"El gusto en literatura se ha vuelto tan doméstico y la aprobación tan dependiente del placer que, para empezar, buscamos al autor en un libro, y en el autor, sus pasiones y sus humores; si éstos son parecidos a los nuestros, los apreciamos; si son distintos, los rechazamos. Lo verdadero y lo bello solos no nos interesan, porque son bellos y verdaderos en sí mismos; ya no es la paz del corazón y del espíritu lo que buscamos en los libros, sino la confusión de las emociones. Ya no es a un sabio a quien buscamos y deseamos hallar en un autor, sino a un amante y a un amigo, o cuando menos a un actor que se representa a sí mismo y cuyo papel y manera de actuar seducen nuestro gusto más que nuestra razón. No deseamos que los libros nos vuelvan mejores, sino más felices que aquellos que los hicieron; que tengan carne y sangre, ingenio y alma. Odiamos -o, cuando menos, ya no sabríamos admirar- los talentos puros".
Joseph Joubert
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1 comentario:
Pues si ya lo decía Joubert de su tiempo que decir del actual. Es verdad que buscamos que el arte nos complazca de manera facilona, a primera vista. Todo lo que exija esfuerzo, estudio previo, conocimiento, interpretación, nos inspira rechazo. Quien quiere reconocerse ignorante; es mejor despreciar lo desconocido que esforzarnos por asimilarlo. Pero bueno, siempre ha sido así. Y me veo reflejado en esta crítica. Un saludo. Interesantes reflexiones en tus post.
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