miércoles, 24 de diciembre de 2008

"Soy la herida y el puñal".




Tal como pensé cientos de veces en mi niñez que regresaría , lo he hecho ,observo el kiosco de barrio que tiene pintado su nombre orgulloso: eben ezer , que significa “piedra de ayuda” y simbólicamente algo así como : “hasta aquí dios me ha ayudado”. Dios es un tarea en constante actualización y nosotros somos sus actualizadores, me gusta ese tono territorial: hasta aquí dios… (un manejo territorial del espíritu, el “hasta aquí” denota en mí mas espacio que tiempo), eso si sería mas serio pronunciarlo así: hasta aquí yo he retornado … ,digámosle al señor del kiosko humilde ..el poder no ayuda ni hace justicia , el poder se afirma a si mismo.
He retornado a este clima horroroso , que no permite de ninguna forma pensar, que obliga a vestirse como los indígenas de Gauguin en la polinesia, que obliga a drogarse no solo con el constante aire popular sino con las drogas marroquíes de una geografía decadente y tosca , sin ningún rasgo. El más allá y la utopía tan afines a estos climas desesperados territorialmente son inválidos, por esto uno regresa y sufre de nuevo, quiere un tótem pero a su vez no niega su sombra.
¿Cual era mi territorio? Tal como el ángel de la muerte no tocó las familias hebreas esclavas que en Egipto marcaron sus puertas con sangre de cordero, (¿cual habrá sido la pascua egipcia? ¿el día que traspasaron su poder a un pueblo humildemente inepto?) , así mismo hace un tiempo marqué en la puerta de mi corazón para que ninguna mentira decadente me flagelara, aún mas, este aire horrible y este territorio infernal que da para amputarse las dos piernas, debe ser deseable una y mil veces ya que soy de esos animales casi extintos que dirían: Sí, vuelva una y otra vez.
Pero estoy demasiado contaminado, es tarde para mí, todo el mundo es decadente o sea todo el mundo es cualquier cosa menos mundano , incluso así uno tendrá , por su honor, igualmente rendirle tributo. Jamás salí del pantano en que naci, se me dio un rayo de luz, un éxtasis, una iluminación, pero la verdad de un Orfeo como yo es buscar el amor en el infierno, el amor “a si mismo” tan olvidado, tan mineralizado en las honduras de la decadencia diaria, privado de surgir en su mas profunda dimensión: el gran motor de la vida. ¿De que nuevo alquimista será la profunda tarea de sacar a relucir ese mineralizado “amor a si mismo”?

El placer y el no - dolor en Buda se desarrolló en un espacio , en un territorio, todo el palacio de Gautama era no - dolor, el mundo , el Samsara (la realidad aparente) actuaba fuera de esos muros, tal como el paraíso tenía sus rejas y el hombre su cuerpo. Aquí toma dimensión el cuerpo como espacio y territorio, algo hay en el que lo hace lo mas verdadero de todas las verdades, que lo hace voluntad . Todos los estados anímicos, los espacios santos han sido salvaguardados con muros , Buda que duerme a los guardias de palacio, huye de ese campo de no-dolor y sale al exterior en un arrebato de curiosidad, percibe la única verdad tras ese velo maya, afuera de los muros esta el mundo , el Samsara , la rueda dolorosa que lo conmueve y lo transforma… hay vejez , muerte y enfermedad … Adan y Eva tras ser expulsados traspasan las rejas del paraíso (porque un paraíso sin rejas no es paraíso) el placer, la felicidad el Edén es al final nada mas y nada menos que un territorio, ingenuo y engañoso en Buda, en Adán y en Eva . La vejez, la muerte , el sufrimiento ,sólo se aplacan con muros. Es urgente darse cuenta de lo evidente , hay que ser albañil de nuestros propios muros. Nada toca y sufre en su verdadera dimensión si uno hace un muro de pura afirmación, es decir un muro que sea todo puerta, que no rechace nada, que no excluya nada. ¡Que el muro mismo sea el palacio y el paraíso!

