domingo, 6 de mayo de 2012

Diario




Esa imagen maravillosa donde Julio Cortázar y su esposa Carol Dunlop se apuntan con sus cámaras, frente a frente, haciendo así una fotografía infinita. El remordimiento de que a pesar de ser un gesto banal, no muy original, a mí nunca se me ocurrió, o fotografiaba ella o en el mayor de los casos lo hacía yo… así parece que también se amaba, tal como se fotografiaba… por turnos…



“Me gusta la gente en la que las luchas internas son visibles..." (Patricia Highsmith)




 En la República de Platón, ¡que impresionante es este personaje!, es irrelevante a su poder que se le desprecie, se le refute, se le ignore. Que estemos rodeados de tecnología y comodidad nos hace sentir aún mas imbéciles frente a su mundo, donde ya estaba todo dispuesto en un gran mapa donde occidente viaja en círculo creyéndose falsamente liberado . … Si soy honrado no puedo pensar de otra forma a como él lo señalo, quizás puedo como un niño entusiasta vislumbrar fantasías delirantes y rebelarme con los payasos modernos... Aún así, frente a su poder, mi rebelión hoy se siente más pequeña que una hormiga…





 “No hay escapatoria. No se puede ser un vagabundo y un artista y aún así ser un buen ciudadano, un hombre sano, honrado. Tú quieres emborracharte, así que debes aceptar la resaca. Si dices que sí a la luz del sol y a tu pura fantasía, tienes que decir sí a la inmundicia y la náusea. Todo está dentro de ti, el oro y el barro, la felicidad y el dolor, la risa de la infancia y la aprehensión de la muerte. Di que sí a todo, no eludas nada. No trates de mentirte a ti mismo. Tú no eres un buen ciudadano. No eres un griego. No eres armonioso, o el dueño de ti mismo. Tú eres un pájaro en la tormenta. Deja que la tormenta te lleve! ..¡Cuánto has mentido!..." ( Herman Hesse, Wandering) 




 La batalla, la gesta, el heroísmo, la inmortalidad, todo eso está bien , son el corazón de la historia , es el grito invencible de Aquiles, pero que nunca las alcanzare desde el sillón moderno, no son más que espectáculos, motores, que desencadenan un padecer , soy su víctima …En cambio el momento silencioso y oscuro que se apodera de nosotros unos minutos antes de dormir…lo tuvo el zar, lo tuvo Napoleón y lo tengo yo…es el instante en que se comparece con uno mismo en presencia del universo en su estado más elegante , quizás es el sentimiento más humano que nos queda a nosotros los modernos ,sumidos en la quietud y el absurdo de un mundo sin historia…El juicio final no es más que la suma de las noches que acumulamos con nosotros mismos, la desesperación del vivir se torna apacible y gentil hasta que llega el paraíso y dormimos…


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