miércoles, 13 de enero de 2010

Diario

Abbie Hoffman



Chile no se puede engañar, vivimos hoy algo quizás mas simple que una elección moral ... ¿? Vivimos una elección política, pero Chile no sabe de política, la olvidado , sólo sabe de moral, la inventa, la retuerce , se protege, la profesa y la hereda.
Aún no se esta en condiciones de ver al contendor político como lo que verdaderamente es , una idea diferente que quiere poder...(quizás en eso radique la miseria humana nunca se ve al otro con ojos fríos).
Los conceptos políticos como derecha e izquierda están vacíos, y cuando se vuelven a llenar se hunden inmediatamente, ya que la mentalidad burguesa ya no permite teorizar.
La política esta definida hoy en los grados de liberalismo que puede tolerar. No hay oposición viable. No hay Realpolitik que se oponga a esta máxima, y cuando se asoma vive solamente en la potencia de los sueños (que surgen al acostarse). Bismarck fue el primero en transformar al Estado en un agente revolucionario blanco, se anticipó a la jugada de los socialdemócratas, sólo que Bismarck pensaba primero en el trabajador – nación, no el proletariado mundial. Desde ahora en adelante el Estado se disfrazaría de padre, donde sólo los Edipos ideológicos cometerían la locura de matarlo.

La amenaza lejos de ser económica (ya que la estructura no pretende estar en juego) es una amenaza moral. Ver gobernar al oponente no es tan duro como verlo indultado, liberado por la ciudadanía. ¿Pero existe ciudadanía? ¿O sólo son clientes que responden a sus exigencias individuales?. Para el demócrata debería ser tan importante encontrar ciudadanos como "encontrar" presidentes.
No importa la política, no importa. La modernidad no sabe relacionarse con el enemigo, por que precisamente su esencia no es guerrera. Cuando no se sabe hacer la guerra se desea exterminar.
El supuesto dialogo nace y termina en uno, es un boomerang retórico.

Abbie Hoffman el juglaresco activista de los sesenta escribió en su nota de suicidio en 1989: "Es demasiado tarde. No podemos ganar. Se han hecho demasiado poderosos".


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“¡Guerra a los castillos, paz a las chozas!” (Chamfort)



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Max Weber nos regaló esta brillante idea : El burgués avanzó de la mano de la iglesia invisible, su relación directa con Dios , es decir en el nuevo invento alemán : el protestantismo .El trabajo se sentía ahora como profesión y orgullo (ya que en la antigüedad era una actividad que generaba rechazo) , y el símbolo del éxito económico como la señal de la predestinación calvinista. El protestantismo nos transformo a todos en sacerdotes, tuvimos el camino despejado para actuar, sin institución la clase comenzaba a formarse. Para estos nuevos hombres era ridículo que dios se dejara influir por nuestros actos, ¿Dios podría ser un efecto de nosotros?. Todo queda entonces en sus manos, la salvación esta predestinada. Y nuestro éxito económico es la brújula que nos guía a saber si lo estamos o no.
El capitalismo no tenia timón, una acumulación por simple acumulación no se hace hegemónica, se dispersa sucumbe. El capitalismo racional necesitó un espíritu , una guía teológica que luego no tendría problemas en volverse mera superchería. Total ya fundada la maquinaria en una idea sólida, sagrada, podría tomar las llaves del mundo. La iglesia católica "visible", medieval , ha dejado el gobierno del mundo al mercado y sus nuevos rituales automáticos . El moderno ya tenía un alma, ahora sólo le faltaba un policía.


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