lunes, 26 de enero de 2015

Diario




En el metro un médico joven (cada vez son más jóvenes) hace notar su profesión por el volumen de su voz y por el delantal que lleva puesto desde su casa, me imagino por comodidad. Dialoga con otra persona que solo lo escucha pacientemente. El discurso de la importancia. La vanidad ajena es como la puesta de sol, a veces se le disfruta, a veces. Al contrario de la vanidad propia que siempre es indispensable para respirar. Recuerdo mis estudios medievales donde leía que en esa época los médicos no tenían más importancia que los zapateros. Lógico si el cuerpo era despreciado y la vida ultra terrena era el principal objetivo. Hasta en el científico siglo XVII seguía esa sensación de recato frente al cuerpo, la pintura la “Lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp” de Rembrandt fue muy polémica por eso mismo.
¡Qué importante son los médicos en un mundo como el de hoy donde el discurso y las contingencias del poder se centran en el cuerpo! pero como dije anteriormente no siempre fue así. Ninguna profesión es más importante si vemos a los hormigueros sociales como una gran solidaridad de labores. Pero hay una quizás que se destaca sin ser necesariamente la del médico de la voz alta. Es la del investigador de los valores, el que estudia los vaivenes históricos de lo que valoramos (por ejemplo el caso del insulso medico medieval y en el poder que alcanzó en la edad moderna ¿Por qué? ¿Cómo?)
Descubrir el balance y el comportamiento histórico de lo que valoramos es quizás la tarea del pensador más valiente, donde quizás Nietzsche fue verdaderamente el primero y el más grande. Lo importante no es la erudición frente a la historiografía, sino la rebeldía intelectual que puede surgir de estos descubrimientos. Uno ve, se asoma y observa el ídolo de su tiempo, pero no le teme ni se subyuga ante él, porque sabe que ese ídolo llegó a su podio por una marea de simples valores humanos, inventados, sacrificados, batallados, siempre históricos, muchas veces banales.
La importancia no es la medicina sino el comportamiento histórico de su poder, igual con la mercancía, el amor, la mujer , las estrellas , la técnica , la política , el sexo, dios, en definitiva todo lo que manda ...
El hombre es una máquina de valores, sin saberlo. Y debe existir un médico del cuerpo pero con mayor razón un médico de los valores, que desinfecte, que evite todos los enquistamientos de poder de la historia.






“El amor a  las mujeres, tu locura. Completo, como tú dices, yo no me he sentido nunca frente a una mujer, pero sí, y repetidas veces, ante un árbol. Delante de la mujer: cerrar un poco los ojos. Delante del árbol: todo ojos, todo oídos, presente del todo...” (Peter Handke. “El juego de las preguntas“)






En cinemax ahora Star Wars II...Anakin Skywalker es un romántico, inepto para la política...Es el único personaje real, los demás son todos robots emocionales, aburridos, adultos, políticos, burocráticos. ...En la primera trilogía todos los personajes tenían carácter, en la nueva, fuera de Anakin, el esclavo rebelde, no hay mucho.
El amor es apolítico y peligroso. Pero gracias a eso se salva la película final. Los Jedis, monjes célibes , huyen del apego, le llaman oscuridad, pasión, mal...Anakin, como todo amante, se pierde, pero llega a zonas mentales que ninguna de las otras mentes controladas logran. El amor forma historias, siempre está más allá del bien y el mal. Todo amante lo sabe. El celibato y la política de los demás, sólo logran civilizar, burocratizar, controlar...aburrir.






Viendo nuevamente "Reto al destino", quizá una de las últimas películas para "machos" (polémica por esto mismo). Y a pesar de que sería inconcebible una película hoy así, (las mujeres la odiarían) , enseña mucho aún...Porque si se lee bien, más que una película sobre el rigor militar o el amor, es una película sobre la condición de clase...





