viernes, 15 de mayo de 2009

Serenidad, [Gelassenheit] .Notas sobre Heidegger




“[…]Pero si decimos simultáneamente «sí» y «no» a los objetos técnicos, ¿no se convertirá nuestra relación con el mundo técnico en equívoca e insegura? Todo lo contrario. Nuestra relación con el mundo técnico se hace maravillosamente simple y apacible. Dejamos entrar a los objetos técnicos en nuestro mundo cotidiano y, al mismo tiempo, los mantenemos fuera, o sea, los dejamos descansar en sí mismos como cosas que no son algo absoluto, sino que dependen ellas mismas de algo superior. Quisiera denominar esta actitud que dice simultáneamente «sí» y «no» al mundo técnico con una antigua palabra: la Serenidad (Dejidad: Gelassenheit) para con las cosas.”


"Serenidad" (Dejidad) (1955) Gelassenheit MARTIN HEIDEGGER


“...Las plantas del botánico no son las flores del camino...” (Heidegger Sein und Zeit)

Es necesario comprender en la sensillez de esta frase el pensamiento profundo Heidegger, su crítica al humanismo y principalmente el anuncio de la totalización del pensamiento provocante. Es decir, el pensamiento de la ge- stell, im-posición , de la esencia de la técnica.

Sabemos que desde el siglo XVII la naturaleza no significa lo mismo, no se aborda de igual manera, no se piensa como lo hacían los viejos poetas. Primeramente la naturaleza se ha hecho teoría (originalmente como asunción del proyecto metafísico de sujeto –objeto), se ha presentado científicamente en tanto incluso el objeto pierde medida cuando en la modernidad la naturaleza se asume definitivamente como calculable, como constante , el bosque como objeto del siglo XVIII cede paso al “espacio verde” del hombre técnico actual , que lo ve como un recurso (frente al equilibro o complemento que sugiere Heidegger con lo que el llama al asumir la naturaleza natural). Por esto Heidegger “anuncia” (aunque no resuelve y no pretende resolver este problema) denunciando no la técnica en cuanto a herramientas o artefactos, sino la esencia de la técnica, que es a su vez una forma de aletheia, desocultar el ser, pero esta forma hoy en día es totalizante, es por esto que Heidegger anuncia la pre-potencia del pensar calculador por sobre el pensar meditativo, que lo hace señalar incluso “que la ciencia no piensa” , como en la entrevista con Richard Wisser: “Y esta frase: “La ciencia no piensa”, que causó mucho furor, cuando la pronuncié en una lección de Friburgo, significa: la ciencia no se mueve en la dimensión de la filosofía. Depende, sin embargo, aunque no lo sepa de esta dimensión Yo no puedo decir, por ejemplo, con métodos de la física, lo que es la física. Lo que es la física, lo puedo pensar solamente, en la forma de preguntas filosóficas. La afirmación: “La ciencia no piensa”, no es un reproche, sino sólo una constatación de la estructura interna de la ciencia: forma parte de su esencia, que depende, por un lado, de lo que piensa la filosofía, por otro lado no atiende y olvida lo por—pensar (Zu—Denkende)”

Frente al pensamiento provocante propio de la esencia de la técnica, Heidegger opone el pensamiento protector, pensar no es conocimiento científico, por que el pensar de Heidegger no es ni depende de la voluntad, el pensar es visto mas como una dádiva, un obsequio, no se piensa cuando se quiere sino cuando se puede. Por eso el Dasein, la existencia humana abierta, es el guardián del ser , pero no es ni ente ni ser propiamente tal, esta participación es en un habitar poético del hombre en el mundo.

Hay que pensar protegiendo, es decir, guardando una relación con el ente de serenidad, [Gelassenheit], y no tomarlo a su disposición. La naturaleza meditativa de antaño se ha vuelto hoy una naturaleza de lo dispuesto, como un “stock” mercantil. La naturaleza queda reducida así “en una única gigantesca estación de gasolina", como un fondo de energía del cual hay que disponer (en un pensamiento muy ecológico aunque no puede reducirse solamente a esto) Es la culminación y cenit del proyecto metafísico lo que nos adentra en el mundo técnico. La serenidad, Gelassenheit para con los entes, las cosas, es un camino para poder enfrentar el mundo actual.

Es necesario poder oír el llamado silencioso del Ser que nos hace su guardián. Para poder comprender que el desalojar la reflexión del mundo es perder el sentido, es estar al borde del peligro. Es quedar sordo al más grande llamado, no escuchar el gran requerimiento: asumir la humildad del pastor que custodia el ser.

No hay comentarios: