martes, 15 de julio de 2008

Diarios

Julio 14

Antes siempre pensaba que me iba a sacar 200 millones de pesos en la lotería y posteriormente regalaría todo, hasta el último peso, en un acto inédito en la Historia Humana, y la noticia daría la vuelta al mundo y los periódicos en todas las lenguas escribirían en primera plana: “El gueon más grande del mundo”, pero tras ese impase algo nuevo pasaba , extraño en el mundo , como la sensación de cuando te cuentan el final de una película.

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Un capítulo de la Biografía de Enrique VIII se titula: “El hombre más raro que vivió en su tiempo”.

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En la pasarela el vagabundo me pide siempre plata , en cien veces jamás le he dado, cuando le dí 200 pesos, me sentí bien y por eso mismo me sentí egoísta.

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Comí porotos graneados en lata , como esa típica forma de envasar de los gringos , y que Warhol hizo célebre en las sopas Campbell. Un sabor horrible y dolor de estómago toda la tarde. Jamás el poroto graneado debería enlatarse y menos pintarse.

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En el club Máscara de Valparaíso sólo moví la cabeza con Ian Brown, Fear y Nirvana, Lithium. ¡Cuanto tiempo ha pasado! y cerveza ni hablar….

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Además sino fuera por el sólo de Slash en Sweet Child O'Mine que escuche cuando chico hoy sería devoto de Cristian Castro.

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El hombre es metafísico por esencia como dice Heidegger en ¿Qué significa pensar?, si el animal como sensible es físico , el hombre como animal rationale y suprasensible es metà ta fnsicá. Es simple , por ejemplo Colo Colo es una institución indiscutiblemente metafísica , una construcción simbólica que supera a Caszely y el Pato Yáñez por separado, por eso el hincha dice sabiamente : “los jugadores pasan la institución permanece” y sacraliza lo metafísico que hay en Colo Colo. Colo Colo es rationale. (Aunque no lo parezca). El Hombre debe ser un puente y un ocaso para la venida del Superhombre al cual dudo que le guste el fútbol.

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Me acuerdo que soy así por un esfuerzo de niño , incomprensible , obligatorio, solito y muy joven fui a ver a BB King, como si fuera un trabajo , por eso , en completa soledad de su concierto, sentía una obligación que superaba el gusto. También me acuerdo que fui al cine a ver “Pierrot el Loco” de Godard. De ambas funciones salí muy tarde, con las manos en los bolsillos sin explicarme por que lo hacía. ¡Por Dios! ¿Quién cuidaba a ese niño de adonde andaba metido?

1 comentario:

Elver Cruzila dijo...

Sopitas Campbell, en eso estoy trabajando, es un seudotrabajo, no tengo horario y pagan al día.
besos