, sin el pensamiento nada sería, esa necesidad parece la menos necesaria pero es la única...la parte desagradable para el actual hombre individual : el pensar no es "tuyo".



Todo el dilema de la historia de la filosofía ha jugado con la dicotomía de “lo interno y lo externo” , la vida naturalizante del griego que vivía “afuera” , luego el claustrofóbico cogito cartesiano que se recluye y al final la reverencia y el respeto total por el Ser Heideggeriano donde interior y exterior se relevan en pos de una constante abertura que no es sujeto…pero después de toda esta carrera espiritual, de esta confusión fronteriza entre lo interior y lo exterior ¿que pensará el cirujano que tiene que reponer con un injerto la piel de un quemado? …¿acaso la piel seguirá siendo la irremediable y vulgar frontera ?

"Lo más profundo que hay en el hombre es la piel.” (Paul Valery. “La idea fija”)



.


No hay comentarios: