miércoles, 1 de octubre de 2008

Mentalidades, fútbol y microtráfico



"Al alba, el rey Francisco I abandonaba el lecho de su amante para volver de incógnito a su castillo. Pasó entonces delante de una iglesia justo en el momento en que las campanas llamaban a los divinos oficios. Emocionado, se detuvo para asistir a misa y rezar devotamente".

Esta anécdota que es recogida en la entrevista del domingo del Artes y Letras por el profesor Eduardo Cavieres (premio nacional de Historia) siempre quiso ilustrar la esencia de lo que significa pensar la historia desde las mentalidades, la anécdota desarrollada en el célebre libro de Philippe Aries “La muerte en Occidente” sirve para ilustrar el abordaje de los historiadores según su posición metodológica. Un historiador e incluso una persona común de la actualidad verían en ese gesto, el del rey Francisco I, un acto de culpa, de un fiel arrepentimiento de un monarca que ha sido iluminado por la moral teológica. Bajo esta mirada el rey actuaría como el hombre de hoy.

Un historiador de las mentalidades no, para este, el rey era tan espontaneo en su moral como en sus devociones teológicas , asume el primer acto amatorio con la misma naturalidad con que conmovido por el llamamiento espiritual, se llena de emoción y entra a la iglesia. En palabras de Cavieres “entraba a la iglesia como en lecho de su amante, con la misma fogosidad inocente”. En la actualidad no se soportaría esa contradicción moral, habría en la consecuencia ética un sine qua non para todo actuar humano. No sólo esto se explicaría por una moral avanzada y dialécticamente mas racional, sino por que respondería a estructuras aún más complejas incluso superando los conflictos de reformas espirituales del siglo XVI, una de ellas quizás, sería que en ese tiempo el amor, en toda su dimensión , ya sea carnal como espiritual tal como hoy lo conocemos, no había sido aún “inventado.”

Reconozco que la primera vez que escuche el proyecto de la historia mental, de psicohistoria , fue de Eduardo Cavieres, también conocí ahí todo la base historiográfica francesa de la escuela de los Annales que desarrollaría una revolución en el campo de la Historia. No sólo por que expandía el método sino que revolucionaba su base: el abordaje de las fuentes, la naturaleza de estas, el trabajo multidisciplinario con las demás ciencias sociales. Ya Lucien Febvre, otro gran integrante de esta escuela declaraba a viva voz este deseo : “La historia se hace, no cabe duda, con documentos escritos. Cuando los hay. Pero, si no existen, se puede, se debe hacer sin documentos escritos. Por medio de todo cuanto el ingenio del historiador le permita usar para fabricar su miel, a falta de las flores habitualmente usadas. Con palabras. Con signos. Con paisajes y con ladrillos. Con formas de campo y malas hierbas. Con eclipses lunares. Con investigaciones sobre piedras, realizadas por geólogos y con análisis de espadas metálicas realizadas por químicos. En una palabra, con todo lo que siendo propio del hombre depende de él, le sirve, lo expresa, significa su presencia, su actividad, sus gustos y sus modos de ser hombre.”

No es casualidad que después de esto nos sea tan llamativo escuchar hablar de Historia médica, Historia social, Historia local, Microhistoria, Biohistoria, Geohistoria, etc. Ya era hora que la Historia complejizara radicalmente sus métodos, todo esto inmerso en la lunática empresa de primero, Fernand Braudel y posteriormente Pierre Vilar de abordar una Historia total.

Dentro de este creativo escenario uno no puede sino empezar a tirar líneas y pienso en el bello libro editado en tres tomos y coordinado por Gazmuri y Sagredo “Historia de la vida privada en Chile”, ¿cuan significativo sería abordar por ejemplo el estudio del fútbol de barrio como el gran cohesionador de la población en los inmigrantes marginales pioneros de la ciudad?. No sólo sería un interesante estudio sino quizás relevante para entender los fenómenos actuales. Lo primeros partidos de Fútbol de tierra se hacían sólo con intenciones amistosas, casi siempre el honor o un premio que podía ser una pelota ,era todo lo que le match arrojaba como éxito. La población recién estaba estableciéndose, recién sacándose la mentalidad de campo a la cual olía , después de las sistemáticas migraciones campo- ciudad, cuando aquél ya no podía sostener más a una muchedumbre que cada vez se empobrecía más y que buscaba mejores horizontes en el ideal semi- industrial de la capital. Existía un concertador de partido que acordaba la próxima fecha , la “Casa Estadio” cerca de Recoleta era el espacio físico donde se reunían todos los clubes para concertar partidos , no había aún asociaciones para establecer ligas deportivas. El espacio vecinal fue fuertemente potenciado por esos primeros clubes de población. Se establece una vida privada y otra pública, que se desprende de la anterior. La población se transforma en un ámbito y adquiere un sentido político, esto fue precisamente lo que el político de los años sesenta buscó, mas que compañeros , mas que ciudadanos , el voto de centro izquierda se buscó ahí, en el nuevo actor social: el “poblador”.

