martes, 16 de diciembre de 2014

Diario





Joubert, Mallarmé, el mismo Vila- Matas y en nuestro Chile el Chico Molina, escritores que les interesa más las posibilidades e imposibilidades de la literatura que la obra misma. Pertenezco, sino como miembro, aunque sea como ayudante, a ese club imposible.
“La obra es la espera de la obra” dice el maestro Duchamp.
No existe un público aún para el disfrute honesto de estas “esperas”, (la obra lo implica todo, no tanto por una necesidad estética, sino por una posibilidad mercantil). Nunca se podrá mercantilizar la espera y el simulacro , que son la vida misma.
Estos autores probablemente sean auténticamente marginales o incluso proféticos.
Escribe Paul Valery en sus cuadernos: “Se puede concebir una “época” en la que las artes especializadas y específicas, serán abolidas y reemplazadas por el arte de las actividades ordinarias. Y en suma por el arte de vivir. Esto sería verdaderamente la civilización, y tal vez todo se oriente hacia ella. Nuestras artes especiales serían etapas...”
El que espera, el que vive honestamente en la posibilidad y no necesariamente en la realización, ya es un artista.




“Nuestro Diario no tiene que ser sólo una cháchara, como demasiado a menudo lo es el de los Goncourt. Tiene que servir para formar nuestro carácter, para corregirlo sin cesar, para enderezarlo...” (Jules Renard. Diario)




La política de las islas galápagos
Sartre le escribe a Camus por una revista: “Si no te gusta el comunismo ni tampoco el capitalismo, veo sólo una salida para ti: Las islas Galápagos”.
Por suerte nuestro amigo Camus hizo caso omiso de la parcialidad y el sorprendente análisis de Sartre. Por mi regalaría a ese bicho de Sartre a la academia para que lo diseccionen eternamente allí y se queden con sus logros dialécticos. El amigo Camus está con nosotros, como escritor, hombre de la vida, con todas las contradicciones que eso requiere. Sartre es el policía intelectual, brillante no cabe duda, y también muy estricto a la hora de mandar a islas lo que no comprende o no le agrada...
Por su parte Camus escribe bajo el sol magnifico de África: “No se puede ser feliz y tener la razón el mismo día...”


El Chile de los matinales de televisión es el Chile real, con sus tristezas y alegrías , con sus inquietudes existenciales , con sus molestias y sus espacios de diversión , con sus líderes y pequeños momentos políticos (siempre orientados a cómo comportarse frente a una tienda al momento de devolver o adquirir un vestido, una lavadora, un automóvil ) Con sus consejos sexuales, judiciales , turísticos, urbanos, terapéuticos, siempre eficientemente familiares. Encuestas callejeras, análisis internacionales de internet, incluso sugerencia de libros, hermosos best seller para leer el próximo verano . Agenda actualizada de la banalidad, que sin embargo hoy es fundamental para interactuar en cualquier ágora de la metrópoli.
Lo que no tenga su misma inquietud, su mismo entusiasmo, su misma rebeldía, simplemente no es Chile , o es provincialismo decimonónico, o es anarquismo hormonal o es profesionalidad joven sin identidad , mediado por los gustos de colonialismos de las clases medias de otros continentes. Los profesionales jovenes (los que lamentablemente no ven el matinal y por ende no participan directamente de Chile) tampoco son muy originales , un auto, un departamento , en algunos casos un par de hijos y su gran colección de su serie de televisión favorita o discos de lujo. En algunos casos con hermosos libros Taschen en su mesa de centro, en el fondo una domesticidad más compleja.
Todo el Chile actual se puede resumir en una jornada de un matinal de televisión. El y su publico objetivo, son el nucleo del cuerpo político que decide en mayor parte los caminos del espíritu de diversión nacional. Chile es simplemente un estado de ánimo hogareño a la hora de la cazuela..
Si Alberto Edwards influenciado por Spengler escribió “La fronda aristocrática” para definir el devenir histórico de Chile. Hoy alguien influenciado por los maravillosos matinales debería escribir , "La fronda doméstica de Chile”





