Si quieren pueden llamarme el hombre ferrocarril .Ya se lo han dicho a otros.
De todos modos estoy enfermo y enloqueciendo por la causa más sublime de todas, la Verdad.
La verdad llega aquí no para sanar leprosos ni esperanzar moribundos , llega sólo para poner un pequeño grillete al porvenir humano.
¡Los engranajes que esta verdad ha usado superan a su mismo mecanismo! Pero todo es tan seductor que si yo supiera ser lógico sería su primer enamorado, un Dionisos del silogismo beato.
He sido un pequeño poeta que sólo refunfuña una nación con su lengua y con el cuerpo de bandera se agita a si mismo diciendo: caeré y volveré a caer, sólo por el gusto de sentir lo liviano que soy , lo despreocupada que es la vida , lo superfluo de todo.
Veo la neblina eterna mezclada con el humo de los desayunos. Pero entre mas agilidad deposito, ya sea agilidad de fe, de pensamiento o de caminata no me pasa nada , nadie me habla, ni siquiera sale al encuentro, ni un solo perro sale a ladrarme , camino por horas por la calle anestesiado ya que del bolsillo saque una pastillita que atolondra tanto como un escorpión, probablemente en esta calle no ha cambiado absolutamente nada por siglos, pero nada, no pasa ni pasará nada. Y aunque la calle haga de ejemplo heraclitiano si yo no lo demando (con mi tristeza) el devenir no alcanza para nada.
Pájaros por cientos, belleza depositada en todos los matices que la luz oblicua del amanecer brinda, pero a pesar de su belleza, ¿podría contarlos como acontecimientos?, ¿podría entusiasmarme como si eso fuera algo que me pasa?
Me fijo que mis pasos se depositan en fuertes huellas, hay barro , entonces voy con mis tristes zapatos dejando un estoy – no estoy. Eso es una huella, la contradicción mas grande: presencia de algo que no esta, seguirán ahí quizás por cuanto tiempo, algo le ha pasado al camino , más a mi no me ha pasado nada. El reloj no ha parado de indicarme que el tiempo no se ha cansado ni se cansará (el reloj no importa) , y que es irremediable que me resigne , que me repliegue, que haga que por lo menos el recuerdo sea un acontecimiento, que me pase algo a costa de la memoria, así recordando creeré lo que he buscado como empresa originaria. Escribí desde la ingenuidad más dominante, haciendo cuenta que fue escrito el año 1999, a fin de siglo, para comprender la debilidad más absoluta, algo ridículo e ineficaz, pensando lo que es bueno y lo que es malo.
Las gente hacen de martillar un clavo su filosofía , dedican sus tardes con dedicación oriental a ese proyecto, ¡el mundo entero!, uno se separa de el cuando comienza a pensar, cuando olvida esa filosofía del ornamento , del clavo y piensa. ¡Por dios! comienza realmente a pensar. En los centros escolares es dado a generar esa imagen idílica del pensar, pura ganancia y libertad, no necesariamente ocurre así, el pensar no asegura nada, no complace nada , el pensar es otro tipo de martillar. La lógica parece una enredadera antihumana. Y la conciencia, una aberración jamás explicable.
Dejo el día para trabajar, el trabajo intelectual es toda manualidad, martillar, sacar la maleza, limpiar el piso eso es el trabajo que demanda la pequeña psiquis en constante fragilidad , me siento así que “trabajo”, quizás responde a una deficiencia, por lo demás la Ilustración esta demolida. Llegue tarde para revolucionar.
Presiento que todo mi ímpetu esta dirigido hacia atrás, no creo que pueda dirigir una investigación ni crear conocimiento, creo que todo mi furia esta dirigido a responder a la ansiedad y dudas de mi primera infancia, estudio para curarme.
No estoy seguro de mí en ningún momento, un dialogo interno- eterno.
No sirvo para los lugares horribles, me canso, me agoto, debo vivir en constante contacto con la belleza. ¡¡¡La belleza!!! Aunque los conceptos sólo sean especies de campos de concentración donde la naturaleza en forma de carne molida se ordena en el lenguaje.