Sería interesante ver que por ejemplo como la ANFA (Asociación chilena de futbol amateur) hoy se preocupa mas de la tercera división como empresa y no sopese en el grito que cualquier dirigente de barrio encumbra hoy por hoy: ¡No hay jugadores! La tarea es descubrir que pasó con “Los jugadores”, por que ese grito que se escucha tanto en Quinta Normal como en Pudahuel, en Cerrillos como en Cerro Navia. Los clubs básicamente son solventados por la última veta de los primeros pioneros, los llamados viejos cracks , tanto así que ya se generan campeonatos exclusivos de esa categoría. Importante quizas sería analizar los curiosas evoluciones de su identidad, como por ejemplo después del golpe militar, estas pequeñas organizaciones de felicidad agacharon la cabeza y cambiaron sus nombres, en mi población por lo menos cinco clubes lo hicieron por evitar connotaciones políticas, de Sol de Septiembre a Sol de América , de Halcones Rojos a Mar Caribe, de 3 de septiembre a Vecinal, etc.

No hay jugadores por que ya no hay pioneros, existe un mercado más vasto y económico para la evasión , en una droga barata y enganchadora que necesita de cada músculo y caloría de la juventud para poder seguir en pie. No hay un orden laboral clásico que respetaba un poco más los domingos y ha entrado fuerte el sistema laboral de los servicios que demanda un trabajador disponible a cualquier hora y a cualquier día. No hay necesidad de sentir una cohesión social en las poblaciones institucionalizada como son los clubes de barrios, sino mas bien la cohesión se genera en y desde la marginalidad y en la anti -institucionalidad de las pandillas. Ahora el uso de suelo se dispara y una cancha de tierra es un pésimo negocio. En suma la población hoy no “soporta” ningún tipo de organización que tenga ese carácter.

Pero siguiendo la primera hipótesis , el de la droga como parte de la explicación a la pregunta ¿Dónde están los jugadores? surge otra curiosa interrogante , si es así, si el poder de la droga es fundamental para comprender el desplome del ámbito político de la población entonces: ¿Por qué continúan viviendo los traficantes de drogas con sus madres?” esto se explica en el capítulo 3 del curioso libro Freakonomics de Steven Levitt , ahí un caso exclusivo de organización que tolera el barrio hoy , ejemplificado en el caso de los comerciantes de crack norteamericanos que asolaron a ese país durante los ochenta (y que en nuestro país tiene como paralelo a los micro traficantes). No había estudios económicos sobre este problema , los economistas no se metían con delincuentes ni estos sabían de economía , alguien se preguntó entonces por ahí: si ganan tanto dinero ¿Por qué siguen viviendo con sus madres? . Las respuestas las encontró un sociólogo inmigrante de la India Sudhir Venkatesh, este junto con Levitt analizaron un cuaderno de cuentas de un narco que por casualidad llegó a las manos del Indio mientras investigaba in situ el tema. Lo curioso que sus investigaciones dieron como resultado que este tipo de organización es lo más parecido en estructura a un McDonald’s: Estricta división del trabajo: Jefes, vendedores que reciben una franquicia por las comercializaciones, soldados encargados de la seguridad, tesoreros y encargados del transporte de la droga. El sueño del microtraficante no se diferenciaba de la campesina de los años cincuenta que quería triunfar en Hollywood, un enorme riesgo a cambio de poca ganancia, esto concluía que las relaciones de producción de estas organizaciones están eminentemente inmersas en la lógica capitalista y que su empresa no les genera las ganancias en relación al riesgo asumido, esto trae como consecuencias una economía poco solida y flotante, que no permite la reinversión y que no les da espacio áque el que les brinda sus madres para vivir.

Entonces con que nos hemos quedado, con un panorama que refleja el tono moderno capitalista, que los barrios han muerto como un ámbito, como lo era la polis griega que supera el mero agrupamiento territorial y reproduce sentido, significados y cultura, lo privado sólo se entiende en relegación irrestricta e individual a la economía personal. Que sólo permanece a un territorio, vaciándose y enmudeciendo (o sea globalizándose), que se debilita y se droga, que se solventa con monedas, que se resiste cada vez más a jugar.

El rey Francisco I ha pensado ingenuamente en el lecho de su amante y en el rezo de la iglesia como actos complementarios, el presente debe entender ese pasado desde una mentalidad y no desde una moral que cree en su correcta actualización, la cancha de futbol debe entenderse a su vez como un intento , desesperado de instaurar un ámbito común , de generar en la población moderna , reducto marginal que llega tarde a la modernidad, como un historia nuestra , tan o mas significativa de lo que la oficialidad histórica política nos habla, hemos de reconocer que la tierra ha sido fatalmente pavimentada y que la organización más común hoy en día en la población aún vive con sus padres.

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