Nos sentamos en las escalinatas frente al teatro de la universidad de Chile en plaza italia, noto de pronto que al lado nuestro está Alberto Fuguet, solitario, con la típica impaciencia del que llega primero a una cita. Para que pase luego el tiempo intenta poner oreja a nuestro diálogo, los escritores siempre ponen oreja a las conversaciones entre un hombre y una mujer. No digo mucho, ni levanto la voz, ni siquiera le lanzo una palabra interesante a Fuguet a ver si engancha... ¡Qué cansado debo estar! Ella no se percata. Que paz me produce no estar dentro de mi personaje, pero a su vez que poco soy sin la máscara. Que poco soy cuando soy yo- le digo a ella. Fuguet se va sin nada relevante que documentar. Ella responde- me gusta cuando eres tú.
No tengo idea que soy yo. Sólo reconozco el cansancio que a veces es confundido con una especie de Yo.
Verdad milenaria: La máscara es la única que da dividendos, pero ésta genera un cansancio tremendo. La conciencia de sí mismo quizás no sea más que una especie de cansancio evolutivo, silencioso, imposible de narrar. El amor quizás pueda reconocerse en ese silencio, el arte nunca...






"Somos unos analfabetos emocionales. Y es una triste realidad que no solo tiene que ver contigo y conmigo sino con casi todo el mundo. Nos enseñan todo sobre el cuerpo, sobre la agricultura en Pretoria y la raíz de pi o como se llame, pero ni una sola palabra sobre el alma. Somos unos ignorantes completos, tanto sobre nosotros mismos como sobre los demás. Hoy en día se dice que los niños han de ser educados en la solidaridad, la comprensión, la convivencia, la igualdad y todas esas palabras de moda. Pero a nadie se le ocurre que primero tenemos que aprender algo sobre nosotros mismos y nuestros propios sentimientos, sobre nuestros propios miedos, soledad e ira. Y así estamos, abandonados, ignorantes, cargados de remordimientos y de ambiciones perdidas."
(Fragmento de "Secretos de un matrimonio ", de Ingmar Bergman. 1973)






Conocí a Lemebel no por libros, carretie con él una noche de adolescente, él no era ni bueno ni malo...estábamos borrachos, me da pena el cáncer en general no aplicado a nadie en particular...taxista, escritor o primo.
Soy pobre_ grité después de hablar toda la noche de erudición barata, pero sé de Kandinsky, mappelthorpe, etc...tenía 18 años (patético como siempre)
Pedro dijo "Que aburridos son los pobres " todos rieron... Gustavo, mi amigo, y yo , - fuimos los únicos que no reímos , eramos los Clash ... Él nos dijo: "vamos a la casa cabros a tomarnos un copete.... "
Gracias Pedro por invitarnos a los pobres de pudahuel a tu casa cuando no sabíamos nada de la vida....y aún no sabemos nada... ADIOS...descansa






“Las apasionadas ideas que alimentaron las innovaciones de los primeros modernistas parecen haberse extinguido. Ya nadie cree que la poesía (o el arte) sea capaz de cambiar el mundo. Nadie tiene que cumplir una misión sagrada. Ahora hay poetas por todas partes, pero solo hablan entre ellos...” (Paul Auster. “Aquí y ahora – Cartas 2008-2011 con J.M. Coetzee”)





Un “match” es cuando, en la aplicación Tinder, existe un 'me gusta' mutuo que se grafica con un corazoncito. Según estadísticas 10 millones de matchs se producen en Tinder a diario.
Esto es algo serio, tal como cuando surgió el cristianismo y los romanos se reían de el, y hay que ver como terminaron.
Un amigo me dice: “Yo últimamente tengo un internet muy lento. A veces le pongo corazoncito antes que salga la foto, solo para que venga la próxima foto...”
No sé porque hay una pequeña euforia en el aire, la euforia tras el descubrimiento del fuego, la euforia tras la bomba de Hiroshima, la euforia tras Waterloo, la euforia de la soledad, la euforia tras un “match”...
De pronto pienso en esa hermosa frase de Simone Weil: “No podrías haber nacido en mejor época que ésta, en que todo se ha perdido...."






