miércoles, 2 de abril de 2014

Diario



*Mis zapatillas un domingo por la mañana



“El gobernador de una isla como La Martinica ve temblar la tierra, se frota los ojos, lleno de angustia. Le informan que es un terremoto y que todo un barrio de la ciudad ha quedado sepultado. -¡ah!- dice-, Me tranquilizáis. Pensé que sufría un mareo....” (Jules Renard. Diario). 





 Si amarramos una roca pesada con un elástico en una superficie también rocosa irregular, y luego comenzamos a estirarlo lo más posible hasta que la roca cede y se mueve y si repetimos la operación muchas veces más ejerciendo la misma fuerza, no sabremos exactamente cuando la roca se va a mover, porque nunca esta se moverá en el mismo tiempo, sólo podemos saber que el elástico está tenso y encualquier momento se va a mover la roca. Si repetimos la operación con un cronómetro cien veces, las cien veces la roca se va a mover en distintos tiempos (y eso que tenemos a favor que este experimento lo hacemos con una temperatura y presión homogénea) . Por esto es tan improbable predecir un terremoto, las variables (presión, temperatura, tiempo) son tan difíciles de observar que va ser casi imposible predecir el momento exacto del movimiento (frente a otros fenómenos físicos donde las variables son más observables, calculables y predecibles como órbitas de cometas o comportamientos de tormentas). Por esto es más efectivo rezar. Gracias. (Momento Geológico) 







 "Muchos de los que quieren ser escritores venderían su alma al diablo por escribir bien. Cosas que aprendí con el tiempo: que se podía ser un cabrón y escribir bien, que es posible que sólo los cabrones escriban bien..." (Flannery O'Connor) 





 Recuerdos voluntarios e involuntarios, Proust enseñó sobre esa diferencia. Con los primeros se puede hacer literatura, muy buena literatura, pero los segundos son la literatura misma. Uno se esfuerza voluntariamente por recordar quizás una ex amada por un placer estético, reproducir los comportamientos, los gestos, los movimientos del tiempo, depurar el presente, todo el arsenal de climas que giran alrededor de la forzosa y aparente protagonista, que al final termina siendo un “pretexto” para comprender un mundo exótico e imprescindible, el pasado. Pero cuando el recuerdo viene involuntario, como un rayo impremeditado, todo cambia, la amada es el texto, es el sabor del café, es el olor al grafito del lápiz con que se le escribió la primera carta, es la temperatura del viento en el rostro cuando viajaron en automóvil, es olor único del pasto humedecido con el rocío salino de la costa, en definitiva el té de tila con el quequito que come Proust y lo lanza en huracán mental al pasado. Sin ninguna decisión de recordar sino sometido a una fuerza del tiempo que impacta en la memoria, y todo se hace literatura. La literatura por decirlo así, no nace de una decisión estética, no pide permiso, no hay voluntad, el texto se escribe solo. El escritor entra en el verdadero y único padecimiento. Se vuelve trágico. Tomo té con un quequito ahora, de ahí todo esto, pero no me muevo ni un centímetro, estoy salvado por hoy, estoy atornillado a la silla de la realidad, sin fugas... 






 Levantarse y pensar que la vida que viene será misteriosa, extraña, peligrosa, que se está a merced de los dioses, que se conquistará una tierra importante, tal como un soldado que se levanta de la tienda del ejército de Alejandro Magno, y no que en la forma, va a hacer los mismo que hizo ayer y anteayer o mañana en la oficina. Esta es la forma de rezo que debe adoptar el moderno, la única…





 He asumido un verdadero papel de detective:encontrar leche Colun de chocolate en los negocios evitando los supermercados...la tarea es desgastante ...luego a hacer la hora para despedir a un amigo que viaja...Todos viajarán, a mí sólo me estaría permitido ir en búsqueda de las leches Colun (y hacer eternamente "la hora") 






 “¿Por qué le amaba tanto? A las mujeres siempre les había parecido distinto del que era en realidad; no le habían amado a él, sino a un hombre que creaban en su propia fantasía y a quien ávidamente buscaban en la vida; y cuando luego descubrían su equivocación, seguían no obstante, amándole. Ninguna había sido feliz con él....” (Anton Chejov. "La dama del perrito”)




 Anoche soñé que vivía en una casa de campo (sin embargo era Santiago porque se veía el cerro Renca) , vecinos dicen que encontraron ruinas romanas más arriba por el camino, salgo por ellas , cuando llego hay muchos turistas , decido pasar de largo no sin antes entrar a una especie de sala de baño , una señora dice: “miren los romanos tenían duchas”. Camino largamente, seguramente horas, (medir el tiempo en los sueños es absurdo ) , encuentro un viejo auto abandonado y me voy en el, (lo hago andar con la mente, como sólo en los sueños se hace andar a los autos) Llego al final del camino , un pequeño valle hermoso rodeado de cerros encajonados, al costado derecho un murallón de roca de cómo diez pisos con un pequeño sendero donde un pastor acarrea ovejas , le sigo pacientemente cien metros atrás sin que él se dé cuenta y subo el risco donde al final se encuentra una explanada inmensa, el pastor se pierde, a los lejos se puede divisar una solitaria casa. Llego a ella, parece que está abandonada, es de madera, está abierta, adentro esta oscuro, hay cachorros de tigres y leones, plantas carnívoras que sacan una larga lengua, fósiles de simios , ranas en forma de corazón , serpientes rojas . De pronto entra el dueño, es Thom Yorke, esta avejentado y no le molesta mi presencia....me ofrece un té con manteca a la usanza tibetana, (me dice que toma 20 diarios) me explica que se ha vuelto loco y ese es el lugar destinado para vivir con su locura, tengo ganas de volver y avisarle a mis amigos para que conozcan a Thom Yorke, pero él me dice que eso es imposible, ellos nunca encontrarían la casa (ahí me di cuenta que Thom Yorke era el pastor de ovejas). Detrás del sofá noto que hay un animal extraño, como una rata enorme, con púas en la piel y con ojos humanos, Thom me dice que no confíe en el , que su comportamiento es impredecible, sin embargo ese extraño animal mira con melancolía. Thom comienza a hablarle en otra lengua, al parecer sánscrito, al animal se retuerce y sale caminando lentamente hacia la explanada, “antes era un humano” me dice Yorke, abrumándome con esa confesión. Thom reza, tiene un buda gigante en la sala, toca en un viejo piano “Videotape” luego sale hacia la explanada, el piano sigue sonando solo , le sigo, “ahora hay que esperar el nirvana” me dice sin mucho convencimiento...Miramos el cielo juntos, está nublado, se ve como un televisor cuando se acaba la señal con puntitos moviéndose neuróticos. ¿ Es esto todo el misterio del mundo? le pregunto , Thom sonríe, algo me va a contestar , pero comienza un ruido ensordecedor en la atmósfera, cada vez más fuerte , no alcanzo a escuchar nada de lo que dice Thom , comienza a gritar , es inútil , despierto... Pienso mientras miro el techo sentado en la cama: “sueños locos y poderosos, mi inconsciente a todo motor nuevamente...” 





 Amo los paisajes bíblicos pintados en las iglesias evangélicas de barrio...ese arte kitsch ...soy devoto de la esperanza humana mal dibujada... 






 "Hoy en día, a diferencia de antes que estaban desesperados y bebían absenta, los escritores malditos son simplemente aquellos a los que ya no cita nunca nadie..." (Enrique Vila-Matas. "Doctor Pasavento")







 "Belokúrov se puso a hablar largamente, estirando las “e-e-e-e”, acerca de la enfermedad del siglo, el pesimismo. Hablaba con seguridad y en un tono desafiante como si yo discutiera con él. ... No es cosa de pesimismo u optimismo -dije yo irritado-, sino de que de cada cien personas noventa y nueve son tontas..." (Antón Chéjov. "Casa con desván")




 No temerles ya a las mujeres muy hermosas, ni menos sentirse deudor de ellas, como no se le teme ya a las capitales Europeas...Usarlas como un fantaseo turístico, para estudiar el fenómeno de la “frecuentación”. Ellas: las capitales y las mujeres demasiado hermosas, han absorbido algo de los que nosotros somos absolutamente ignorantes: "la boga"...Son indispensables faros sociales en los cuales hay que poner bastante atención si se quiere comprender a los pequeños barquitos que se esclavizan a su alrededor.... 






 "Huya usted siempre que pueda de las materias filosóficas; son las más ingratas... Permanezca más bien cerca del mundo sensible; así no se expondrá a perder el entusiasmo..." (El consejo de Schiller a Hölderlin citado en "La lucha contra el demonio" de Stefan Zweig)





 Es tan difícil hablar con los hombres de amor, ya que automáticamente despliegan el poderío social que se les asignó, ya sea por la belleza , la economía o la teoría, que los protege del riesgo y la derrota que a veces provoca el reto del verdadero amor. Mientras en la mujer, la “femenina”, no la que ha caído en la masculinización de los anhelos, uno se apoya y llora...y ella te dice tiernamente: “siempre se puede seguir, siempre debes hablar de amor” (ellas lo hablan tan naturalmente, como todas las hermosas hechiceras domésticas que han llevado por siglos y en la absoluta clandestinidad su diálogo de amor con la naturaleza, mientras los hombres se afanaban y desgastaban en el monólogo conquistador del mundo)...y si digo todo esto no es porque yo sepa realmente hablar de amor , es que la herida de no hablarlo por tanto tiempo quizás me dejó a la deriva. Este verso de Jean Rhys en su libro “Sonríe Por favor” me hizo pensar en todo esto: 

 “Cuando terminó mi primer amorío, escribí este poema: 
No supe 
 no supe 
no supe
 Me dediqué entonces a sentirme infeliz....” 





 "Ella dijo: "¡He seguido siendo amiga de todos los hombres que he amado!", y yo pensé de inmediato: "Bueno, ¡a mí no vas a hacerme esa cochinada!"..." (Peter Handke. "El peso del mundo")



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