sábado, 4 de abril de 2009

spinozianas





“El arrepentimiento no es una virtud, o sea, no nace de la razón, sino el que se arrepeinete de lo que ha hecho es dos veces miserable e impotente”.(Spinoza)

Todo arrepentimiento se somete a una culpa y la culpa que es en esencia histórica, sólo es una forma de conciencia enferma, lo sabía Spinoza en donde todo el mundo subyace en un todo divino y por ende dentro de este todo no hay espacio para retrotaerce , ni para culpa ni para el rezo ni para el pecado. El Ebrio de Dios no sostiene a Dios. Su panteísmo lejos de ser místico es sólo un ejercicio lógico. Dios y objeto se antagonizan , dios no puede participar de objeto. Y es por esto, que estamos sometidos al uno, sólo estamos sujetos a pasiones , el arrepentimiento es un afecto…:

“Puesto que los hombres raramente viven según el dictamen de la razón, estos dos afectos —la humildad y el arrepentimiento—, y, además de ellos, la esperanza y el miedo, resultan ser más útiles que dañosos; por tanto, supuesto que es inevitable que los hombres pequen, más vale que pequen en esta materia. Pues si los hombres de ánimo impotente fuesen todos igualmente soberbios, no se avergonzaran de nada ni tuviesen miedo de cosa alguna, ¿por medio de qué vínculos podrían permanecer unidos, y cómo podría contenérseles? El vulgo es terrible cuando no tiene miedo; no es de extrañar, por ello, que los profetas, mirando por la utilidad común, y no por la de unos pocos, hayan recomendado tanto la humildad, el arrepentimiento y el respeto. Pues, en realidad, quienes están sujetos a esos afectos pueden ser conducidos con mucha mayor facilidad que los otros para que, a fin de cuentas, vivan bajo la guía de la razón, esto es, sean libres y disfruten de una vida feliz”. (Spinoza “Ética según el orden geométrico”. Escolio a la proposición LIV)


El arrepentimiento, la humildad, el respeto solo son afectos que permitirían cierta utilidad de unión en un entorno vulgar, pero están en fuerte disonancia con la razón. Entonces se lee que todas estas supuestamente virtudes, que no son más que afectos son sólo recursos de contención. Y no participarían de la potencialidad de la naturaleza humana.
¿El sabio y el pueblo no tendrán distintas salvaciones? ¿y que la cierta virtud contenida del vulgo sólo sea buena en tanto utilidad, solidaridad , contención? Hasta el sentido común necesita dominación, es por esto que se le asigna un valor y este se independiza haciéndose nuestro sombrero objetivo.
El sabio no pide, no reza, ni peca, ni se arrepiente, no piensa desde una ética en función de la contención. Su máxima potencialidad quizás desbordaría cualquier comunión.

Arrepentimiento del hecho , como si el tiempo y sus consecuencias afirmaran mas el acto del arrepentimiento. El tiempo y las consecuencias deberían traer otras consecuencias , deberían afirmarse en un porvenir y no en un retrotrimeinto mental que solo hace sentar una especie de mácula decantada en el espíritu.


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