Prometo ser bueno

El poeta cojo escribe a casa , se le siente por primera vez amable , su empresa literaria es una broma al lado de su actual condena. Ha venido a triunfar, pero sólo se ha llevado pesadillas, se encanalla. Sufre a cuerpo entero, su pierna hablará mas fuerte que él, de inevitable leyenda pasa a fiel representante del comercio colonial europeo más burdo. Aburrimiento total, los negros de África no le entienden , siente por momentos compasión , pero también odia con toda su fuerza.

Le reconocemos, es nuestro santo , el de la niñez, el jugó el papel que Cristo debió haber jugado, ya es inevitable , es nuestro a rabiar , ahora con el tiempo le volvemos a ver con esa caminata militar , "Descubrí lo que soy: una sombra errabunda que busca la nada...un viajero, un peatón, un vagabundo que ha caminado por el mundo como un extranjero proveniente de otros universos."
Todos somos él, le debemos tanto el malestar eterno como la sensibilidad profunda de la cólera. Por favor no le llamen mas poeta, él es un comerciante de armas , el espíritu es autoridad y nos dice lo que nosotros no queremos decirnos…. “Veo que mis males provienen de no haber pensado a tiempo que estamos en el Occidente”
... “el mal trae el bien."

A aniquilar la conciencia , luego el fin del mundo vendrá sólo , el Hombre ya no tendrá hijos que sacrificar, la existencia pura y sin escenario por fin se hará decorosa.