A Buda se le concedió en primera instancia, como buen guerrero, un voluntad egoísta, una posibilidad de redención, de iluminación, se le prometió en su conciencia lo más bello y profundo de la realidad: no nacer más, por el contrario a Adán y su compañera se le concedió una humanidad, se los volvió un aparato reproductor. De cada traspaso territorial salieron dos concepciones; en Buda escapar a la rueda de los nacimientos y en Adán hacer de sus nacimientos una flecha, una “Historia”.
¿No es este fiel reflejo de mi condición actual? ¿el de una rueda que se dispara como flecha?
He vuelto, a la inmundicia del idealismo más popular, del deseo cósmico plebeyo del bien y de la opinión matutina de la buena voluntad. Y yo empantanado de vida , grueso de dolor, fuerte, con estocadas de lucha me deposito suavemente en este infierno, en este potrero liviano , popular y le digo suave y al oído : …¡ Sí ! regresaré a ti una y mil veces , Si por que aquí no hay Samsara ni Edén, no hay mas que lo que yo profese, y ese creer sólo lo define y lo determina la voluntad amurallada de mi cuerpo , ¿que es la sabiduría entonces? ,El amor a la vida es el mas romántico amor, queremos la vida, que vuelva desnuda ,completa, que vuelva toda hecha dolor . Así, vuelto el cuerpo todo muro será la realidad la que chocará con él, nada se esquivará ni se ocultará, el cuerpo mismo delimitara los paraísos y los palacios, el yo será completo, habitación mas que habitante , con el moriremos sólo entre comillas


martes, 16 de diciembre de 2008

También Bosquejo

Si quieren pueden llamarme el hombre ferrocarril .Ya se lo han dicho a otros.

De todos modos estoy enfermo y enloqueciendo por la causa más sublime de todas, la Verdad.

La verdad llega aquí no para sanar leprosos ni esperanzar moribundos , llega sólo para poner un pequeño grillete al porvenir humano.

¡Los engranajes que esta verdad ha usado superan a su mismo mecanismo! Pero todo es tan seductor que si yo supiera ser lógico sería su primer enamorado, un Dionisos del silogismo beato.

He sido un pequeño poeta que sólo refunfuña una nación con su lengua y con el cuerpo de bandera se agita a si mismo diciendo: caeré y volveré a caer, sólo por el gusto de sentir lo liviano que soy , lo despreocupada que es la vida , lo superfluo de todo.

Veo la neblina eterna mezclada con el humo de los desayunos. Pero entre mas agilidad deposito, ya sea agilidad de fe, de pensamiento o de caminata no me pasa nada , nadie me habla, ni siquiera sale al encuentro, ni un solo perro sale a ladrarme , camino por horas por la calle anestesiado ya que del bolsillo saque una pastillita que atolondra tanto como un escorpión, probablemente en esta calle no ha cambiado absolutamente nada por siglos, pero nada, no pasa ni pasará nada. Y aunque la calle haga de ejemplo heraclitiano si yo no lo demando (con mi tristeza) el devenir no alcanza para nada.

Pájaros por cientos, belleza depositada en todos los matices que la luz oblicua del amanecer brinda, pero a pesar de su belleza, ¿podría contarlos como acontecimientos?, ¿podría entusiasmarme como si eso fuera algo que me pasa?

Me fijo que mis pasos se depositan en fuertes huellas, hay barro , entonces voy con mis tristes zapatos dejando un estoy – no estoy. Eso es una huella, la contradicción mas grande: presencia de algo que no esta, seguirán ahí quizás por cuanto tiempo, algo le ha pasado al camino , más a mi no me ha pasado nada. El reloj no ha parado de indicarme que el tiempo no se ha cansado ni se cansará (el reloj no importa) , y que es irremediable que me resigne , que me repliegue, que haga que por lo menos el recuerdo sea un acontecimiento, que me pase algo a costa de la memoria, así recordando creeré lo que he buscado como empresa originaria. Escribí desde la ingenuidad más dominante, haciendo cuenta que fue escrito el año 1999, a fin de siglo, para comprender la debilidad más absoluta, algo ridículo e ineficaz, pensando lo que es bueno y lo que es malo.

Las gente hacen de martillar un clavo su filosofía , dedican sus tardes con dedicación oriental a ese proyecto, ¡el mundo entero!, uno se separa de el cuando comienza a pensar, cuando olvida esa filosofía del ornamento , del clavo y piensa. ¡Por dios! comienza realmente a pensar. En los centros escolares es dado a generar esa imagen idílica del pensar, pura ganancia y libertad, no necesariamente ocurre así, el pensar no asegura nada, no complace nada , el pensar es otro tipo de martillar. La lógica parece una enredadera antihumana. Y la conciencia, una aberración jamás explicable.

Dejo el día para trabajar, el trabajo intelectual es toda manualidad, martillar, sacar la maleza, limpiar el piso eso es el trabajo que demanda la pequeña psiquis en constante fragilidad , me siento así que “trabajo”, quizás responde a una deficiencia, por lo demás la Ilustración esta demolida. Llegue tarde para revolucionar.

Presiento que todo mi ímpetu esta dirigido hacia atrás, no creo que pueda dirigir una investigación ni crear conocimiento, creo que todo mi furia esta dirigido a responder a la ansiedad y dudas de mi primera infancia, estudio para curarme.

No estoy seguro de mí en ningún momento, un dialogo interno- eterno.

No sirvo para los lugares horribles, me canso, me agoto, debo vivir en constante contacto con la belleza. ¡¡¡La belleza!!! Aunque los conceptos sólo sean especies de campos de concentración donde la naturaleza en forma de carne molida se ordena en el lenguaje.

Que quede este escrito infantil e ingenuo entonces como una especie de pieza de museo, como una señal de partida y también un gesto de hasta donde se puede llegar , “ojala lleguemos” . Los actos “buenos” solo si se hacen para sobrevivir, para pertenecer, están vacíos, en lo que hay que caer sistemáticamente, sugiero, es en el nuevo arte de evitarme, la representación del mundo en nuestras cabezas es una forma tangencial de evitar el absoluto y de disfrutar la naturaleza, todo es solo como una deferencia histórica. El bien o el mal, lo correcto o incorrecto dejémoselos a los almanaques humorísticos de nuestra historia. Prefiero ser malo que contradictorio. Y de esto me iluminó una frase campesina escrita en un letrero en San Javier que decía: “Se reparan retrovisores”. Ahora no hay nada que hacer, el cuerpo para protegerse sólo recibe lo que la vida le lanza, no hay “Por que”. Hoy todo es y ese “es” es un enorme gigante que desconoce, que no habla. Es más nos odia. El Ser como simbiosis histérica , más grande que nosotros pero con nosotros.

¿Por que entonces el hombre obra correctamente? ¿o se obsesiona con eso?

Por que puede. Esa es la explicación por excelencia. La ingeniería del alma. Un acto ya sea de un tiburón toro que se interna en aguas dulces –y que ha generado esa tolerancia que sus pares no han hecho -y ataca a desprevenidos bañeantes, hasta al hombre que lanza su espíritu abierto a la conquista, al replegamiento, o a su venta. Todo acto, aunque parezca sin sentido , social o natural ,se recrea sólo por que puede. Esto es a lo más que podemos llegar en nuestra ingeniería. Buscar desesperadamente sentido, en última instancia “diseño”, eso es lo que se deja entrever como un grave “error” en el dilema estructura-función. Entonces cuando los seres desarrollan unas características morfológicas o espirituales determinadas actúan de acuerdo a esas características y no es que los órganos (espirituales o carnales) hayan sido "diseñados" para cumplir cierto objetivo, la supuesta ingeniería en la naturaleza es la que le da misterio, pero la naturaleza no detenta ser maravillosa. Es el instinto romántico del hombre que hace ver funciones diseñadas, propósitos. No hay diseño ni perfección, la conciencia humana de tanto sufrir ordenó.

Y bajo este mismo sentido decimos que cada estructura orgánica es perfecta , pero lo más que podemos llegar a decir es que sólo es. Cada sentimiento virtuoso en lo humano se ira apagando y nos desesperaremos en el entendimiento de la falta de sentido externo (porque no basta con nuestra declaración de independencia racionalista) Decir es perfecto , es bello , es malo son sólo partes de un baile eterno con que el hombre tendrá que lidiar , ya que dejó en manos externas y lógicas , o sea en manos lejanas, el ordenamiento de su cosmos, cuando se dio cuenta que de afuera no venia nada sino sólo fuerza sin sentido , se replegó en el llanto de su voluntad inexperta, se murió en vida, se volvió sentido de piedra.


2

Todo el mundo en que vivo me es ajeno,

toda cultura que he rasmillado es como un estornudo ,

una reacción alérgica a la suicida sentencia infantil .

En el oído me hablaron bajito y dijeron “Esto es asi”.

Bueno dije yo lo acepto no sin antes volverme un caballo loco .

No viajo,

apenas como

, no decisiones dialogantes con otros seres más que las burocracias esenciales.

Prejuicios con los demás pero sólo desde mi oído interno

¿Ya no me admiran pregunte?… Nunca lo hemos hecho

Lo que pasa es que los vacíos piden combustible. ¿Tengo derechos o no?

Nunca me dedique a otra cosa que a armar una teodicea del porte de una carpa de circo.

Por eso dios me premio existiendo un tiempo.

Ahora en la calle , tambaleante, una niña se ríe de mí,

nunca he sentido tanto sueño,

no leo hace dos meses,

las mujeres me miran y eso es un cataplasma momentáneo.

Me cortarán la pierna o el intestino.

