domingo, 17 de febrero de 2013

Diario




Han dedicado una vida la especialismo , que como todo recorre un camino trazado , incluso en su máxima creatividad no pueden dejar de tener en cuenta ese camino como un parámetro, en suma esa enfermiza dedicación responde a un solo objetivo , ejercer una autoridad, si el fin estuviese bien reconocido notarían que su especialización en una pequeña partícula del universo sólo se movió por vanidad, el conocimiento jamás fue en función de ampliar esa pequeña parcela ya que al ampliarla sucede un fenómeno curioso e inverso: se pierde autoridad…por ende al universo no se le vive como parte de el sino como propietario interesado de un reducto que entre más complejo y pequeño, más autoridad genera frente a los otros reductos simples y baldíos…




 “Somos anormales, eso es todo… Somos la Dama Tatuada, y no vamos a tener un solo minuto de paz en todas nuestras vidas hasta que todos los demás también estén tatuados…” (J. D. Salinger . “Franny y Zooey”)




 ¡Que increíble sensación rejuvenecedora! : dejarle el placer de ser poderosa... (como la creativa y natural marihuana adolescente) 





Último día de mi pequeña misantropía estival... pronto volveré a amarlos a todos...





 "Te podría hacer daño" una declaración sexy que no cumple el objetivo disuasivo que se le pensó (la repulsión surge con el futuro, con la esperanza, con la seguridad de una puesta de sol) 





 Hace mucho que no leía algo de historia, los cartaginenses en el ataque a Roma, como se sabe montados en impresionantes elefantes que dejaron a los romanos deslumbrados, iban con un cincel y un martillo , tenían órdenes de que si se les desbocaba el elefante romperles el cráneo en el acto... si fuese profesor de historia les diría a los alumnos: mañana traer un cincel y un martillo... 




 Un balneario , sentirse ajeno, como en un insectario... sensación de total separación, no sacar ninguna lección... sin embargo caben grandes posibilidades de que el insecto (o proyecto de insecto) sea yo... 





 “Nos damos ánimos para alcanzar aquel moderno y secular cielo llamado ‘felicidad’: el desarrollo de una personalidad, las relaciones que nos definen, el trabajo que nos provee de estatus social, los bienes materiales, la adquisición de propiedades, las vacaciones en el exterior, los ahorros, la acumulación de proezas sexuales, las visitas al gimnasio, el consumo de bienes culturales. Todo eso nos hará felices, ¿no? ¿No es así? Éste es el mito que hemos elegido....” (Julian Barnes. Nada que temer) 




 Como Kerouac escribió en su libreta a los tres días de su llegada a la cabaña de Big Sur para recuperarse del alcohol : "¿Aburrido ya?..." , a pesar de que soy de esos mismos espíritus que denuncian a cada momento su aburrimiento crónico, sentir que alguien te piensa en la lejanía aunque sea sólo una corta temporada genera una pequeña pasión... ahora comprendo como sobrellevan la vida los marinos... 




 ¿Es necesario señalar que no quiero viajar? , más bien lo hago como un compromiso político. Se viaja por vivencias, las cuales para mí son eclipsadas por el deseo de “vivenciar controladamente”, se supone que estas estimulan la imaginación, para mí el exceso de vivencias mata la imaginación… Personas que no pueden vivir sin el viaje…yo lo veo como algo más, como pintar la casa o ir a la pizzería . No quiero saber que comen los tibetanos en la mañana , o que virgen adoran los chilotes, o la milenaria evolución de la comida quechua o tocar los muros de Machu Picchu, son engaños (dejémosle eso a los antropólogos que cazan lo exótico y lo llevan entusiastas en un vidrio cerrado a la universidad, donde termina de pudrirse) , así no se amplía un mundo , lo que sucede es que el mundo interior se transforma en una feria…Uno mismo debe recrear lugares donde los demás los han abandonado, un paso nivel que nadie ocupa, una calle sin salida, un parque descuidado por la municipalidad, la horrible terraza del amigo, la cancha de fútbol del barrio que se transformó en un fumadero de droga barata . Flaubert cuando escalo Keops la pirámide de Egipto, allí en la máxima majestuosidad de la civilización antigua, encontró tirada en la cima una tarjeta de visita y quedo asombrado con ella, a un amigo le sucedió algo parecido, cuando subió a lo alto de la Torre Eiffel le vino el recuerdo irrefrenable de las torres de alta atención de los suburbios de su niñez, donde jugaba feliz con el eterno zumbido de la electricidad , es decir en la majestuosidad de lo exótico uno debe refugiarse siempre en lo propio…. De tres colores se forman todos los demás…(no olvidar esos tres colores propios, no entusiasmarse tanto por los millones de matices que solo son sus deudores… ) demás está decir que no me interesa Keops o la torre Eiffel y me muero por saber el porqué de la tarjeta de presentación, o estar junto a la torre de alta tensión de la niñez escuchando el monótono zumbido del paso de la corriente eléctrica pensando en la ilusión de la amistad …A las siete maravillas del mundo les opongo mi cotidianidad y las derroto.. 







 En la esquina del metro una señora evangélica con los parlantes (y garganta) más potentes del mundo grita: “Satanás le dice a los jóvenes que la discoteca es la verdadera vida…” , quiero anotar esa frasecita en mi libreta y justo en ese preciso instante bajando las escaleras del metro(en el momento cuando la señora dice marcadamente la palabra “discoteca”) un hombre me pasa una tarjeta con prostitutas , me echo a reír con tal evangélica coincidencia y le digo gracias (siempre le digo gracias a esos ofrecimientos) No puedo creer que el azar junte esos momentos brillantes, debe haber un guionista comediante detrás. Entonces sonriente subo al metro pero descuidado lo tomo hacia el oriente (yo iba en dirección contraria), totalmente irritado por toda esa bíblica escena, tengo que devolverme tres estaciones refunfuñando...En suma pienso, si Satanás existe no nos tortura con fuego ni pestes, simplemente nos genera pequeñas distracciones (tal como Lutero sin encontrarle un sentido a la existencia de las moscas concluyó que eran obra del diablo para distraerlo cuando escribía), entonces la señora no estaba tan mal, el diablo efectivamente podría decirle a los jóvenes que en la discoteca esta la verdadera vida, los quiere distraer… 





 Ayer: ver en la noche a dos políticos socialistas comiendo en un restauran caro de providencia y pensar : tengo todo el derecho al prejuicio...(¡como disfruto el prejuicio!) 




 “Debo tener siempre presente esto, que a menudo tiendo a olvidar: lo que quedará de mí será lo que escriba y todo lo demás –eficacia en mi trabajo oficinesco, brillantez en las reuniones sociales, etc.– carece completamente de importancia. Debo hacer lo único que sé hacer más o menos bien, lo que me agrada hacer y lo que otros no pueden hacer en mi lugar: escribir mis historias boludas o sutiles, hasta reventar...” (Julio Ramón Ribeyro, La tentación del fracaso.)



 Sentirse indiferente frente al mar ...una nueva derrota



..

No hay comentarios: