miércoles, 5 de septiembre de 2007

Diario...



Alcohol, tranquilizantes, cámara lenta, muy lenta, ¿a color?, no, en blanco y negro. El cerebro es delgadísimo así que se queja un poco, pero después un masaje, un saxofón neurálgico. AHHH. La calle ahora es hermosa. El perro alcanza la paloma, la desangra, no le doy importancia. Entro a un local, bajo dos pisos, se que hay un grupo tras mío, pero yo ando sólo, y en la noche extrañamente tomo wisky, tomo una chaqueta y dos ladrones se abalanzan, me odian por haberla tomado – ¡pero era mi chaqueta! .En las noches las protagonistas son las chaquetas y eso me harta. Ellos me empujan, y yo les digo- Que dios los bendiga, soy un reverendo- ,
Había escrito con el lápiz del barman en mis nudillos LOVE y HATE, como Robert Mitchum en la Noche del cazador. Salí por que la película me impulsó.
¿Por que tendrían que hacerme daño? escucho tambores africanos en el otro ambiente- Escucho a un diablo que dice algún día te comprenderé, escucho todo en forma de tambor negro…
Los pandilleros me odian ¿por que me odian? Pero no entienden nada. Conozco un poco el barrio nocturno -les digo- aunque no a cabalidad porque soy un burócrata y no un soldado. UFFF, CANSADO SIEMPRE ME SIENTO UN RATO EN LA PENUMBRA, CUANDO HAY JAZZ ME SIENTO POR MUCHO TIEMPO ,EN LA OSCURIDAD, PENSANDO , SUDANDO SANGRE…Escuchen Mike Westbrook :Metrópolis, que feliz, que paraíso. Los sentidos explotan., . UFFF. Llega al legado gris, el cerebro como legado. Como mentira.
Pienso mal, pienso. A lo que me refiero es que PIENSO DEMASIADO. La vida de un “intelectual” acá es fanfarrona, ya de hecho ese término parece de acero al chocar con las gentes.
A lo que me refiero es, que es lo que no daría por ser un buen maestro yesero o aprender un trabajo de construcción, quizás algo de mecánica, o relacionado con la reparación de barcos. Quejarse como Jeremías no hace bien. El reverendo Jeremías con los dedos pintados, amor en la izquierda odio en la derecha, acosado por una pandilla de la noche. Quizás ya muerto. Quizás ya un indígena africano, automático, quizás ya un automóvil a casa, previo, una mirada y meada al mar.
Un gato pasa por el patio vecino y lo alimento. ¿Quién iba a pensar que me iba a convertir en San Francisco de Asís?
Soy un pequeño imperio romano decadente. Soy puro gasto. Necesito un cisma mas violento aun.
Emperador cobarde, mental.
ME TOCAN EL CITOFONO TODAS LAS RELIGIONES Y YO , RESPETUOSO les respondo susurrando –“insultar a Dios en Francés no es pecado”.

Los nudillos son para ponérselos HORAS en las mejillas, así uno se vuelve un viejo Beat. De barrio, pero ojo, también de naturaleza. De caminatas imposibles, tarareando para mantener el ritmo poético, tum tum tuum. Y escuchando AL MUNDOOOO. Y el mundo responde con ese tono silencioso insolente de sufrimiento:- ¡NO SOY UNA AMBULANCIA! , SUFRE TU TAMBIEN.
Meo al mar. En y en EL. Algo no alguien. El mar , ¡que sucio que está este viejo educado!, si lo condimentan con San Pedros , con “sanes” a prueba de sal. Al final ¿no es un ángel nada más que un hombre deteriorado? ¿Vertical?
Frío-¿Cuantos golpes?. Ja. Me río plummm… Libretita al fuego. Escribo :Kerouac es una carnada…para tragar lo único que queda , saliva.
Fin

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