Diario

“JO: ¿Por qué lo ha hecho?

DICK: Por empatía. Me puse en tu lugar y sentí que querías que te besara.

JO: Pues, se ha puesto en el lugar equivocado. No quiero que me besen. Ni usted, ni nadie.

DICK: No seas tonta. Todos queremos que nos besen, incluso los filósofos...” (Funny Face 1957, Stanley Donen)

"Qué fácil callar, ser serena y objetiva con los seres que no me interesan verdaderamente, a cuyo amor o amistad no aspiro. Soy entonces calma, cautelosa, perfecta dueña de mí misma. Pero con los poquísimos seres que me interesan... Allí está la cuestión absurda: soy una convulsión, un grito, una sangre aullando. De allí proviene mi imposibilidad absoluta para sustentar mi amistad con alguien mediante una comunicación profunda y armoniosa. Tanto me doy, me fatigo, me arrastro y me desgasto que no veo que instante de "liberarme" de esa prisión tan querida. Y si no llega mi propio cansancio, llega el del otro, hastiado ya de tanta exaltación y presunta genialidad, y se va en busca de alguien que sea como yo con la gente que no me interesa..." (Alejandra Pizarnik, Diarios)

Esa etapa de la vida donde no hay la suficiente nostalgia como para añorar nada, ni nada de futuro para esperanzar , ese pequeño minuto quizás es el que deberíamos fotografiar para la posteridad , lo que resta son malas copias hechas de esa fotografía. Lo que he hecho mejor en mi vida, creo, es sacar la más pulcra y elegante fotografía de ese minuto y pasarme el resto de la vida observando sus infinitos detalles…

‎"Te sientas a trabajar ... te quedas mirando por la ventana, y te pones a recordar tu infancia..." (Paul Auster . Invisible)

¿Sera cierto que el norteamericano no sabe reconocer la diferencia entre lo moderno y lo contemporáneo? Todo para ellos es un “Modern Times” y eso explicaría toda su desgracia cultural, mientras que el europeo se ha roto la cabeza por ese tránsito, el norteamericano aún festeja borracho en el progreso…

En la biblioteca las mujeres siempre se ven más interesantes, es un viejo cliché que siempre funciona. Ellas toman ese libro perfecto, muy lejano a los best sellers de turno, estudian su contratapa y después lanzan una mirada al vacío para que alguien premie esa elección …siempre hay uno que lo hace con una sutil y coqueta sonrisa ( me refiero a los normales ) y hay otros (los eternos deslumbrados) , obsesionados a tal punto con los libros que no las miran ni un segundo , se puede decir que ni siquiera se dan cuenta de su presencia (saben que nunca alcanzaran a leer todo y eso les desalienta ) …Ellas mezcla de sensualidad e ingenio están más libres que nunca , se mueven entre la contratapa de un libro perfecto y el premio posterior …En cualquier lugar los clichés son finos cuando no se proponen ser tan ambiciosos… solo hace falta describirlos pero sin participar ni de la coquetería ni de la angustia por los libros…

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