Escribe Walter Benjamin : “Hasta el año 1870, dominaron los coches en las calles. Uno se veía aprisionado en las estrechas aceras, de modo que el flâneur se limitaba preferentemente a los pasajes, que ofrecían su amparo ante el tiempo y el tráfico.”
El flaneur, paseante urbano contrario al turista, siempre debe ejercer una decisión artística al doblar intempestivamente por una esquina, sin pensar ni planificar su ruta.
Justamente flaneando por el centro de la ciudad, caminando hacia el sur, por calle Carmen al llegar a Curicó, descubro uno de esos pasajes maravillosos que fascinarían a Walter Benjamín en pleno centro de Santiago. Este pasaje es llamado “Granados”, que solo se extiende una cuadra y que desemboca en la tambien maravillosa y triste calle San Isidro. Todos estos espacios loteados, según la historia, a mediados del siglo XVII.
Pareciera que lo últimos patrimonios quedan escondidos en estos pequeños pasajes transversales, ocultos, silenciosos, con casas inolvidables, bares con olor a humedad y licor vinagre. Las calles principales, llenas de comercio, mueren urbanísticamente, desertifican los barrios, a pesar de su afluencia caen en la soledad "barrial" propia de la calle Diez de Julio o Bascuñán, probablemente las calles más feas de Santiago.
El pasaje "Granados" por su costado sur tiene unas casas maravillosas, curiosamente tienen una especie de atalayas, otras tejas estilo colonial, dinteles con dibujos, influencia española, árabe. Pequeños y hermosos vecinos constructores sin estudios, al parecer les dejaron hacer lo que quisieron con sus pequeñas casitas ¿Granada? ¿Sorrento? ¿Argelia? ¿Cauquenes? , sin conocerlas parezco caminar por sus paisajes
“Salir de casa como un llegar de lejos; descubrir ese mundo en que se vive”, es una de las miles citas que rescata Benjamín en su libro de los pasajes. Las citas son igual a estos pasajes ocultos que tanto amo en el centro de Santiago, lejos del comercio luminoso de los tránsitos comerciales, lejos de las calles demasiado narradas. Surgen las citas al decir de W. Benjamin, como “bandoleros del camino , que irrumpen armados y despojan de su convicción al ocioso paseante” y así tambien surgen estos pasajes para que perdamos la convicción en la ciudad oficial, predecible, lejos de la escala humana.Horrible.
Sentí hoy por el pasaje Granados el mismo deslumbramiento mágico que sentí por el notable graffiti que leí en uno de sus muros y que decía:
“Mujeres chilenas el Roberto las quiere”







Extraña sensación, mujeres que yo quise y admiré (y me gustaría pensar que también ellas un poco a mí), a medida que pasa el tiempo, y como dios lo manda, tienen hijos. Es una sensación común ya a esta edad, ver con asombro a no pocas en esa situación. Quizás es un sentimiento que los muy jóvenes o los casados prematuros no han vivido y jamás entenderán, pero es alegre y melancólico a la vez: ver convertida en madre a alguien que tú quisiste. Por una parte es entender profundamente y con hidalguía como la vida se decanta al mejor, “mejor” en el sentido más puramente biológico (que es el único reducto donde la palabra “mejor” funcionaría) y reconocer a su vez que uno no es “bueno” para esa responsabilidad biológica. La vida se abre paso, la imaginación se agota, la realidad arrasa.
Hay nombres para todo, y creo que esta sensación debe tener uno, aunque uno no muy famoso y reproducible. Una extraña insolvencia biológica, un fracaso de los contratos sensibles, una definitiva soledad narrativa.
Sin derecho a perpetuar el código humano orgánicamente, quizás puedas hacerlo solo textualmente y esa es tu misión. Pero hace tiempo que todas las misiones se asignaron y quizás ese tampoco sea tu trabajo, sino otro más simple: buscarle nombres a esas sensaciones que te arrasan y remecen. Sensaciones extrañas, cada día más solitarias, poco imitadas, ridículas, demasiado perdedoras para solicitar herencia. Quizás un suspiro baste....






