Tal como pensé cientos de veces en mi niñez que regresaría , lo he hecho ,observo el kiosco de barrio que tiene pintado su nombre orgulloso: eben ezer , que significa “piedra de ayuda” y simbólicamente algo así como : “hasta aquí dios me ha ayudado”. Dios es un tarea en constante actualización y nosotros somos sus actualizadores, me gusta ese tono territorial: hasta aquí dios… (un manejo territorial del espíritu, el “hasta aquí” denota en mí mas espacio que tiempo), eso si sería mas serio pronunciarlo así: hasta aquí yo he retornado … ,digámosle al señor del kiosko humilde ..el poder no ayuda ni hace justicia , el poder se afirma a si mismo.
He retornado a este clima horroroso , que no permite de ninguna forma pensar, que obliga a vestirse como los indígenas de Gauguin en la polinesia, que obliga a drogarse no solo con el constante aire popular sino con las drogas marroquíes de una geografía decadente y tosca , sin ningún rasgo. El más allá y la utopía tan afines a estos climas desesperados territorialmente son inválidos, por esto uno regresa y sufre de nuevo, quiere un tótem pero a su vez no niega su sombra.
¿Cual era mi territorio? Tal como el ángel de la muerte no tocó las familias hebreas esclavas que en Egipto marcaron sus puertas con sangre de cordero, (¿cual habrá sido la pascua egipcia? ¿el día que traspasaron su poder a un pueblo humildemente inepto?) , así mismo hace un tiempo marqué en la puerta de mi corazón para que ninguna mentira decadente me flagelara, aún mas, este aire horrible y este territorio infernal que da para amputarse las dos piernas, debe ser deseable una y mil veces ya que soy de esos animales casi extintos que dirían: Sí, vuelva una y otra vez.
Pero estoy demasiado contaminado, es tarde para mí, todo el mundo es decadente o sea todo el mundo es cualquier cosa menos mundano , incluso así uno tendrá , por su honor, igualmente rendirle tributo. Jamás salí del pantano en que naci, se me dio un rayo de luz, un éxtasis, una iluminación, pero la verdad de un Orfeo como yo es buscar el amor en el infierno, el amor “a si mismo” tan olvidado, tan mineralizado en las honduras de la decadencia diaria, privado de surgir en su mas profunda dimensión: el gran motor de la vida. ¿De que nuevo alquimista será la profunda tarea de sacar a relucir ese mineralizado “amor a si mismo”?
El placer y el no - dolor en Buda se desarrolló en un espacio , en un territorio, todo el palacio de Gautama era no - dolor, el mundo , el Samsara (la realidad aparente) actuaba fuera de esos muros, tal como el paraíso tenía sus rejas y el hombre su cuerpo. Aquí toma dimensión el cuerpo como espacio y territorio, algo hay en el que lo hace lo mas verdadero de todas las verdades, que lo hace voluntad . Todos los estados anímicos, los espacios santos han sido salvaguardados con muros , Buda que duerme a los guardias de palacio, huye de ese campo de no-dolor y sale al exterior en un arrebato de curiosidad, percibe la única verdad tras ese velo maya, afuera de los muros esta el mundo , el Samsara , la rueda dolorosa que lo conmueve y lo transforma… hay vejez , muerte y enfermedad … Adan y Eva tras ser expulsados traspasan las rejas del paraíso (porque un paraíso sin rejas no es paraíso) el placer, la felicidad el Edén es al final nada mas y nada menos que un territorio, ingenuo y engañoso en Buda, en Adán y en Eva . La vejez, la muerte , el sufrimiento ,sólo se aplacan con muros. Es urgente darse cuenta de lo evidente , hay que ser albañil de nuestros propios muros. Nada toca y sufre en su verdadera dimensión si uno hace un muro de pura afirmación, es decir un muro que sea todo puerta, que no rechace nada, que no excluya nada. ¡Que el muro mismo sea el palacio y el paraíso!
A Buda se le concedió en primera instancia, como buen guerrero, un voluntad egoísta, una posibilidad de redención, de iluminación, se le prometió en su conciencia lo más bello y profundo de la realidad: no nacer más, por el contrario a Adán y su compañera se le concedió una humanidad, se los volvió un aparato reproductor. De cada traspaso territorial salieron dos concepciones; en Buda escapar a la rueda de los nacimientos y en Adán hacer de sus nacimientos una flecha, una “Historia”.
¿No es este fiel reflejo de mi condición actual? ¿el de una rueda que se dispara como flecha?
He vuelto, a la inmundicia del idealismo más popular, del deseo cósmico plebeyo del bien y de la opinión matutina de la buena voluntad. Y yo empantanado de vida , grueso de dolor, fuerte, con estocadas de lucha me deposito suavemente en este infierno, en este potrero liviano , popular y le digo suave y al oído : …¡ Sí ! regresaré a ti una y mil veces , Si por que aquí no hay Samsara ni Edén, no hay mas que lo que yo profese, y ese creer sólo lo define y lo determina la voluntad amurallada de mi cuerpo , ¿que es la sabiduría entonces? ,El amor a la vida es el mas romántico amor, queremos la vida, que vuelva desnuda ,completa, que vuelva toda hecha dolor . Así, vuelto el cuerpo todo muro será la realidad la que chocará con él, nada se esquivará ni se ocultará, el cuerpo mismo delimitara los paraísos y los palacios, el yo será completo, habitación mas que habitante , con el moriremos sólo entre comillas…
"Que no se dé atención a las materias, sino a la manera que yo les doy" (Montaigne. Ensayos)
miércoles, 24 de diciembre de 2008
"Soy la herida y el puñal".
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