¿Por que no leer esta carta una y otra vez hasta el infinito?, que es el infierno repitiéndose. ¿Por que no favorecer la locura que genera pequeñas guerras de camaraderías (una palabra tan de Rimbaud) tan desagradables para la sociedad pero tan certeras para la poesía?
¿Por que no reinarse a si mismo? y mejor aún, destronarse de inmediato, con urgencia y crueldad. La crueldad consigo mismo es una idea divina. Tanto como los hombres son el placebo de Dios.
Conocí a Rimbaud en el colegio, en vez de las matemáticas, hizo el daño adecuado al igual que Francois Villon el “medieval moderno”, conocí
"Yo François Villon, a los cincuenta y un años
gordo y corpulento, de labios color ceniza
y mejillas que el vino amoratara,
a una cuerda ahorcado
lo sé todo acerca del pecado.
Yo, François Villon,
a una cuerda pendido
me balalnceo lento, habiendo sido
peor que Judas, quien también murió ahorcado.
Las viejas se estremecen al oír mis hazañas
pues no tuve respeto para la vida humana….
de edades venideras
como de un gran pecador
y asustados correrán a esconderse
bajo las sábanas cuando sus madres
les digan: «Cuidado ahí viene».
Y esa será la fama de Villon, el Ahorcado.
Y será tal mi fama que prefiero el olvido
porque un día, mañana
de ese futuro que el hedor hace
parecerse al recuerdo, una mano
dejará caer, al oír mi nombre
el fruto del culo, el excremento
y mi vida, y mi carne, y todos mis escritos
¡promesa serán sólo para las moscas!".
Los franceses se apoderaron del recreo y de su vida, y ahora él en el perfecto aburrimiento heredado, no es ni vidente ni ahorcado. Sólo se sume en el silencio de algunas palabras sin patria, sin ganas.
Por Arthur Rimbaud
Versión: Ramón Buenaventura
PRIMERA CARTA:
De Arthur Rimbaud a Georges Izambard
Charleville, [13] mayo 1871
Estimado señor:
Ya está usted otra vez de profesor. Nos debemos a la sociedad, me tiene usted dicho: forma usted parte del cuerpo docente: anda por el buen carril. — También yo me aplico este principio: hago, con todo cinismo, que me mantengan; estoy desenterrando antiguos imbéciles del colegio: les suelto todo lo bobo, sucio, malo, de palabra o de obra, que soy capaz de inventarme: me pagan en cervezas y en vinos. Stat mater dolorosa, dum pendet filius, (Estaba la madre dolorosa llorando junto a la cruz de que pendía su hijo) — Me debo a
YO es otro. Tanto peor para la madera que se descubre violín, ¡y mofa contra los inconscientes, que pontifican sobre lo que ignoran por completo!
Usted para mí no es Docente. Le regalo esto: ¿puede calificarse de sátira, como usted diría? ¿Puede calificarse de poesía?
Es fantasía, siempre. — Pero, se lo suplico, no subraye ni con lápiz, ni demasiado con el pensamiento.
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