No hay paga (No hay Praga) ,

fui el primero que lo supe.

Me quedo en el pasto, esperando que la brisa diga huuuuu ,

en la planta erótica de mi lado.

Los insectos lo notan.

Yo escucho música sin ninguna música.

Las cosas , las cosas , las cosas.

sueño que me devoro.

Sin confianza en las palabras ,

se de donde viene todo

Indígena, natural

suelta el rústico universal dentro de mi frente

martes, 9 de diciembre de 2008

Notas sobre Job



William Blake “Satán contagiando a Job las úlceras malignas”, 1826




Hablar de Dios y decir Él, es romper una vena del universo. No se puede establecer un posicionamiento tercerista en el lenguaje. No se puede dialogar con dios por que “Él” no es válido. El error de Job es que dialoga, objetiva. La justicia requerida no llegara nunca entonces de una escisión. El justo sufre precisamente por que busca una respuesta al destino en un “Tú”. Ignora el viejo Job que el destino es un Yo creándose en constante complacencia.

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Cualquier objeto -como predica Job – proyecta sombras, la queja no es sobre Dios mismo sino a la regla que Él impone y que a su vez corre el riesgo de devorarlo. Por eso toda regla, toda ética debe ser especulada , debe ser una eterna metamorfosis, para que esa misma regla no devore ni reemplace al Dios.

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Jung , Ricoeur, Kierkegaard, Bergson, Stendhal entre otros se han seducido por el viejo Job y han descubierto en él la primera crisis universal entre Dios y la ética. Sólo una regla supera el dilema y es la única que amenaza al hombre tanto como lo justifica: El absurdo.

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Hay sólo un hombre: Job , nosotros sólo somos sus preguntas.

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Un Dios que se afecta, que apuesta, que se asegura. Sólo un Dios en tal grado humano necesitó, tras el caso Job, crucificar a su hijo para “exigirse mirarse” y tomar conciencia de sí.

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La mayor fortaleza de Dios es su arbitrariedad, sólo una voluntad desbocada puede arrogarse la divinidad, ningún imperativo categórico ni moral racional puede superar a esa fuerza de voluntad de Dios, entonces es cuando el mundo se transforma en un caos bello.


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No existir no es castigo ni resolución, se ha abordado la ontología de Dios como la gran visión moderna, no existir en el futuro no significará nada.

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Job creció en el mundo equivocado, creyó estar en los tiempos del nazareno donde la maquinaria moral del universo era apaciguada en la cruz, pero en verdad estaba en los tiempos de la euforia, en la plena voluntad libre de todo, donde el pensar aún no se había cosechado. Donde comprender era una debilidad.

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“Protesta contra su Creador porque está orgulloso de su Creador” (Chesterton)

Crea a su creador diría yo.

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Job desvela a Dios interpelándolo sinceramente. Mas es premiado por el gran atrevimiento, es premiado por seducirse por la verdad. Desde ahora esta se corona y se dignifica y Dios calla. En adelante la Verdad es la gran castigadora.

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Job es “el único en hablar de mi rectamente” dice Yahvéh, en rigor Job salva a los judíos del judaísmo. La gran separación entre ética y poder.




lunes, 1 de diciembre de 2008

Trabajar Cansa (Lavorare Stanca) , Cesare Pavese



Atravesar una calle para escapar de casa

lo hace sólo un muchacho, pero este hombre que anda

todo el día en las calles, ya no es un muchacho

y no huye de casa.

Hay en el verano

tardes en que las plazas se quedan vacías, tendidas

bajo el sol que ya empieza a ponerse, y este hombre que llega

por una avenida de inútiles plantas, se detiene.

¿Vale la pena estar sólo para quedarse siempre más sólo?

Callejear únicamente, las plazas y las calles

están vacías. Es preciso detener a una mujer

y hablarle y decidirle a que viva con uno.

Si no, uno habla sólo. Por eso algunas veces

el borracho nocturno comienza a parlotear

y explica los proyectos de toda su vida.



No es cierto que esperando en la plaza desierta

te encuentres con alguno, pero el que anda las calles

a ratos se detiene. Pero si fueran dos,

aun andando las calles, la casa ya estaría

donde aquella mujer, y valdría la pena.

Por la noche la plaza vuelve a quedar desierta

y este hombre que la cruza no ve los edificios

tras las luces inútiles, pues ya no alza los ojos:

sólo ve el empedrado, que hicieron otros hombres

de endurecidas manos, como los están las suyas.


No es bueno quedarse en la plaza desierta.


Con seguridad habrá una mujer en la calle


qué, si él se lo pide, querrá llevarlo de la mano a casa.