“En vano andamos al acecho de una única raíz que haya echado ramas vigorosas, de un pedazo de tierra sana y fértil: por todas partes polvo, arena, rigidez, agotamiento. Aquí un hombre aislado y sin consuelo no podría elegir mejor símbolo que el caballero con la muerte y el diablo, tal como nos lo dibujó Durero, el caballero recubierto con su armadura, de dura, broncínea mirada, que emprende su camino de espanto, sin que lo desvíen sus horripilantes compañeros, y, sin embargo, desesperanzado, sólo con el corcel y el perro…” (Friedrich Nietzsche. El nacimiento de la tragedia)
La culpa se archiva, de esas miles de “oficinitas” sale un funcionario que no da importancia a quien pertenece la culpa, si a la empresa o a algún empleado, directivo o deudor..La culpa está ahí apilándose indefinidamente día y noche…la empresa no tiene límites…pareciera que Kafka se sintiera tan a gusto en su sinagoga anónima, que tal como Galileo moldeo la imagen del mundo moderno subordinando los hechos a su imaginación, él le dio la mejor imagen a nuestro mundo subordinado el sentido a su imaginación … El funcionario se dedica…el único sentido de la vida del hombre es su “dedicación” como fuerza, sin preguntarse jamás el objetivo de esa fuerza. Inspeccionar, liberar e incinerar esos archivos de culpa no le compete…solo se le ha demandado, apilarlos, clasificarlos, reubicarlos… el nombre de “burocracia” es impropio, preferiría llamarle teología…eso hace que la tarea se oriente en un clima de total justicia… El mundo fue devorado por la utilidad, el funcionario lo sabe muy bien y se consagra, el día que se pregunte como Lessing por la utilidad de la utilidad sabrá que su trabajo, o sea su vida, se ha acabado… Podrá venir entonces con todo derecho el paraíso donde, como único premio, a los empleados se les permitiría conocer las características de su trabajo…pero se engañan, el conocimiento de su rol no constituye específicamente “el paraíso”…pero a ellos les basta con eso…
"Cuando todo va bien cualquiera puede ser una persona hermosa llena de buenos sentimientos y esperanzas y deseos para el mejor de los futuros. Después cuando a tu novia se la está atorando algún memo ya no resulta tan fácil..." (Ray Loriga .Lo peor de todo)
Un Sísifo sin piedra, sólo contemplando extático su débil musculatura…la piedra no cae por que no sube, y el deseo de impulsarla (abortado) , es transformado ahora, en una especie de religión…
La imposibilidad de cortar lazos con el mundo , con la veta más rica de su lenguaje , le hace rechazar mil veces el amor…que corta, agrede, destroza las riquezas de sus minerales .La amante totalitaria que apaga la luz del mundo le aterra…no cree que de esa oscuridad se forme una especie de prótesis divina del mundo…
Tengo algo que desconocieron mis queridos griegos , la culpa, y si en algo la sintieron, fue como un fenómeno estético y no como un sermón moral…y esta culpa como amuleto exclusivo de mi pobre herencia cristiana oriental , la enseño a quien quiera verme cargándola, ya que no tiene fin ni objeto, está ahí al acecho de cualquier acto para atraparlo y devorarlo… Para los griegos trágicos, el héroe tomaba conciencia y se sacrificaba, pero a mí solo se me permitió hacer de animal de carga que ni siquiera puede gozar del reparador paisaje del dolor que se les presentaba a los helenos de frente, sino que lo llevo conmigo y no lo veo nunca, sino como un parásito enfermizo y enquistado en las ancas morales, que no hace otra cosa que obligar a repudiar el cuerpo…a convertir la danza en rezo..
El terror terrible de infringir daño…la condena: la toma de conciencia de ese terror siempre llega tarde… no hay Antígonas sin dolor… (Entonces solamente quedaríamos a merced de la ley, congelada y ajena a cualquier latido , y no correría jamás sangre, ni nada verdaderamente humano) ...sin embargo preferiría que no las hubiese…Le regalaría así una palabra absurda para al mundo griego : evitar…
“No le hubiese importado en absoluto amar a una maestra, a una trapecista, a una dentista encantadora, con tal de que le cuidaran un poco. Y sin embargo no se dejaba cuidar, de ahí su estado, ni se sentaba a la mesa de los demás, ni aceptaba comer lo que cariñosamente se le ofrecía. Y en resumen, sólo resultaba encantador si no se le conocía demasiado...” (Ray Loriga.Ya sólo habla de amor)
¡Qué triste que las mujeres ya no nos puedan engañar!…cada acción, frase, llanto, sonrisa, silencio, alegría, venganza, huida, etc. Ha sido replicada miles de veces… y ha generado un patrón común… es ese estado de honestidad forzada, de verdad sentimental, de riqueza estadística, el que impide el avance de cualquier amor…las conductas no enamoran ni bailan, se adecuan a la insensible horma, se ha perdido la fragilidad y el riesgo… todo es frío y aburrido, como una exitosa compañía de seguros…
“Walter Benjamin tenía ese gesto de ocultarse detrás de las montañas de materiales que comentar. Se sabe que el sueño suyo consistía en desaparecer, en el cénit de su obra, tras una avalancha insaciable de citas…" (Roberto Calasso. Los cuarenta y nueve escalones)
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