“Hay demasiados fotógrafos. Trata de involucrarte con algo que realmente importa. Y a menos que necesites el arte para sobrevivir, no lo hagas...” (Nan Goldin)







“El revolucionario es un individuo marcado. No tiene intereses, ni asuntos, ni sentimientos personales, ni lazos: nada propio, ni siquiera un nombre. Todo en él está sujeto a un interés exclusivo, a un solo pensamiento, a una pasión única: la revolución...” Escribe Sergei Nechaev en su "Catecismo revolucionario". Después de leer estos programas ¿cómo conciliarlos con el individuo que exige fumar marihuana como derecho?, ¿que exige abortar cuando lo desee en pos del poder sobre sí mismo?, ¿No será que todos los derechos que exigimos en el fondo son liberales?
Hay socialistas Individualistas: Bielinsky, Mijailovski, pero por más que lo intente no los comprendo...
"Un socialista no se pertenece a sí mismo, sino al Partido, y que si puede ser útil en lo que sea, aunque sea escribiendo artículos, no le asiste el derecho de suicidarse" comentó Lenin tras el funeral de Paul Lafargue.
¿Se comprenderá bien hoy que es realmente la izquierda? El individuo y su paraíso sensual tiene bien poco que hacer en la causa...
Pienso en un hombre que ni siquiera tenga derecho a suicidarse. Entre los millones de condenados, él sería su rey...







Siempre veo los estados de facebook de Roger Federer. Lo tiene todo, todo todo, además es Suizo. Pero siempre me esfuerzo en encontrar su fracaso oculto. Están las fotos publicitarias y turísticas por todo el mundo, las obras de caridad, las jugadas maravillosas, los alzamientos de trofeo, las hijas gemelas. Pero también están las fotos sutilmente melancólicas desde los hoteles, puestas de sol, azoteas. Siempre la misma foto, ya sea en Paris, en Australia o en Suiza. Leí por ahí que hasta Goethe tenía un fracaso oculto. ¿Por qué Roger Federer no?
Y eso deja una reflexión más y esta es la que más me importa. Si los triunfadores tienen su fracaso oculto, los fracasados a su vez deben tener alguna victoria oculta que ni siquiera ellos pueden ver. El fracaso y el triunfo siempre inseparables como esas pelotitas de tenis negras y blancas del yin y el yang…

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Leo las cartas de Ingeborg Bachman y Paul Celan. Románticas, ¡qué bello es enamorarse de las palabras! , lo que queda fuera de su belleza me parece tan vulgar, tan esquivo y burdo, hasta el dinero, especialmente el dinero. Pero este es el que da de comer ¿será tan importante comer? me imagino un futuro donde los poetas ya ni necesiten de comer, que sean como ángeles eléctricos, que se alimenten solo de torbellinos, de ideas, de sensaciones, verdaderos guardianes del misterio.
Para ser poeta hoy más que la inspiración, que han necesitado históricamente, se necesitaría no comer, tener fe en que algún día no necesitarían comer.
Veo la foto de ellos, justamente en una mesa comiendo y bebiendo algo con amigos. Pero si ponemos más atención, los platos están completamente vacíos. Ella le está poniendo una atención monacal, un poco encorvada y con los brazos cruzados, la boca semiabierta. El mundo no existe, solo existe Celan. El mundo Celan.
Ella le escribe:
“Siento nostalgias de ti y de nuestro cuento maravilloso...Todo sigue como siempre, tengo trabajo y éxito, de alguna manera hay hombres a mi alrededor, pero no importa mucho: mira, lo bello y lo sombrío se esparcen por los días que se van volando...”
Se le ve a Celan con un cigarro en la mano izquierda, parece en primera instancia que mira a alguien, pero no, está mirando la lejanía concentrado en lo que piensa y dice. Hay un trance de a dos. Luego, después del momento de la foto, estoy seguro que su mirada encuentra la de ella. El mundo quemado de los enamorados.
El peso del mundo. Paul Celan no lo soportó más, la noche del 20 de abril de 1970 se arrojó al río Sena.
Los poetas no deberían comer.





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