"Durante los días que tengan lugar mis reuniones puedes quedarte a cenar conmigo, con tal de que te abstengas de tus penosas disputas, que se me hacen molestas, así como todas tus quejas sobre este estúpido mundo y la miseria humana, porque todo ello me hace pasar mala noche o tener malos sueños, y a mí me gusta dormir bien..." (Carta de Johanna Schopenhauer a su hijo Arthur)





Una de las cosas más extrañas de algunos seres humanos: No amar la vida e igual reproducirse...
Las mujeres están diseñadas para repeler y huir de cualquier pesimismo, tildado por ellas sencillamente de irreal...Lo único real es salvaguardar la cadena biológica...De todas formas... ¿quién podría discutirle a esa fuerza ciega de la naturaleza?






“Los hijos son para los que tienen miedo, yo no necesito ni quiero...” (Guillermo Fadanelli. “¿Te veré en el desayuno?”)





Ver el programa Cosmos bien tarde y después no poder quedarse dormido...La materia negra es otro nombre para llamar nuestra ignorancia o el Voyager, la sonda que viaja por el espacio por un millón de años. Lleva mensajes matemáticos, musicales y hasta frecuencias del cerebro de una mujer enamorada, para ser descifrado por alguna inteligencia extraterrestre.
¿se puede dormir después de eso?





"Felices los que nada tienen. Felices los que con esa vida se ganan un futuro reumatismo y son afortunados con los dados y se han resignado a no tener mujeres..." (Roberto Bolaño. "El Tercer Reich")






Pueden escribir mil libros, hacer trescientas ferias culturales, construir bibliotecas de lujo, pero hay una cosa clara, en Chile no surgen nuevos Stendhal. Cada conversación es tan parecida a la que tenían los machos reales del siglo XVI, cada dialogo es tan predecible, cada idea tan inscrita en el manual de la masculinidad forzada. Todos vienen al mercado a exponer como un toro de cepa, su “Yo”, intacto, heroico, civilizado, “democrático”, racional, liberal, indestructible.
Entonces ¿Suprimir el Yo? Nunca, no somos esos maniáticos sadues hindús, ermitaños que predican el desapego de si mismo y sólo consiguen engancharse a una droga tras otra para evitar la vida, sólo digo: expongan su Yo, pero expóngalo con elegancia , que se note que viven en un mundo literario, que maltraten con humor la ficción que hizo parir a sus madres pensando que la individualidad es el elixir de la vida. .Pero hoy todos viven en los libros, que es el mundo menos literario que existe. Todos se alojan en máquinas antiguas, oxidadas, sin narración , sin humor, máquinas obsoletas , cercenadas de toda creatividad , máquinas que han insistido en llamar industrialmente su “yo”...






"No tengo conmigo, en este momento, el Diario de Vigny, pero recuerdo que dice esto o algo parecido: “Sólo puedo leer los libros que me hacen trabajar. Me gusta trabajar”. El gran peligro, para mí, es que todos los libros hacen trabajar a mi espíritu, y los malos no menos que los buenos. Durante las primeras cien páginas es un perpetuo fermentar, y enseguida surge el dilema: o bien tomo notas, y entonces es un trabajo indefinido que retrasa la lectura, o bien no las tomo, y entonces el peso de las notas que no he tomado pesa sobre mi lectura, se agrega al libro como un remordimiento y me incita, sin que me dé claramente cuenta de ello, a abandonarlo por otro....
..el único servicio que pido a mis escritores favoritos es el de nombrarme con precisión mi mal..." (Charles Du Bos. "Diarios")






Ya que todos la tienen o desean tenerla ¿han pensado en una buena imagen para la esperanza?
Pues bueno aquí va una, existe en España ONCE una lotería para ciegos...No hay mejor imagen para la esperanza que esa, y es la más terrible...





"Di tus cosas más personales, dilas, es lo único que importa, no te avergüences, las generales están en el periódico..." (Elias Canetti "Apuntes")







"Observador del corazón humano" respondía Stendhal cuando se le preguntaba por su profesión...Y esa es la pregunta que más se hace hoy. No se puede inaugurar ninguna reunión social ,fiesta, o cena sin ser interrogado con esa pregunta de rigor, que actúa a modo mapa y bitácora de cómo la gente se comportará después de su respuesta con el interrogado.

¿Cuantos verdaderos observadores del corazón humano quedarán hoy vivos?


.

No hay comentarios: