miércoles, 1 de agosto de 2012

Diario




“La dificultad es que no basta exactamente con vivir según una norma. De hecho consigues (a veces por los pelos, por los mismos pelos, pero en conjunto lo consigues) vivir según la norma. Tus impuestos están al día. Las facturas pagadas en su fecha. Nunca te mueves sin el carnet de identidad (¡y el bolsillito especial para la tarjeta VISA!…). Sin embargo, no tienes amigos. La norma es compleja, multiforme. Aparte de las horas de trabajo hay que hacer las compras, sacar dinero de los cajeros automáticos (donde tienes que esperar muy a menudo). Además, están los diferentes papeles que hay que hacer llegar a los organismos que rigen los diferentes aspectos de tu vida. Y encima puedes ponerte enfermo, lo cual conlleva gastos y nuevas formalidades. No obstante, queda tiempo libre. ¿Qué hacer? ¿Cómo emplearlo? ¿Dedicarse a servir al prójimo? Pero, en el fondo, el prójimo apenas te interesa. ¿Escuchar discos? Era una solución, pero con el paso de los años tienes que aceptar que la música te emociona cada vez menos. Y, sin embargo, todavía no tienes ganas de morir. Has tenido una vida. Ha habido momentos en que tenias una vida. Cierto, ya no te acuerdas muy bien; pero hay fotografías que lo atestiguan. Probablemente era en la época de tu adolescencia, o poco después. ¡Qué ganas de vivir tenías entonces!…”(Michel Houellebecq "Ampliación del campo de batalla") 

 Y este era el libro que iban leyendo esos dos jóvenes de la bella historia de amor que se hizo famosa por los diarios…ella arriba del tren del metro que por unos segundos mira al hombre que está en el andén, y él al darse cuenta que ella tiene el mismo libro en su manos, sólo atina a levantarlo y señalárselo con una sonrisa impotente mientras el tren se iba , luego él inicia una campaña mediática para encontrar a esa mujer por twitter que enterneció al país …pero y el libro que leían ¿cuál era? ¿Era de amor? ¿De esperanza? se preguntaban los curiosos y enternecidos conciudadanos… 



 "Vivió toda su edad solo y salvaje..." (Ariosto)



 Ver un libro de un escritor chileno importante a 2000 pesos y verlo nuevamente al mismo precio meses después en la misma caja, razones importantes para confirmarme que toda escritura debe depositarse en la virtualidad…(donde no hay cajas , no hay precios, no hay tiempo y la humillación es mas llevadera) 




 "Sin embargo, era yo un pésimo poeta que no sabía ir hasta el fondo. Tenía hambre y todos los días y todas las mujeres en los cafés y todos los vasos Hubiera querido beberlos y romperlos..." (Blaise Cendrars. Prosa del Transiberiano) 





 Desde que leí que Stendhal se preguntaba inseguro antes de dormir si era tonto o inteligente bueno o malo y no encontraba la respuesta angustiándose más, evito ese lapsus… junto sueño , tanto sueño, que me tiro en la cama y me duermo en menos tiempo del que tarda en formarse esa pregunta… 





 “De noche, mientras estaba encogida en mi litera... pensaba: «Vamos,déjate ser el corazón pensante de esta barraca»…” (Etty Hillesum, Diario de su cautiverio en Auschwitz) 





 “Tener un libro de Philip Roth bajo el brazo, es una garantía en estos tiempos” leo en un blog …y lo sentí cuando por la mañana en el metro una mujer leía “El profesor del deseo” , por ende se ilumino entera para mí…que conversación descarnada hubiese llevado con ella pensé , lejos de todos los clichés aterradores en que suelen caer las conversaciones convencionales…la moral inevitablemente se disipa con la honestidad de Roth…disipar la moral en pos del arte ese es el objetivo…(y llorar esas posibles conversaciones perdidas con esas mujeres que siempre se van) 





 Branding, Dafo, Stakeholders...lindas palabras empresariales aprendidas hoy...(sólo que no se como utilizarlas) 





 "Comprenderá usted ahora mi extravío y mi angustia. Donde creía hallar la perfección sublime de lo racional no he hallado más que un desgaste inútil..." (Giovanni Papini. “El Libro Negro” ) 





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