Que quede este escrito infantil e ingenuo entonces como una especie de pieza de museo, como una señal de partida y también un gesto de hasta donde se puede llegar , “ojala lleguemos” . Los actos “buenos” solo si se hacen para sobrevivir, para pertenecer, están vacíos, en lo que hay que caer sistemáticamente, sugiero, es en el nuevo arte de evitarme, la representación del mundo en nuestras cabezas es una forma tangencial de evitar el absoluto y de disfrutar la naturaleza, todo es solo como una deferencia histórica. El bien o el mal, lo correcto o incorrecto dejémoselos a los almanaques humorísticos de nuestra historia. Prefiero ser malo que contradictorio. Y de esto me iluminó una frase campesina escrita en un letrero en San Javier que decía: “Se reparan retrovisores”. Ahora no hay nada que hacer, el cuerpo para protegerse sólo recibe lo que la vida le lanza, no hay “Por que”. Hoy todo es y ese “es” es un enorme gigante que desconoce, que no habla. Es más nos odia. El Ser como simbiosis histérica , más grande que nosotros pero con nosotros.
¿Por que entonces el hombre obra correctamente? ¿o se obsesiona con eso?
Por que puede. Esa es la explicación por excelencia. La ingeniería del alma. Un acto ya sea de un tiburón toro que se interna en aguas dulces –y que ha generado esa tolerancia que sus pares no han hecho -y ataca a desprevenidos bañeantes, hasta al hombre que lanza su espíritu abierto a la conquista, al replegamiento, o a su venta. Todo acto, aunque parezca sin sentido , social o natural ,se recrea sólo por que puede. Esto es a lo más que podemos llegar en nuestra ingeniería. Buscar desesperadamente sentido, en última instancia “diseño”, eso es lo que se deja entrever como un grave “error” en el dilema estructura-función. Entonces cuando los seres desarrollan unas características morfológicas o espirituales determinadas actúan de acuerdo a esas características y no es que los órganos (espirituales o carnales) hayan sido "diseñados" para cumplir cierto objetivo, la supuesta ingeniería en la naturaleza es la que le da misterio, pero la naturaleza no detenta ser maravillosa. Es el instinto romántico del hombre que hace ver funciones diseñadas, propósitos. No hay diseño ni perfección, la conciencia humana de tanto sufrir ordenó.
Y bajo este mismo sentido decimos que cada estructura orgánica es perfecta , pero lo más que podemos llegar a decir es que sólo es. Cada sentimiento virtuoso en lo humano se ira apagando y nos desesperaremos en el entendimiento de la falta de sentido externo (porque no basta con nuestra declaración de independencia racionalista) Decir es perfecto , es bello , es malo son sólo partes de un baile eterno con que el hombre tendrá que lidiar , ya que dejó en manos externas y lógicas , o sea en manos lejanas, el ordenamiento de su cosmos, cuando se dio cuenta que de afuera no venia nada sino sólo fuerza sin sentido , se replegó en el llanto de su voluntad inexperta, se murió en vida, se volvió sentido de piedra.
2
Todo el mundo en que vivo me es ajeno,
toda cultura que he rasmillado es como un estornudo ,
una reacción alérgica a la suicida sentencia infantil .
En el oído me hablaron bajito y dijeron “Esto es asi”.
Bueno dije yo lo acepto no sin antes volverme un caballo loco .
No viajo,
apenas como
, no decisiones dialogantes con otros seres más que las burocracias esenciales.
Prejuicios con los demás pero sólo desde mi oído interno
¿Ya no me admiran pregunte?… Nunca lo hemos hecho
Lo que pasa es que los vacíos piden combustible. ¿Tengo derechos o no?
Nunca me dedique a otra cosa que a armar una teodicea del porte de una carpa de circo.
Por eso dios me premio existiendo un tiempo.
Ahora en la calle , tambaleante, una niña se ríe de mí,
nunca he sentido tanto sueño,
no leo hace dos meses,
las mujeres me miran y eso es un cataplasma momentáneo.
Me cortarán la pierna o el intestino.
No hay paga (No hay Praga) ,
fui el primero que lo supe.
Me quedo en el pasto, esperando que la brisa diga huuuuu ,
en la planta erótica de mi lado.
Los insectos lo notan.
Yo escucho música sin ninguna música.
Las cosas , las cosas , las cosas.
sueño que me devoro.
Sin confianza en las palabras ,
se de donde viene todo
Indígena, natural
suelta el rústico universal dentro de mi frente
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