¿Buscar lo bueno por su utilidad ya sea colectiva o privada?, o bien por una intuición , ¿como un apriorismo? tal como un teorema geométrico salta a la conciencia, ¿o sólo por la humilde y cruel razón de una existencia sumida en la costumbre? Una costumbre creada por gentes compasivamente “malas”.
Con que facilidad nos aburrimos, casi profesionalmente, un aburrimiento que debería ir inscrito y destacado en nuestros currículum, nos aburre que todo nazca y se mantenga casi por obra del espíritu santo del lenguaje, la moral entre ello, una moral que se ha encubierto, que ha botado su piel religiosa para transformarse en una ética política.
La dualidad objeto y sujeto es tan aburrida, ¡pero no hay otra! se exaspera en contestar nuestra lógica…todo se resiste cuando se plantea un mundo transmetafísico. Pero es todo cuestión de gusto más que de juicio. Es cosa mía. Es un asunto. Es ciencia. La historia, es decir la épica dramática judeo- cristiana, sufre de Bovarismo. Sus expectativas son tan infinitamente crueles , tan poco ajustables a la realidad. La historia es una madame. La voluntad su doctor.
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