viernes, 25 de noviembre de 2011

Diario


J. L. Godard (Prénom: Carmen)



Moisés según la tradición subió un monte pero sólo para buscar la sustancia moral de su pueblo y obedecerla , Aníbal el cartaginés cruzo los Alpes montando elefantes, y aunque los romanos no podían creer la hazaña, (ellos odiaban los Alpes), esos montes solo existían en función del obstáculo de una gran conquista, …No, me refiero a subir una montaña solo por el placer de subirla…El primero fue el gran Petrarca que escalo el Monte Ventoux en la Provenza francesa y en la cima leyó unos versos de San Agustín , a eso me refiero con la vida, vivirla como esas montañas, vivir solo por el placer de vivir , sin el miedo a alguna obediencia , ni una gran ambición de conquista, simplemente subir y en la cima, totalmente consciente de uno mismo disfrutar y silbar como pájaro, poseer verdaderamente el mundo porque se ha llegado ahí sin el miedo ni la ambición , se ha llegado ahí por el más profundo de los deseos, el de atestiguarse a uno mismo…



Tan amigo de la lógica como de la quimera, los románticos le pintarían pequeño junto a un bosque para disimularlo de la naturaleza y unirlo a su grupo, los renacentistas le dibujarían como un gran rostro de comerciante cubriendo todo el retrato para hacerlo sentir el centro universal , ni lo uno ni lo otro, tanto razón como sentimiento…no hay por donde medirle ya que conoce el peligro de declararse amigo de alguna sensación o deudor de un cálculo , corre de aquí para allá, para identificarlo sirve tanto su fotografía de niño como su máscara mortuoria…




‎"No creas que tengo miedo. ...No tengo miedo. Sólo me estremezco cuando a veces encuentro mi voz en un hombre de antaño..." (Vicente Huidobro. Temblor del cielo)



¿Y Kafka que haría hoy? No podría ocultar nada, no estaría el amigo para quemarle su obra, no habría tuberculosis…no sentiría el matrimonio como una obligación ¡Qué haría ese pobre hombre por dios! Se daría cuenta que lo que el creía que era exclusivamente de su propiedad, su "enfermedad" , hoy la poseen , y con un cierto relajo , absolutamente todos los hombres...




Construye el mismo sus propios laberintos pero sin concebir que exista un “afuera”, por eso él no los llama laberintos sino hogares. No cree que una vez saliendo de ellos se esté realmente afuera sino solamente en pasillos más anchos…



‎"Seré muchas personas de ahora en adelante. No volveré a permitir que toda mi vida y todo mi corazón queden atados a una sola mujer; no volveré a sufrir tanto. A partir de ahora, deberás ser algo más que una sola persona; tienes que ser muchas, todas las que puedas llegar a pensar..." ( Isak Dinesen, Los soñadores, Siete cuentos Góticos)




Heredo de mis antepasados mi aversión al crédito…incluso el desconocimiento total de sus mecanismos…por ende ninguna propiedad ni capital me animan… pasare por la vida como el viento débil del verano sobre la roca que no la toca ni la daña, que no afecta en nada su materialidad, ajeno a todo objeto que me sobreviva, solo confío en la palabra… donde el único crédito que ella exige para no disolverse impotente en la nada, es la existencia de los demás…




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