miércoles, 1 de julio de 2009

Fotofenomenología

W. Eggleston Del libro "Morals of vision"




Fotografía sí , ¿pero para qué? Para decir lo que dicen todos los artistas o sea decir de un objeto otra cosa más allá (como la etimología de la metáfora) , hablar del amor , del odio , del silencio, de la soledad, etc. La fotografía estaba condenada a señalar un camino para decir cosas metafísicas. Ese fue el camino de todo arte. La pintura ya se había revelado inútilmente a ese sentimiento, quería ser arte por el arte. Kandinsky fue el primero, si no me equivoco, en señalar este camino, no ha de buscar un significado más allá del arte mismo. Pero la fotografía es diferente y esa diferencia es su condena, casi está castigada a su imposibilidad de ser Avant- garde, no se engañen ni Man Ray, ni André Kertész, ni Moholy-Nagy son vanguardistas , yo diría que la fotografía necesita lo que Wittgenstein hizo a la filosofía y Le Corbusier a la arquitectura, la fotografía tiene su propio estilo internacional , su funcionalismo es estar a merced de la cosas. No debe, a estas alturas, buscar significados metafísicos a meras representaciones . Por eso amo al fotografía de la cosa, del objeto puro, ¡vamos a las cosas mismas! Como Husserl , si ellas quieren decir algo , es porque nosotros queremos comprendernos , pero nuestro deber antes de fotografiar una mesa es reconocer que nuestro objeto, misión y deseo al fotografiar, es sencillamente el deseo de ver como una mesa se vería al ser fotografiada.

No hay misterio, ese es el misterio. Tampoco hay estética dentro del mundo, cuando hablamos limitamos, cuando fotografiamos lo mismo. Los soñadores quizás se equivocaron, tener límites abre a lo místico, no hay misticismo en lo ilimitado, cuando se quieren abrir las puertas de la percepción para percibir el infinito yo me quedo ensimismado observando la puerta, porque allí está el arte y Apolo , en la puerta . Fotografía pura como la de William Eggleston. Basta de significar, sino sólo disfrutar de la forma, del objeto puro.


Los fotógrafos vernáculos de fines del siglo XIX lo sabían y por eso hacían grandes y anónimas fotografías, jerarquizaban al objeto, lo ponían delante de su significado (algo al parecer imposible) . Las fotografías de nosotros, de nuestras familias, no querían nada más que ver como la familia se veía fotografiada y ahí en su potencia anónima la fotografía se hace potente.


La fotografía metafísica es la clásica: un sujeto objetivizando , es más, su lente óptico adoptó imponente el nombre de “objetivo”. Cuando este sujeto crea , o sea fotografía, cuenta que esa simple cosa que se pone por delante (objectum) suelte significados. Esa fotografía de ideales a descuidado y mediatizado la cosa para hablar de otras cosas que le parecen ahora el objeto pero le son irremediablemente y estéticamente ajenas. La cosa original , a la que nosotros apelábamos aprender queda ahí mediatizada y vacía. Llegándose a olvidar, en la fotografía el referente es imposible prescindirlo. Cuando digo: Dios, alma o eternidad no hay referente, entonces la proposición se vuelve sin sentido. En fotografía jamás se ausentara el referente, quizás se le inyecte todo tipo de significados estéticos pero el referente estará ahí , entre mas sólo y abandonado más fenómeno.


Eggleston ha hecho una inversión, no sólo retrata magistralmente el color si no nos vuelve a decir la simpleza de la antigua fotografía vernácula. Es decir nos dice (objetiva) una silla. Silla , gato , grifo, casa, mesa. Vuelve a las cosas y muestra la simple y original base de la fotografía, es decir es el medio por excelencia que desencanta (des -incantare), que le quita el canto significativo que al referente se le pretende estrujar olvidando su coseidad. La fotografía es enemiga del infinito es una puerta para entrar en el mundo, es el mecanismo técnico del ojo que nos muestra la ausencia de misterio del mundo, que nos dice a media voz: si no hay referente, no hay fotografía. La fotografía está obligada a un sentido, a una intencionalidad que lo liga al objeto, es irrelevante que lo representado signifique algo si no reconocemos que la cosa fotografiada es lo primero porque es lo mundano , cualquier acto estético, ético y religioso esta fuera del mundo. La fotografía es la vuelta del Apolo técnico, es la más grande oportunidad para reconocernos finitos.


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