viernes, 13 de marzo de 2009

Dionysos






¿Que veo en Sócrates? , una neurosis profundísima, un miedo. Todos los argumentos terminan siendo al fin y al cabo un tipo de arquitectura, cualquier lógica esta expuesta a la polución. No ver esto es creer en las ciudades eternas, en que el lenguaje es una especie de urbanismo indestructible. Algún tiempo todos lo admirábamos, cuando creímos en la razón, esa vieja perniciosa que nos atrapaba con sus preguntas de hielo. Y nosotros nuevos en este asunto del mundo en nuestras manos, cedimos. Nuestra voluntad imperativa no nos dejaba hablar nada sin consultar con nuestro otro yo, la "nube objetiva" un dios tremendo.

¿Que hacíamos nosotros ahí? Nosotros que éramos en exceso los más orgullosos de la caverna de la vida y temerosos de la luz deshonesta. Sólo pensábamos: la literatura democrática es aburrida. El Gorgias es un aparato de tortura, neurótico hasta sus zapatos.

Ahora fiel a si mismo, nada puede mas, sólo necesitamos ser niños, y eso es lo que hacemos con dedicación exclusiva, ahora el fuego robado es devuelto dentro de su cámara de tortura respectiva. Hace tiempo nos dimos cuenta de que estábamos locos, que la epilepsia de la cultura nos había derribado con su ola imparable, y aquí sin nada práctico en las manos morimos lentamente ¡y lo sabemos!, ¡lo sabemos!

Sólo la voz de una nueva vida es la que pretende aplicarse, sin esperanza, sin forma, sólo con la exclusiva música del cambio constante, sin libertad y decencia. Una vida jurídicamente borracha.

No puedo tener dios no por que sea un científico sino por que no creo en las normas. Un dios bueno es tan inexplicable como su ausencia total. Por esto es que Sócrates (o el joven Platón hipnotizado y corrupto por el maestro) en el Eutifrón declama: no es que un acto sea piadoso por que agrada a los dioses sino porque es piadoso agrada a los dioses. ¿No es esto sino una elegante estaca dialéctica con que se apuñala al poder divino? Griegos nadie les avisó que la moral es la jaqueca de los dioses.


Necesitamos un dios piedra que nos dañe con su cariño. Que no pretenda detenernos en nuestra enorme empresa de poder. Pero no hay nada en esto que pueda ya ser realizado… uno solo tendrá amistades en comunión con el maltrato común que la naturaleza da a sus hijos, es decir una idea de interminables paisajes funerales. Una conciencia de que se esta acá, dentro de la hermosa pesadilla caduca. Y sólo pretender estallar, dejar el ejercicio tradicional de alimento para las bestias y sólo dedicarse a bailar. Homenajearse con ritos plagados de dolor, con el lenguaje propio de un náufrago que dialoga con reptiles.

Veo que la gente a mi lado se despedaza y no hay nada por hacer, no hay ninguna tierra que acepte ser prometida, por que la tierra se ha trabado en un monólogo de fierro, es astuta y nos ignora. Ya es tiempo de despertar, cualquier promesa viene envuelta en deuda y esto es el infierno más potente.. . Todo será irremisiblemente símbolo hasta que no conquistemos el hoy.


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