sábado, 2 de julio de 2011

Carta a Laura

Querida, da lo mismo el lugar en que me encuentro, puede ser Finlandia, Florencia, el Cuzco o Santiago, ya que el paisaje no apaga este fuego interior, mi error ha sido con usted subestimarla , he mirado cuantitativamente las edades (la edad de Rimbaud también era parte de su poesía) , pero he aprendido (todavía aprendo) que quizás usted es mayor que yo. Lo único que nos ha enseñado la historia occidental es a ver todo en forma de flechas…y a olvidar los círculos… ¡Como nos hace falta aunque sea un poco de esa magia circular de los antiguos!


Quiero escribir un libro,,, y lo hago compulsivamente , los científicos quieren derribarme, han diagnosticado, en sus especiales ciudades diseñadas para la disección de la realidad, una especie de epilepsia a esta compulsión : hipergrafía le llaman , los escritores obsesivos tras el café numero veinte se asustan , dudan si es que tienen talento y se preocupan de su cerebro, ¡Cuándo el cerebro ha sido nuestra preocupación!, pues bien retomo .Los escritores se destruyen , al menos los verdaderos escritores , y yo estoy destruido…primera etapa aprobada ¿No? , pero esa etapa más bien cinematográfica no me importa , el espíritu, el alma, la vida eterna , me inventaré por ahí alguna teoría filosófica, esas que se arman en las borracheras de la playa, para no abandonarlas , me preocupa más , eso sí, la falta de talento. Probablemente la gran preocupación de todo escritor …por eso uno ya debe partir de esa premisa: el mérito frente a la sangre (que un antiguo quizás no sabría como diferenciarlas, el talento es lo mismo que la sangre gritaría ofuscado y digo talento como podría decir heroicidad, valentía, poder) , pero para probar lo contrario uno debe impactar al mundo…Esta es mi preocupación central, ese impacto al mundo es en lo que creo que fallo , nunca me ha importado el mundo (¡que herejía más vulgar!) , soy como una garrapata , el animal de los poetas y de los biólogos románticos , ellas son su mundo, su sistema y su medio se funden … y la sangre de los mamíferos, su presa, pasada por ese sistema llega a ellas sin errar , ¡han sobrevivido millones de años y no han necesitado mundo porque ellas son su mundo!. Los idealistas alemanes reirían con este pensar tan poco novedoso…Fichte me ignoraría y los hermanos Schlegel quizás me invitarían un trago para calmarme ..pero este mundo , “el mundo” seguiría vivo aunque sea en esta forma, como una enfermedad del pensar .


"Imagina que el mundo va a seguirlo, pero cuando llega al azur descubre que está solo" dice Henry Miller de Rimbaud y ese es mi caso, un escritor parte con ese fiel convencimiento, ni siquiera mira hacia atrás, solo avanza y presupone (en una arriesgada apuesta ) que el mundo ira tras él , con el calor poético y la industria espiritual a toda marcha no tiene tiempo para corroborarlo , solo avanza, pero luego de un tiempo gira la cabeza y se da cuenta de que nadie le sigue….¿qué se hace en estos casos si ya se ha avanzado mucho?


“Querido hermano he concebido un proyecto: volverme loco” le escribe Fiodor a su hermano Mijaíl Dostoievski…¿no es este el más seguro proyecto tras esa gran desilusión?, quemar el alma por nada mientras la literatura que nunca ha sido lo de uno, se aparta lentamente, y el arte gran escudo de la vida, ya no nos acompaña a los infiernos …y ahora sin escudos debemos enfrentar lo que hemos avanzado…Los germanos cuando perdían los escudos en la batalla , preferían no volver a su patria, preferían matarse. Estaban tan compenetrados con la identidad del escudo que si les preguntáramos por eso ellos contestarían inocentes ¿que es un escudo?.


Si el talento fuese así como algo orgánico , seguro e irrevocable, como esos hombres de circo que ya a los dos años sabían que su cuerpo era elástico y que con su pierna izquierda podían tocar sus omóplatos , el talento sería algo natural , un designio aburrido , un show de circo. ¿Qué admiramos de un hombre elástico, de una mujer barbuda? Un organismo que recibió algo que el mundo no…eso es irrevocable, nunca hubo dudas…Pero el arte no es categórico, el artista se martiriza, busca los pelos o las extremidades que la naturaleza dio como fenómenos …no los encuentra y el mundo lo castiga ya que lo trata como a todos..Esa disyuntiva esa incertidumbre, tal como el medio de la garrapata en busca de sangre mamífera, es parte fundamental del artista . La garrapata puede pasar cinco, veinte años o quizás la vida entera sin alimento alguno. La sangre del mamífero no es abundante y la incertidumbre es parte de ese cuerpo orgánico especializado en el fracaso… El artista es esa garrapata , no sabe ni sabrá, incluso (y en algunos casos es mejor) morirá sin saberlo.


Pero ahora surge el problema fundamental , es irrelevante considerarse escritor , si no que lo fundamental es percibir si se ha avanzado y aún más importante no corroborar nunca si el mundo atrás nos sigue , creo y me he dado cuenta en el sanatorio personal en que me encuentro, que eso es lo primordial, eso es el arte …He generado una diatriba absoluta para decir algo simple (así se han hecho todos los libros sagrados) lo primordial empero, es no girar la cabeza , así de simple no girar la cabeza para saber si el mundo viene atrás de uno o no…Ser garrapata y no saber, y sin embargo, reconocer que nuestro cuerpo es nuestro medio ¡Qué algún día tendremos que comer!


Le evidencio esto porque la comparo a usted a Laura, la amiga de Petrarca, idealizada en sus versos, ¡amigas ya en ese tiempo!, ¡si los humanistas eran perros del cielo, calzando alas de carne! ¿Somos nosotros, máquinas revolucionadas a toda velocidad, capaces hoy de amigas? Y usted me ha enseñado la pasión del arte nuevamente y me obligara a no girar jamás la cabeza en gesto de ratificación, usted que finge que hoy llegó a mi vida cuando sabemos ambos que eso es falso , que los comienzos, los finales, los años son ficciones que el conocimiento nos juega como broma… Nosotros somos eficientemente ajenos al conocimiento, si lo único que podemos saber es que el amor es seguir con la cabeza recta avanzando hacia el horizonte de nuestras espaldas…
Nunca supe si el humanismo era algo hermoso o algo desesperado…por que creo firmemente que cuando el hombre sintió que su capacidad evolutiva mermó, bajó de velocidad y amenazó su sobrevivencia invento la belleza , esa extremidad que se agiliza con el tiempo para ir en busca de la presa más grande …la vida..


¡Vamos hacia la vida entonces Laura! Pero en el momento que digo vamos, ¡la vida ya está asaltando!




“Por el mundo y la edad se debería
quitarme antes, pues llegué primero,
y no dejar la tierra sin su adorno”.

(Francesco Petrarca. El Triunfo de la muerte)


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